Dinamarca, la amenaza del Grupo C

Tras haberse ausentado de la Copa del Mundo de la FIFA-Brasil 2014, Dinamarca vuelve, para mostrar ese fuego rojo de un fútbol endiablado que alguna vez, tal como sucedió en el Mundial de México 1986, fue toda una sensación.

Cuando parecía que iba a quedarse eliminada, tras el empate ante Irlanda 0 a 0 como local, los daneses sorprendieron al mundo para vencer por 1 a 5 a los irlandeses en Dublín; una goleada histórica que tuvo al volante de Tottenham Hotspurs, Eriksen como principal figura tras haber señalado tres goles.

Ahí sellaron su vuelta a la cita máxima del máximo de los deportes mundiales; una vuelta esperada, porque hay una historia mágica en un equipo que fue admirado en el Mundial de México 1986, el Mundial de Maradona, cuando los europeos golearon a Uruguay por 6-1 y parecían una sombra peligrosa en el torneo, hasta caer 1-5 en un desliz estrepitoso ante España.

Allí brillaron entre otros, Eljkaer-Larsen, Michael Laudrup, Henrik Andersen, Jesper Olsen, Morten Olsen, entre otros. En la fase de grupos, además de la goleada a Uruguay, le ganaron a Alemania (que sería uno de ,los finalistas) por 2 a 0 en Querétaro..

Hubo en ese momento, grandes expectativas por los daneses. Luego, alguna golondrina de verano, como la conquista de la EURO Suecia 1992, cuando ingresaron en calidad de invitados y se llevaron el premio mayor.

Así pasaron años de altibajos; no llegaron a la Copa del mundo de la FIFA-USA 1994, pero alcanzaron la Copa FIFA-Confederaciones 1995. En el Mundial de Francia 1998 pasaron a octavos, donde golearon a Nigeria por 4 a 1 y en cuartos de final cayeron ante Brasil en un vibrante partido, por 2-3.

en ese sube y baja permanente, los resultados fueron como un electrocardiograma: llegaron a octavos de la Copa del Mundo de la FIFA- Corea Japón 2002, no se clasifiacron a Alemania 2006, sólo consiguieron una victoria en Sudáfrica 2010 y el Mundial de Brasil 2014 lo vieron por TV.

Hoy el equipo se sostiene a partir de la figura de Kasper Schmeichel, arquero del Leicester City, hijo del célebre Peter, una defensa con la fortaleza que demuestran Simon Kjaer, de Sevilla, Andreas Bjelland, Andreas Christensen, de Chelsea; una línea de volantes con dos contenciones como Kvist y Delaney y un ofensivo como Christian Eriksen, destacada figuar en el gran Tottenham de Mauricio Pochettino.

Sisto, de Celta de Vigo, Jergensen de Feyenoord y Poulsen de Leipzig de Alemania, son tres hombres de ataque que muestran siempre una cuota de peligrosidad.

Una mezcla positiva de madurez y juventud, vientos renovados, la habitual llamarada roja de su camiseta y la contundencia que lo llevaron a lograr el boleto definitivo son las características de una Dinamarca que se ha planteado clasificarse en su grupo y ser una amenaza para cualquiera en el próximo Mundial.

 

Hernán O’Donnell