Serbia empieza a escribir su historia

Fue parte de Yugoslavia y como tal muchos de sus jugadores representaron a ese país a lo largo de la historia de las Copas del mundo de la FIFA. Luego quedó integrada a la unión con Montenegro, y así fue como participaron del Mundial de Alemania 2006. En junio de ese año, mientras se jugaba la Copa del Mundo, la República de Serbia y Montenegro se separaron, y a partir de allí cada nación tuvo su propio seleccionado.

Por eso su historia es novel; trae aparejada toda la trayectoria de Yugoslavia, pero empieza a tejer su propio sendero.

Luego de su separación, Serbia debutó como selección independiente con un triunfo por  3-1 sobre la República Checa. Pero el camino no sería un sendero de rosas; no logró la clasificación a la EURO Austria-Suiza 2008, ni tampoco a la EURO Polonia-Ucrania 2012. Sí iba a llegar a la Copa del Mundo de la FIFA-Sudáfrica 2010, pero no superaría la primera fase, con una victoria y dos derrotas.

Tampoco los años que vinieron fueron felices, sin alcanzar el pase a la EURO Francia 2016; pero con la conducción de Muslin logró el pasaporte a Rusia 2018 en una zona de clasificación dura y compleja, donde dejó atrás a Irlanda y Gales.

Luego, el DT fue reemplazado por Mladen Krstajic, ex futbolista del seleccionado.

Nemanja Matic, volante del Manchester United es su principal figura; en defensa se destacan Obradovic, Tomovic y Kolarov, de destacada labor en la UEFA Champions League en la zaga de su euqipo, Roma.

El jugador de Southampton, Dusan Tadic y el goleador Mitrovic también son para reconocer.

Tiene futbolistas en Inglaterra, Portugal, Alemania, España, Italia…cuenta con una mezcla de experiencia y juventud y más allá del talento de Matic o Tadic, el equipo se muestra como un bloque, juega en espacios cortos y hace del esfuerzo y el sacrificio, una religión.

El objetivo es pasar la primera ronda, por eso espera tener resultados favorables con Suiza y Costa Rica, pues todos entienden que Brasil es algo parecido a lo imposible en ese grupo.

Allí está Serbia; con su naciente federación, su historia basada en la trayectoria de Yugoslavia y con muchas ganas de empezar a recorrer su propio camino en la historia de los Mundiales.

 

Hernán O’Donnell