El primer tiempo fue una ilusión; el segundo, una pesadilla

Hubo un tiempo que fue (casi) hermoso. El primero; allí se vio lo mejor de la selección. Hubo una complemento para preocuparse, para repasar errores y para advertir los puntos a mejorar.

Queda claro que este equipo ataca, si puede lo hace siempre en el partido, pero cuando lo atacan, sufre. Y no muestra la misma solvencia, ni la misma jerarquía o estatura futbolística entre los dos aspectos. Que tiene apetito ofensivo es innegable; que quiere el arco del rival, siempre. Que se desdobla en forma permanente para voltear la defensa rival, también. Es un buen conjunto cuando ataca. No se advierte lo mismo en defensa; si lo agreden, se muestra con desbalances, más allá del buen partido de Pezzella o de Otamendi, que en definitiva se destaca más cuando conduce en ofensiva.

Hubo un tiempo que invita a la ilusión. el primero. Comencemos por ahí.

Cuando el “Kun” Agüero fue a pelearle la pelota al arquero que, de modo insólito, la tomó con la mano fuera del área y generó el tiro libre del que vendría el primer gol de Argentina, justo en ese momento, podemos decir que a todo lo que propuso la selección en cuánto a despliegue, dinámica, intenciones de ataque y fútbol moderno, le agregó la pizca siempre necesaria de la “picardía criolla”. Que no debe mal interpretarse ni mezclarse con la “viveza” ni con las “ventajitas” siempre despreciables y repudiables, sino con la picardía que permite este juego, como lo permite el “Truco”, el otro deporte nacional. Agüero vio que el arquero había adelantado demasiado la pelota, lo apuró a toda velocidad y del error del nigeriano vino el estupendo tiro libre de Banega que derivó en el 1 a 0 a los 27′ del primer tiempo.

Un primer tiempo que mostró un buen juego de los hombres de Sampaoli. Un esquema de 3 defensores (Mascherano, Pezzella, Otamendi), 3 volantes (Pérez, Banega, Lo Celso), un enganche (Dybala) y 3 hombres de ataque (Pavón, Agüero y Di María) pero que siempre se paró en función de ataque.

Un jugada bien combinada entre Dybala, que habilitó largo a Pavón, la corrida veloz del wing de Boca y el centro preciso, le permitió a  Agüero marcar el 2 a 0 a los 35 del primer tiempo.

Parecía que iba a ser una noche de brillo, pero…Había que sufrir. Sobre el cierre de la primera parte, a los 45′ Iheanacho descontó con un estupendo tiro libre. 2a 1 y a descansar.

Nigeria cambió su imagen y salió más decidida en la segunda etapa. Benedetto ingresó por el “Kun”. Argentina perdió ritmo y velocidad. Se quedó; se durmió un rato y cuando se despertó, caía 2-3.

A los 52′ Iwobi y a los 54′ Idowu, revirtieron el marcador. Nigeria mataba con un ataque rápido y vertiginoso, Argentina retrocedía con dificultades y mostraba desacoples en defensa. La noche en Rusia empezaba a preocupar.

El equipo se había dormido y quería reaccionar con un marcador adverso, inimaginado cuando faltaba poco para terminar el primer tiempo.

Los cambios no trajeron soluciones. Al contrario, como suele suceder en estos partidos, cada variante suma un futbolista que intenta mostrarse lo máximo que pueda para ser considerado, y el funcionamiento colectivo se desdibuja. El rendimiento se ve mejor plasmado en la alineación inicial, cuando todos parten de cero. Después, con el marcador adverso, la necesidad de revertirlo y el interés de cada uno de poder mostrar sus mejores cualidades, conspiran contra el andamiaje colectivo. Pasan los minutos, y el equipo se diluye.

A los 73′ un golazo de Iwobi, con un remate cruzado a la izquierda de Marchesín, sentenció el marcador. Nigeria, que perdía por 2 a 0, lo dio vuelta y se impuso por 2-4.

Un llamado de atención. Un golpazo para una Argentina que imaginaba otro desarrollo y otro resultado cuando llegaba 2 a 0 arriba al final del primer tiempo. “Hoy un juramento, mañana una traición”, los amores de estudiantes que describió Carlos Gardel aparecieron en el frío de Rusia. La selección argentina jugó un buen primer tiempo, que invitaba a soñar. La segunda parte, pareció una pesadilla.

