El sello del fútbol champagne que es propiedad de Francia

Es el gran favorito del grupo C. Y no sólo eso, también está en el pelotón de los candidatos al Título del Mundo. Quizás no este en esa primera línea imaginaria que integran Brasil, Alemania y España, pero Francia se ubica, junto a Inglaterra, Argentina, tal vez Portugal, en el macro grupo de los que se puede esperar que alcancen el objetivo máximo.

Tiene una tradición enorme dentro de la historia del fútbol y sus mundiales; ha participado en 14 ediciones y tuvo el honor de jugar el primer partido de la historia de la Copa del Mundo cuando lo hizo en la edición inicial de Uruguay 1930, encuentro en el que derrotó a México por 4 a 1, y en el cual Luicen Laurent marcaría el primer gol de la historia de los Mundiales.

. Jugaría la siguiente Copa en Italia 1934 y organizaría la de 1938. Después, vendría la generación de Raymond Kopa y Just Fontaine, quien aún ostenta el récord de goleador en un Mundial, cuando convirtió 13 tantos en la Copa del Mundo de la FIFA-Suecia 1958.

Pero lo mejor de Francia llegaría sobre el final del Siglo XX. Un Mundial que anticiparía la aparición de una generación estupenda con una estrella que conquistaría el Mundo: En Argentina 1978 ya se veía la aparición del fútbol champagne y de su mágico conductor, Michell Paltiní. En España 1982 llegaron a semifinales y cayeron por penales ante Alemania, en un partido vibrante, polémico y electrizante. Desplegaron un fútbol mágico en México 1986, donde también alcanzaron las semifinales tras batir por penales a Brasil en un encuentro inolvidable, y cayeron por 2 a 0 ante Alemania.

Tras años de luchas, el reconocimiento de la historia se cerraría en su casa en la Copa de 1998. Ahí se dió el gusto de gritar Campeón tras ganarle una final a Brasil con un 3 a 0 lleno de autoridad, y el compás de una orquesta que dirigía el genial Zinedine Zidane, secundado por notables compañeros como Sagnol, Blanc, Desailly, Deschamps, Petit, y David Trezeguet, entre otros.

El presente lo encuentra en una ubicación expectante, con muchas ilusiones y argumentos como para animarse a soñar en grande. Un esquema de juego definido, intérpretes de renombre como el arquero Lloris, los defensores Raphael Varane, Samuel Umtiti, Lucas Digne, Laurent Koscielny, los volantes Blaise Matuidi, Paul Pogba, Adrien Rabiot, N’Golo Kanté, Tomas Lemar y los atacantes Antoine Griezmann, Olivier Giroud, Anthony Martial, Kylian Mbappé, Ousmane Dembelé, Wissam Ben Yeder…

Nombres rutilantes, de jerarquía y fama mundial. Jóvenes y expertos que hacen una mezcla magnífica del más puro fútbol champagne que vuelve a embarcar a toda Francia en la esperanza de conquistar, por segunda vez, la Copa del Mundo.

 

Hernán O’Donnell