Brasil tuvo su fiesta tan anhelada en un Maracaná que rebosó de alegría

Tanto soñar con la fiesta en casa, que Brasil, al fin pudo darse el gusto. Desterra fantasmas de Maracanazo, olvidar el sinsabor del 2014 y celebrar con una gran fiesta en el Estadio “mais grande do Mundo”.

El día empezó un poco fresco y nublado. Para el clima que se vivía la semana anterior, con días soleados y de más de 30 grados, era toda una novedad. La llegada de la lluvia el jueves y viernes, las horas desapacibles, el viento frío que se desataba en Copacabana, las playas despobladas y los nubarrones que acompañaron los últimos días previos a la gran final.

Después llegó el sábado frío, y el amanecer del domingo con un viento frío y el sol que se animó a salir cuando llegó el mediodía. Río de Janeiro ya era Río, la de siempre. Y la gente que empezó a llegar al mítico Estadio “Maracaná” para vivir el domingo inolvidable. Cinco horas antes se abrieron las puertas; las camisetas de Brasil acompañadas por las de los clubes. Y la gente que se arrimaba.

Las imágenes corrían con lsa horas; las charlas previas, los comentarios, las voces que se alzaban y los pronósticos. Todo junto en las charlas. El lamento por las oportunidades perdidas, Las polémicas, el VAR, Todo en charlas para matizar el tiempo.

La entrada en calor un poco adelantada para darle tiempo al show previo de Clausura de la CONMEBOL Copa América 2019¡. La música, y la fiesta.

Y el partido. Perú salió a tener la pelota, a atacar. A sorprender. Y la tuvo un rato largo, con un tiro libre peligroso de Cueva. Parecía que llevaba el partido, pero Brasil le mostró que en la primera jugada lo podía lastimar: 14′, desborde de Gabriel Jesús, centro, aparece libre Everton y con un remate seco abre el marcador. 1 a 0 para Brasil.

Ahí el partido entró en un pozo. En una meseta, porque Brasil cedió la pelota, los espacios. Se replegó y neutralizó a Perú, que insistió con el buen traslado de Cueva, la participación de Carrillo, las corridas de Tapia y la potencia de Paolo Guerrero acompañado por Edison Flores.

Pero Brasil no se inquietaba, y en cada arranque de Arthur, desborde de Dani Alves o de Alex Sandro y Everton, mostraba sus uñas.

Sin embargo, cuando parecía que el primer tiempo se agotaba con cierta intrascendencia, llegaron las emociones: un desborde por derecha de Perú, la combinación de Advíncula con Cueva, el centro, la mano de Thiago Silva y el penal que cobra Tobar sin dudar, aunque luego le hayan pedido que revise con el VAR.

Convirtió Paolo Guerrero a los 43′ y el partido se igualaba 1 a 1. Pero aún quedaba el descuento y Perú cometió un par de errores que le costaron caro. Perdió una pelota en mitad de cancha, Arthur se va, cuando entra al área habilita a Gabriel Jesús quien aprovecha el resbalón de Zambrano, para quedar solo y vencer a Gallese. 2 a 1 a los 47′ del primer tiempo.

Brasi, con apenas dos llegadas, se iba 2-1 arriba al descanso.

En el complemento, mejoró el local. Fue más agresivo, más ambicioso, buscó tener la pelota e incluso atacar más. Y tuvo un buen cabezazo de Firmino y otra entrada del delantero, que se fue por muy poco. Le costaba a Brasil, pero se sostenía en su jerarquía y su calidad. A los 70′ se fue expulsado Gabriel Jesus y Tité movió el banco: adentro Richarlison y Militao. En eso estaba, cuando Everton armó una gran jugada, lo cruzó Zambrano y Tobar marcó penal, corroborado por el VAR. Iban 87′ y Richarlison sentenció el partido: 3 a 1 para Brasil.

