Millones de sensaciones ante un encuentro crucial

Sólo se habla de EL partido. De Ecuador y la Argentina; del encuentro  que sostendrán dentro de unas horas, del partido que puede dejar a la Argentina clasificada (o en carrera) para participar de la Competición Preliminar de la Copa del mundo de la FIFA-Rusia 2018, o afuera de la cita máxima del fútbol mundial, en un escenario que nadie quiere imaginar.

Pero esto es lo que nos toca. Sumar y restar; hacer cuentas y responder una y otra vez “que si ganamos, como mínimo vamos al repechaje; ¿seguro? ¿no depndemos de si Paraguay gana o…? No; si Argentina gana, tiene el repechaje asegurado y puede clasificar directo; lo mismo si empata. Y puede ir al repechaje, aún con una derrota.”

Bueno, esto lo repetimos hasta el cansancio en cada diálogo en los bares, la Universidad, los colegios, las oficinas. En todos lados se habla del partido. Y más que del partido, se habla de los resultados, las combinaciones y las posibilidades. No se conversa sobre el equipo, cómo está, quienes van a jugar, como será el planteo en un escenario complicado por la altura sobre el nivel del mar…todo eso está casi en el olvido.

Al márgen de todas las especulaciones, la Argentina tiene que jugar un partido de fútbol, en la altura de Quito que alcanza los 2850 metros sobre el nivel del mar. Un adversario que cuenta con Jorge Célico, entrenador argentino que estuvo en las inferiores de Huracán, dirigió a la primera y obtuvo un resonante triunfo en el Monumental por 2 a 1 sobre River y cayó 4 a 0 en el estadio Pedro Bidegain en un clásico ante San Lorenzo.

Ese Ecuador, que arrancó muy bien este ciclo de clasificación al mundial, luego tuvo un corte en su desarrollo, y los problemas internos derivaron en una caída que lo llevó a perder puntos, sobre todo de local, que lo alejó de la posibilidad de llegar al mundial de Rusia 2018.

La salida de Quinteros, el recambio generacional, y la incógnita sobre como va a actuar un equipo nuevo, que es posible quiera lucirse ante su público son los puntos que se observan en este conjunto.

Ecuador ha sentido esta eliminación con mucha frustración; estuvo en tres de los últimos cuatro Mundiales y le duele no estar ahora. Querrá dejar una buena impresión ante su gente.

La altura es un factor adicional que no hay que descuidar ni dejar de lado; no es lo mismo para el futbolista que siempre juega en el llano, adaptarse a  casi 3000 metros de elevación.

Pero Sampaoli sabe del tema; conoce el país, el medio, el jugar en la adversidad de los efectos que produce la altura. Sabe que habrá que tener tenencia de balón, cuidado en los traslados y regular muy bien las energías.

Después, es fútbol, con todo lo que esa frase implica. Tan repetida y tan meneada, es una forma simple de resumir todos los imponderables, las vicisitudes y las sorpresas que en cada partido aparecen.

 

Hernán O’Donnell