 

Hernán O’Donnell

 

 

La Argentina le avisó al mundo que atacará siempre

Argentina es un equipo que ataca. Siempre. A veces de modo lento, previsible, prolijo. Otras, con más velocidad, con un ritmo más acelerado, con toques profundos, aceleración por los costados. Y siempre, también, con la magia de Leo Messi. Porque todo pasa por él, por sus gambetas, sus toques y su capacidad de conducción.

Pero la primera conclusión y lectura que deja el partido es que la selección siempre va al ataque. Se para lo más adelantado posible en el campo, con los tres defensores bien cerca del medio de la cancha y de allí trata de recuperar la pelota para ir rápido hacia el arco del adversario.

Los tres zagueros fueron firmes en esa tarea: Mascherano, Pezzella y Otamendi, en el primer tiempo cortaron y generaron salidas muy veloces. Por los costados, Salvio fue más punzante que Di María, y en el medio Kranevitter cortó y Enzo Pérez se movió con mucha dinámica.

Después llegó el momento de profundizar. Allí sumó varias chances la Argentina; de un desborde de Salvio, un centro que un zaguero ruso sacó al corner con la presencia de Messi amenazante; una entrada de Di María, bien desvaida por el arquero y una media vuelta certera del kun Agüero, que el arquero sacó de modo magnífico.

Argentina fue más, pero no pudo abrir el marcador en el primer tiempo, y en el segundo se repitió el libreto: el visitante al ataque, el local con mucha gente en defensa, para dificultarle cada avance.

El ingreso de Alejandro Gómez por Lo Celso le dió más aire al equipo; el “Papu” se asoció mejor con Agüero y con el propio Messi. Luego ingresó Diego Perotti, de buena actualidad en el fútbol italiano, por Di María, que tuvo una actuación aceptable.

La Argentina tuvo siempre la misma barrera; un equipo que acumuló mucha gente en defensa y si bien Smolov preocupó en ataque y Rausch lució en el juego aéreo.

Pero costaba mucho quebrar el cero. Y la sucesión de cambios le quitaba, como suele suceder en los amistosos, ritmo al partido y desdibujaba las intenciones iniciales.

Hasta que llegó la magia, la velocidad y la certeza en la concreción: a los 85′, Leo Messi vio a Pavón por la derecha, le puso el pase preciso, el wing, que partió un pasito adelantado, llegó al fondo y cruzó un centro para Agüero. El remate del Kun rebotó en un defensor y de cabeza, tras el rebote, marcó el 1 a 0 para la albiceleste.

Era sobre el cierre del partido. Y fue el final. 1 a 0, justo, apretado, con un gol que no debió convalidarse, pero que marcó la luz de ventaja que mostró la selección, y el paso al frente que dio ante el mundo. La Argentina avisó que ataca siempre y que empieza a perfilarse en su camino al Mundial.

 

Hernán O’Donnell 

 

Rusia y la Argentina presentan el Mundial

Es así. Es el partido presentación de la Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018. Los ojos del mundo están depositados en el Estadio Luzhniki, para ver el choque de rusos y argentinos, que le da un sabor muy especial, porque allí se inaugurará la Copa el 14 de junio y la despedirá el 15 del mes siguiente.

Ayer, en la casa de Rusia en Buenos Aires, donde se hizo una gran presentación del torneo, se bromeó, en varias ocasiones al decir que este encuentro podría repetirse en la gran final. Así de sencillo. En Rusia lo esperan con una expectativa desbordante. Con entusiasmo por su equipo y una declarada admiración por la estrella argentina, Lionel Messi.

El frío ya se hace sentir en Moscú. La nieve comienza a asomar su habitual presencia en estos meses, y el abrigo es parte del paisaje de cada semblante.

Allí está la selección. A la espera del encuentro, cuando ya se vive, a través de eventos y presentaciones, la Copa del Mundo. Ayer se hizo conocer el balón con el cual se va a jugar el torneo. Messi fue la estrella absoluta de la reunión, por encima de la pelota misma y de la marca que patrocina a todos: Rusia, Argentina, el esférico y el propio Leo.

“Trabajamos con dos grupos de jugadores, todavía no está confirmada la formación” dijo Sampaoli. “Las certezas tienen que ver con el funcionamiento del equipo; tenemos que evaluar a jugadores y también el rendimiento del equipo, son caminos paralelos que tenemos que ver y evaluar”, señaló en la conferencia previa al partido.