El Maracaná estalló en gritos, en oles y en cantos. Con un jugador menos podía maniatar a Perú, doblegarlo y controlar el final del juego. Llegó ese momento. El del festejo, el estallido, la celebración. Brasil ganaba 3 a 1 y se coronaba otra vez Campeón de la Copa América, como lo hizo cada vez que la organizó. Un triunfo justificado ante un digno Perú, en un torneo que no tuvo el brillo esperado, pero que le bastó al equipo de Tité mostrar su jerarquía y oficio para ganarlo desde el comienzo hasta el final.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)

Con una ilusión muy grande, Perú espera su día de gloria fubolística

Con los valores que le transmitió el entrenador; con la alegría inmensa de haber llegado a una final histórica, con la serenidad de haber hecho las cosas bien. Con la recuperación de un resultado adverso, duro y doloroso. Ahí está Perú. A la espera de su día de gloria futbolística.

“Yo duermo poco, y tengo una enorme expectativa con esta final. No tengo nada de que quejarme de la organización, desde que llegamos a Brasil todos han sido muy amables. No tengo nada que decir ni preocuparme. Estamos tan metidos en la final que no me preocupa el VAR ni cosas externas. Lo que hacemos es confiar, como siempre. Con el tiempo habrá que ver como se mejora el tema del VAR, saber todo lo que pasa. Por ahora todo es muy hermético. Con el tiempo, habrá que hacer que todos sepamos quien toma las decisiones y qué decisiones se resuelven. Pero ahora no me preocupa, estamos sólo enfocados en el partido”, apuntó el entrenador.

“Llegamos bien, hemos trabajado mucho y queremos llegar de la mejor manera”, dijo Ricardo Gareca. En la misma línea se mantuvo Edison Flores: “Estamos bien, es un partido muy importante, una final, y hay que dar lo mejor, como siempre. En lo personal, me siento bien, recuperado y con ganas de estar en el partido”, señaló.

Consultado sobre la selección argentina, respondió: “Sólo voy a hablar de la final. No voy a comentar nada de cosas del pasado. Se la importancia que tiene la selección argentina, pero es un tema del pasado y ahora estoy enfocado en la final”. Concluyente. Y honrado.

Flores comentó que “Tenemos que ser eficientes y tratar de aprovechar cualquier situación de gol que se nos presente. El partido anterior, pasó. hay que dejarlo atrás. Sólo pensamos en el partido que viene. Confiamos en que va a ser diferente”

“Paolo es una figura importante para Perú, es un jugador de relieve mundial. Tratamos de copiar sus virtudes, de aprovecharlas, y seguir su liderazgo, que es muy bueno para nosotros. Siempre ha sido un goleador muy importante para el equipo y para el país”, dijo Flores sobre el capitán Paolo Guerrero.

“Es un acontecimiento importante y espero que la gente lo pueda disfrutar”, comentó Gareca, “creo que Perú está en condiciones de poder soñar con el campeonato, de tener la ambición de ganarlo. Es importante tener la pelota; apuntamos a poder sacarle la pelota. Es difícil sacarle la pelota a Brasil, pero vamos a intentarlo. Y creo que hay que tratar de atacarlo. Vamos a ir a la búsqueda del triunfo. Después, el partido uno puede imaginarlo de una manera y a veces se da de otra forma. Las finales, además, son partidos distintos, son complicadas para todos. Más allá de los equipos que la juegan, en general, todo el mundo está tenso. Una final es complicada. Yo creo que no va a ser fácil para ninguna de las dos selecciones”, agregó el DT.

“Estamos muy enfocados en lo futbolístico. Es muy importante el conocimiento en el equipo, nosotros somos una selección que se conoce. Todo lo emocional me tiene tranquilo; son muchachos muy fuertes, acostumbrados a partidos duros, hemos jugado encuentros que definían seguir o no, entonces tenemos experiencia en esto”, expresó el DT argentino.

“El Oreja” Flores se refirió al entrenador: “Es muy importante lo que transmitió, lo que hizo. Nos dio mucha confianza, creyó en el jugador peruano. Se decía que era debil de cabeza, pero eso es un dicho de los de afuera: El profe empezó un trabajo hace tres años y rescato su liderazgo y su trabajo en el campo. El siempre busca lo mejor para que todos los peruanos estén felices””.

Ahí está Perú. Con la felicidad de su gente, con la esperanza. con el sueño de alcanzar su día de gloria.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Río de Janeiro, Brasil)