Uruguay desperdició un tiempo, no pudo concretar y Perú festejó en los penales

Perú dio la primera gran sorpresa de la CONMEBOL Copa América 2019. Porque hasta ahora, los grandes se habían clasificado y si bien Colombia era un candidato, Chile, el rival que lo eliminó con justicia, venía con buenos antecedentes en el juego y en los resultados, además de ser el último bicampeón. Que Chile eliminara a Colombia no era impensado; pero Uruguay era claro favorito ante Perú, y sin embargo se quedó sin nada. El equipo de Gareca, que había sufrido una dura caída ante Brasil, se relamió sus heridas y llegó a las semifinales.

El equipo de Tabárez salió tranquilo, sin apurar el ritmo, sin apretar a Perú contra su arco. Tal vez imaginaba a un equipo inca metido atrás, sin ambiciones, por eso pensó un plan sereno, que el juego fluyera hasta decantar en el gol.

Pero tanta pasividad lo llevó a que los minutos pasen y las oportunidades se demoraran. Recién a los 23′ tuvo una clarita, muy clarita, cuando Suárez desbordó por izquierda, su remate se desvió en el arquero Gallese y el rebote le quedará a Edison Cavani, solo con el arco libre. Pero le entró muy abajo y la pelota se fue arriba del travesaño.

Después tuvo otra oportunidad el propio Cavani, cuando apareció libre e ingresó al área apenas apareado por Abram y el remate encontró la pierna salvadora de Gallese.

Dos oportunidades en un tiempo, que entre la lluvia y la falta de decisión, se le fue muy rápido.

Perú no tuvo muchas ocasiones en ese tiempo. Solo el peligro que irradia Guerrero y el comienzo, cuando Cueva y Carrillo tuvieron la pelota y manejaron, un poco, el ritmo del partido.

En el segundo tiempo, las obligaciones aumentaron. A los 46′, Valverde avisó de tiro libre. A los 57′, desborde por derecha, centro al corazón del área y Godin, solo, eleva el remate. Uruguay acumulaba ocasiones y encima el VAR volvía a invalidarle un tanto a Cavani por offside previo.

Ya era otro equipo y otro partido. Perú tardaba en aparecer. Pero se aferraba a su libreto, que había estudiado y aprendido. Defensa firme, salida prolija con Carrillo, Cueva y el “Oreja” Flores; cuando podían armar juego, asistían a Paolo Guerrero para preocupar a la defensa uruguaya, que en los últimos minutos pasó varias zozobras…

Todo nos condujo a los penales. Luis Suárez erró el primero; mejor dicho, se lo atajó Gallese. y ya no hubo posibilidad de redención. Todos convirtieron hasta terminar en el 5-4 para el equipo de Ricardo Gareca.

Una pena por ese sabio del fútbol que es el Maestro Oscar Tabárez. Ya había anticipado las posibilidades de Argentina cuando muchos la descartaban en la Copa; y también cuando afirmó que “ningún resultado está asegurado en el fútbol antes de jugarse un partido; ninguno. Nada se sabe, todo puede suceder. Lo que existe son presunciones, que a veces se confirman y a veces, no”.

Esta vez, las presunciones no se confirmaron. Quienes preveían una victoria de Uruguay, el fútbol volvió a demostrarles que nada está asegurado desde antes. Perdió el partido, pero el fútbol le volvió a dar la razón al Maestro Tabárez.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Chile siempre fue superior y los penales le dieron la razón

Pocos lo tenían en cuenta, pero allí está Chile. Llegó a las semifinales sin que su participación hiciera mucho ruido en los medios, pero lo cierto es que el equipo se mostró sólido y competitivo desde el primer momento de su primer juego ante Japón. Ya ahí habíamos advertido que el bicampeón defensor del título estaba en un buen nivel, con un equipo competitivo y cuatro jugadores, integrantes de la columna vertebral, de gran nivel.

Ante Colombia, que llegaba invicto y con puntaje ideal, se mostró agresivo desde el inicio. Con sus líneas bien adelantadas, un Gary Medel que se desprendía del fondo, el trabajo incesante de Pulgar, la versatilidad de Arturo Vidal, la habilidad de Alexis Sánchez y la potencia de Vargas, Chile se llevó por delante a Colombia.

Fue un primer tiempo completo, donde dominó e incluso llegó al gol, pero el VAR detectó una posición adelantada milimétrica de Sánchez y el tanto no tuvo validez. Pero era una clara señal de la superioridad de la “Roja” sobre la Selección Colombia.

El equipo de Queiróz no tuvo el juego atildado de siempre, pero tampoco lució en la pelea del partido. Se vio superado en el juego, y sólo la voluntad de Barrios y la dinámica permanente de Cuadrado equilibraban las acciones.

No tuvo casi posibilidades el equipo cafetero; pero Chile siempre se mostró activo y más metido en el partido.

En el segundo tiempo también llegó al gol tras un violento remate cruzado de Arturo Vidal, su mejor figura, pero tampoco fue convalidado por una mano previa también detectada por el VAR.

No se cayó el equipo trasandino a pesar de esos dos goles muy festejados y poco después no convalidados. No se dejó caer por el impacto anímico y continuó con su intención ofensiva hasta que el árbitro Néstor Pitana dijo basta.

En la tanda de Penales, el suspenso y los nervios se apoderaban de todos en tanto los ejecutores no fallaban. Hasta que llegó el quinto tiro y Colombia erró el suyo tras el remate afuera de Tesillo. Toda la definición le quedaba a Alexis Sánchez, igual que tantas otras veces, y no falló.

Chile a semifinales, un equipo serio, comprometido y con varias figuras en alto nivel que le permiten mantener el sueño de la defensa del título muy vigente.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)