“La observación de jugadores es la misma, pero empieza a bajar para definir los que integrarán el grupo; en marzo vamos a tener más claro los jugadores que irán al Mundial. dos por puesto y los tres arqueros. En ese momento va a estar más claro quienes van a integrar la lista del Mundial”, respondió por la consulta sobre los jugadores que irán al torneo.

“Lo Celso puede establecer un vínculo en el juego con Leo; de alí pueden surgir pases y calidad en movimiento para progresar en ataque. Pueden estar cerca o lejos; además hay que encontrar otro tipo de vínculo para que no dependa todo de Leo; él puede ser neutralizado en algún momento y necesitamos tener otras variantes”, respondió sobre el ex volante de Central.

Sobre Higuaín: “La presencia de Gonzalo (un delantero top) en el momento de clasificarnos, en el corto plazo, no era conveniente, pero ahora será seguido como todos, tendrá la mirada nuestra sobre él y ojalá pueda estar en una próxima convocatoria”. Ya lo había comentado en una conferencia anterior: Higuaín ya pasó todas las pruebas, no es un jugador a evaluar. lo lleva o no lo lleva al Mundial.

Es que después de estos partidos, la convocatoria estará basada en su rendimiento en los clubes, su actualidad, pero también con la relación que puedan establecer con sus compañeros. Higuaín, en el momento que está y por el conocimiento de sus compañeros, es, creemos, indispensable llevarlo.

“Disfruto y a veces me genera una responsabilidad y una obligación dirigir al mejor del mundo, representando a la Selección de mi país como lo es Messi”, se sinceró en la fría Moscú.

“En algún momento tuve miedo de no poder clasificar, traté de mostrar calma y convencimiento en mis ideas, y ahora tenemos que vivir el momento, disfrutar y llevar el camino hacia la Copa del Mundo. El disfrute tiene que ser mayor que el peso de la responsabilidad, eso le digo a los jugadores y también yo lo tengo que aprender”, afirmó el entrenador.

“A Leo lo veo muy maduro, se puede establecer un diálogo bueno de jugador a entrenador, y si tenemos la posibilidad de sacarle algún partido, porque tenga fatiga muscular o alguna cosa, lo vamos a hacer. El que propuso sacarlo del segundo partido fui yo, porque Leo siempre quiso jugar; soy yo el que le da libre el segundo partido”, dijo Sampaoli.

“Icardi me dijo que estaba lesionado, y el club entiende que debe recuperarse allí. Hay que interpretar lo que quiere el club. No le pedí a Mauro que venga porque tampoco se lo pedí a Mercado, Acuña ni Biglia, que fueron casos similares y titulares en los últimos partidos, Mauro no lo fue” expresó sobre la ausencia de Icardi.

También habló del adversario de mañana: “Lo hemos visto a Rusia, lo conocemos. Es un rival duro, con un entrenador rígido y tiene buenos delanteros. El estadio es espectacular.”

Habló de los rivales en la Copa, del poderío de Francia, España, Alemania, lo que pueda dar Bélgica. De los jugadores que puedan sumarse, de la jerarquía de los futbolistas argentinos; no esquivó ningún tema y se fue tranquilo con la cabeza puesta en el partido de mañana y en la fantasía de volver a este lugar el 15 de julio del año que viene.

 

Hernán O’Donnell

 

La selección empieza a mostrar su alma

En unos días jugará un partido que es algo más que un amistoso. Es el encuentro que marcará el inicio a la cuenta regresiva de la Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018. Tiene aroma a presentación del Mundial, a la apertura de las puertas de Rusia hacia el mundo. El equipo local, el que inaugurará el torneo el 14 de junio del año que viene en ese mismo escenario, el Estadio Luzhniki, ante uno de los conjuntos más poderosos de la Tierra, con el jugador más cotizado y célebre de estos tiempos: Leo Messi.

Este partido es más que un amistoso. Es la entrega de la selección argentina ante el mundo: la presentación de un gran candidato, que sufrió para llegar, pero ahora dice presente y voy por mucho más.

Este partido es el que comienz a mostrar el alma de la selección albiceleste. El que empieza a definir el juego, la forma y los intérpretes. Es el inicio del sueño. Comenzar a desandar el camino.

