Con la soga al cuello, Tigre y Atlético Tucumán superaron a dos grandes rivales

Habían sacado una ventaja importante en el partido de ida; los dos habían superado a dos grandes de nuestro fútbol. Y tenían el resultado a afvor, pero, tal como se vio en la Champions League y como se sabe desde tiempos inmemoriales, los partidos duran hasta el silbato final, y las series de dos encuentros (180′) no permiten aventurar un final en el primer encuentro, porque aunque el resultado sea amplio, quedan 90′ y un poco más por jugar, con una historia nueva, planteles renovados y aires de esperanza.

Racing tuvo 45′, los iniciales, de muy buen nivel. recuperó el estilo que lo llevó a ganar el campeonato de la Superliga. Fue ambicioso, tuvo dinámica y empujó a Tigre contra su arco. Orbán, de cabeza tras un corner desde la derecha marcó el primer gol a los 20′. Después fue Lisandro López quien capturó un rebote en el área y marcó el 2 a 0 a los 38′.

En el complemento, mermó un poco la presión, aunque siempre el control lo tuvo el local. Tigre se acomodó un poco mejor en su campo y cuando todo parecía llevarnos a la definición por penales llegó el golazo de Perez Acuña a los 90′ y en la agonía, el visitante convirtió un gol de mucho valor, pues obligaba a Racing a meter dos goles, en los 5 minutos que habían adicionado.

Cvitanich tuvo una oportunidad, pero el travesaño se lo impidió. Ahí se acabaron las últimas ilusiones de la Academia.

Tigre, por lo que hizo en el primer partido, logró el pase a las semifinales.

Unos minutos después, River salió hecho una tromba en el Monumental. Con una actitud y una dinámica similar a la que había exhibido ante Aldosivi, el equipo que conduce Marcelo Gallardo metió a Atlético Tucumán en su campo y comenzó a rodearle la manzana, hasta provocar la caída de su arco. A los 15′ Ignacio Fernández con una exquisita definición quebró el arco de Luchetti. 1 a 0 y la esperanza se encendía con muchos justificativos.

Aumentó lucas Pratto a los 41′ y entonces todos dejaron volar la imaginación a las remontadas de Europa y se entusiasmaron con un segundo tiempo que prometía más emociones.

Sin embargo, un cachetazo iba a recibir el local cuando nacía el complemento. Corner desde la derecha, la peina Leandro Díaz y Javier Toledo con la suela la toca a la derecha de Armani. Gol de Atlético Tucumán a los 50′ y un frío recorría el Monumental con el 2 a 1 que complicaba al millonario.

Pero el entusiasmo volví a reflotar a los 56′, cuando el tiro de Pratto dio en el poste izquierdo de Luchetti, de la Cruz tomó el rebote, se la pasó a Suárez quien convirtió y el encuentro quedó 3 a 1.

Después de un dominio permanente, de varios remates perdidos, ocasinoes que no se pudieron concretar, a los 84′ Lucas Pratto señaló de cabeza y con el 4 a 1 se desató la euforia. Quedaba tiempo para un gol, nada más…

No hubo milagro. Se aferró Tucumán al resultado y pudo aguantar el embate final. Había consumado el objetivo enorme de superar en la serie a un grande, tal como minutos antes lo había hecho Tigre. Para confirmar una vez más que las Copas están hechas de historias, de hazañas y de sueños imposibles que en noches impensadas se hacen realidad.



Hernán O’Donnell