El nuevo Seleccionado empieza a caminar

El empate contra Colombia deja muchas cosas para analizar. Es cierto que el equipo recién se empieza a conocer, que muchos futbolistas son nuevos en la selección nacional, que otros tantos tienen pocos partidos y del largo ciclo y plantel anterior sólo estaba presente el arquero Sergio Romero. Pero el encuentro fue interesante, no tuvo por razones obvias la emoción ni la ansiedad que genera un partido por los puntos en un campeonato, pero tuvo un marco agradable, propuestas similares por parte de ambos y se armó un espectáculo entretenido.

La Argentina arrancó bien, con criterio y con ganas de ir al ataque. Se movieron bien los volantes, Lo Celso para armar las salidas, Palacios para mostrarse siempre y acompañar y más adelante estuvieron muy activos Gonzalo Martínez y Mauro Icardi. Con el respaldo de Rodrigo Battaglia, de muy buena labor general y el adelantamiento de la línea de cuatro, la selección pudo dominar a Colombia y generar algunas acciones de riesgo. Un remate de media distancia de Palacios y una aparición clara de Icardi fueron las posibilidades más claras de la selección.

Después cedió terreno y perdió el control del balón. A partir de la media hora de juego empezó a crecer la Selección Colombia. Bien parada en la cancha, creció a partir del manejo de Wilmar Barrios, la conducción de Juan Fernando Quintero y la movilidad permanente de Cuadrado, conductor y ejecutor de cada ataque. Se sumaba entonces Radamel Falcao y Colombia cerró la etapa con una mejor impresión.

En el complemento, el equipo de Scaloni retomó el control. Ya el partido era más equilibrado, pero algunas variantes le dieron más profundidad al equipo. El ingreso de Franco Cervi fue importante: siempre se mostró activo y como alternativa de ataque; luego, a los 53′ ingresó Paulo Dybala, que de manera rápida se transformó en conductor del equipo. Tuvo momentos de lucimiento personal y fue muy activo en el juego. Colombia mantuvo su estrategia, trató de manejar el ritmo e imponer su juego. Un buen pase de Quintero dejó a Carlos Bacca sólo ante Armani y la buena respuesta del arquero privó a Colombia de abrir el marcador.

En los minutos finales, salieron Cuadrado, Quintero y Falcao, pero no se resintió su funcionamiento. Benedetti y Bacca tuvieron una buena participación.

Argentina mostró cosas interesantes. El juego asociado, la búsqueda del compañero, el compromiso de todos, la idea de jugar en bloque sin excesos individuales, la presencia de Battaglia, la firmeza de los centrales Pezzella y Funes Mori, la voluntad de Bustos, las ganas de Simeone en los pocos minutos que jugó, la velocidad de Pavón, la habilidad de Martínez, la conducción de Dybala…Todo junto, formó un equipo. El aporte de cada uno, fue la suma que este equipo necesita. Está muy claro, por lo menos es nuestro pensamiento, que varias de las figuras ausentes (Messi, desde ya, Agüero, Higuaín, Di María, Otamendi) todavía tienen mucho para darle a la selección. Pero este nuevo plantel mostró algunos pasos, y tanto en Los Ángeles como en New Jersey demostró que empieza a caminar.

 

Hernán O’Donnell