La Argentina lo toma como lo que es: la presentación en el “Teatro de los Sueños” de 2018. Allí se jugará el partido inaugural, y allí se disputará la gran final del domingo 15 de julio.

Por eso la preparación intensa y el trabajo dividido por sectores: La defensa trabajó en Acortamiento de espacios; postura de línea defensiva; balones cruzados y corridas transversales.

El ataque se entrenó en demarcación combinada, a través del juego, amenaza al marcador central con movimiento y, lo más importante para nosotros: Definición.

Hoy se repite el doble turno, igual que el jueves 9 y el viernes 10.

Pero el frío de Moscú dejó un tiempo para algunas confesiones de invierno; en una larga y jugosa entrevista con la señal de TV TyC Sports, Lionel Messi habló de muchos temas, en un clima de intimidad que hacía tiempo no se le veía.

“Se demostró que todo lo que se dice es mentira. La última es que decíamos que no queríamos a Mauro (Icardi). Jamás puse y saqué un jugador, esas no son mis formas”.

“Sufrimos las críticas, pero las que más sufre es la familia, ellos quieren más que nosotros que ganemos; creo que merecimos, por lo menos, ganar dos de las tres finales perdidas. Y si ganamos el Mundial camino de Arroyo Seco hasta San Nicolás”.

“Jorge Sampaoli es una persona muy inteligente, que sabe bien lo que quiere de sus equipos. Di María, Agüero, Higuaín , Mascherano son todas figuras en los equipos más importantes del mundo. es una falta de respeto hacia ellos y hacia mí que se diga que juegan porque son mis amigos.”

“Quisiera evitar a España en el grupo del Mundial, porque es un rival muy díficil; ellos, más Alemania, brasil y Francia son los candidatos a la Copa del Mundo”.

Habló de la familia, de los amigos, de que con Dybala no tiene que aclarar nada y entendió lo que quiso decir, de los campeonatos de truco, la convivencia en las concentraciones con el Kun, el deseo de tener una hija para completar la familia, de las historias de mate y la vuelta feliz de Quito…

Lionel Messi abrió el alma de la selección. Cuando se viene un partido que es mucho más que un amistoso: es el comienzo del trabajo hacia la conquista del Mundial.

 

Hernán O’Donnell

Argentina llega a Rusia para empezar a vivir el Mundial

El equipo que comanda Jorge Sampaoli ya llegó a Moscú; ya está en Rusia, para jugar un partido que, si bien tiene el carácter de amistoso, es esperado por el mundo entero, porque tiene todos los condimentos para significar algo así como el puntapié inicial del camino hacia el inicio de la Copa del mundo de la FIFA-Rusia 2018.

Porque se presenta Leo Messi, una suerte de Dios futbolístico adorado por millones de personas que siguen a este deporte en todo el planeta, sin distinción de nacionalidades ni banderas; porque visita Rusia, un país que lo idolatra desde su Presidente Putin hasta el más humilde de los trabajadores; porque juega el local, Rusia; y porque se reinaugura el mítico Estadio Luzhniki

Este escenario que se construyó en 1956, en pleno dominio de la Unión Soviética. Hoy se lo conoce como el Gran Estadio Deportivo del Complejo Olímpico Luzhnikí, pero nació bajo el nombre de Estadio Central Lenín.

Luego de la construcción, 20 años después, hacia 1976 comenzaron las obras de aconidionamiento para los Juegos Olímpicos Moscú 1980. Fue el escenario principal de esas competencias deportivas, tal es así que allí se realizaron las ceremonias de Apertura, Clausura y las competencias de Atletismo.

Después tuvo un uso mayoritario en el fútbol. Las grandes potencias del país supieron utilizarlo; el Lokomotiv, CSKA y el Spartak han actuado allí en numerosas ocasiones. también se lo recuerda por ser la sede de la final de la UEFA Champions League de 2008, entre los conjuntos ingleses de Chelsea y Manchester United.

Ahora es el momento de ver a las estrellas argentinas que comanda Leo Messi. Allí va la Argentina; allí estará presente en unos días para conocer el estadio que el próximo 14 de junio albergará a Rusdia para la presentación de la Copa del Mundo, y soñará, la albiceleste, con volver a presentarse el domingo 15 de julio para jugar la gran final.

 

Hernán O’Donnell