Bolivia emprende un camino de aprendizaje y superación

Eduardo Villegas tiene una larga trayectoria en el fútbol boliviano, tanto como jugador como en el rol de Director Técnico. Ha pasado muchas experiencias, ha tenido mil batallas y sabe de que se trata. Conoce mucho el fútbol de su país.

Jugó en los grandes equipos de su tierra: Oriente Petrolero, The Strongest, Blooming, Jorge Wilstermann, San José, Bolívar. Se destacó como volante y salió campeón en 4 oportunidades.

Desde 2005 ejerce la dirección técnica y ya pasó por San José, Universitario de Sucre, Jorge Wilstermann, Oriente Petrolero, Bolívar y Sport Boys. Ganó seis campeonatos y construyó una leyenda dentro del fútbol de su país, pues es el DT con más conquistas en la historia de su tierra.

Después de salir campeón con San José en el Clausura 2018, fue convocado para dirigir a la selección de Bolivia. Y allí fue Eduardo, con esperanza, fe y trabajo.

Ahora tiene por delante una tarea fundacional. Recuperar a la selección, darle a Bolivia una entidad, que el equipo crezca, se meta en la discusión, sea competitivo. El equipo, bajo el mando de Villegas, igualó con Nicaragua 2 a 2 como local y perdió ante Japón y Corea del Sur por 1 a 0 y de visitante los dos encuentros.

Ya presentó la lista de 31, previa a la nómina final para jugar en Brasil.

Al pie de la información, una palabra que resume un sueño y un objetivo: Qatar. Porque el trabajo está enfocado en eso, en la renovación, en la competitividad, en el crecimiento. Y por eso empiezan por trazar una meta; la Copa del Mundo de la FIFA-Qatar 2022.

El viernes 24 de mayo se concentrarán en Santa Cruz de la Sierra, para comenzar la parte principal de los entrenamientos. Viajan luego a Francia, para enfrentar el 2 de junio a los campeones del mundo en Nantes.

Debutará en el Morumbí frente a Brasil en el partido inaugural de la Copa el viernes 14 de junio. El martes 18 estará en Río de Janeiro para enfrentar a Perú. Y el sábado 22 en Belo Horizonte se mide con Venezuela.

Es la cenicienta del torneo, el equipo que quizás menos posibilidades tenga. En los papeles, aparece muy lejos de sus adversarios. La “cátedra” no le da demasiadas chances de clasificar. Pero los partidos hay que jugarlos. Y Bolivia quiere aferrarse a la esperanza, esa que alguna vez le permitió abrazar la gloria en su casa, en la edición Copa América Bolivia 1963 y salir subcampeón en la edición Copa América Bolivia 1997.

En ambos casos, la altura jugó un papel fundamental. Hoy aguarda por una esperanza, una recuperación, un tiempo que le permita volver a soñar.


Hernán O’Donnell