Argentina: El Mundial nos da una chance, tomemos la oportunidad

Mientras algunos se enamoran de selecciones que vaya a saber que problemas tienen, mientras otros se suben al carro del que pueda alcanzar el éxito, mientras otros ven errores árbitrales o “muñequeos” sólo cuando está involucrado su equipo del corazón (como si sólo se ayudara a Boca o River, y ningún otro equipo o seleccionado en el mundo), mientras nos desangramos en un mar de chimentos, rumores, dichos y contradichos, Argentina aún tiene una chance clara de seguir en la Copa del Mundo de la FIFA-Rusia 2018.

Y parece que no nos importara. Parece que todos, TODOS, estuviéramos más allá de esa situación. En esta era del NARCISISMO, donde sólo vale tener razón, “yo te lo dije hace muuuucho…”, “me contó mi primo”, y poso en selfie en cualquier lugar del planeta (y sobre todo en los eventos deportivos Mundiales, esos bien grandes para decir: “Ahí estuve”), pareciera que lo más importante, lo que más nos importara es tener razón, quedar como los genios de la información, del análisis, del “saber” de cualquier tema, y además, de paso, de no respetar la opinión ajena. “Bardearla”, como dicen en la calle.

Así está la sociedad argentina; por lo menos en las redes sociales, aunque si uno transita a diario por las calles de cualquier ciudad grande del país, tendrá la tensión como acompañante y la disputa callejera como religión de cada día.

Y no podía estar ajena la selección a todo este barullo diario. No podía evitar envolverse en el escándalo mediático. Claro que hay una responsabilidad grande de los protagonistas. Es obvio que los rumores surgen de fuentes cercanas, así como el acceso a la información es muy restringido y eso también contribuye. Y es más que probable que existan divisiones, como en todo grupo, que las relaciones no sean las más fluidas y que también exista la mesa chica que toma peso en decisiones donde NO debería tenerlo. La mesa chica NO debería existir. En todo caso, debería ser la de los dirigentes para los temas institucionales y la del cuerpo técnico para la parte futbolística.

Esto parece no suceder en el equipo argentino. Y con los resultados negativos que se registraron en este Mundial, todo lo concerniente a eso de la famosa mesa chica, tomó una dimensión inimaginable. Potenciada por los narcisistas de las redes. Y por el clima bélico imperante en nuestra sociedad, en las calles y en el mundo virtual.

Así estamos. Desangrandonós. Y aprovechando cualquier comentario, opinión, o análisis, para descargar un insulto, una agresión, una “bardeada”. Para pelearnos, el deporte nacional.

Amo el fútbol y esto va más allá de cualquier resultado que pase en la cancha. Hasta hoy, no me desvivía ningún resultado en el Mundial, pero ahora que veo tanta agresión, tanto “cipayismo” por otra selección, cualquiera sea, tanta agresión, tanto DT suelto, tantos deseo de derrota…Ahora, más que nunca deseo que puedan arreglar todos los problemas que existan en el grupo, que puedan encontrarse, firmar la paz, pactar una tregua, darse la mano y darse este tiempo, quizás otro no hay…darse la oportunidad de salir a la cancha el martes, buscar la victoria y seguir en el Mundial. Lo deseo más que nunca.

 

Hernán O’Donnell