La Selección tuvo una noche estupenda y se clasificó para la final

El clásico del Río de la Plata se mudó a Lima. En un hermoso estadio, pero con menos gente de la que de modo habitual concurre cuando este viejo enfrentamiento se disputa en Uruguay o la Argentina. Y con un un condimento extra: el pasaje a la final del Torneo de Fútbol Masculino de los Juegos Panamericanos Lima 2019.

La Argentina disputó su mejor partido del torneo. Segura, decidida, ambiciosa, salió con determinación a llevarse por delante al rival, a atacarlo y lastimarlo. A ganar el partido. Es cierto que había tenido una buena performance en el debut ante Ecuador, donde se acomodó mejor al partido cuando le expulsaron a Nico González y armó un 4-4-1 un poco replegado pero que le sirvió para convertir dos goles pronto y después poder manejar ese partido inicial. Después tuvo una falsa actuación ante México y se recompuso con Panamá.

Pero lo de anoche fue superlativo. El equipo se mostró confiado y confiable desde el inicio. Un centro de Andrés Herrera y la potencia de Adolfo Gaich dentro del área para conectar y marcar el 1 a 0 cuando iban 6′ de juego. La combinación entre los jugadores de San Lorenzo le daba la ventaja a la Argentina.

Y no se quedó el equipo de Batista. No se conformó. Buscó aumentar y tras otra gran maniobra colectiva en ataque, el remate de Gaich fue detenido por la mano de un defensor uruguayo. Penal y gol de Valenzuela a los 29′; la Argentina ganaba 2-0

Uruguay no era el equipo sólido de la primera rueda. Le faltaba fútbol, no encontraba la pelota y encima se quedó con un jugador menos a los 33′ por la expulsión de Gularte tras una entrada violenta contra Gaich.

La primera parte se cerraba con un panorama oscuro para la “Celeste” y tranquilizador para la Argentina.

El segundo tiempo transcurrió sin grandes novedades. La Argentina se paró unos metros más atrás para explotar espacios más grandes y manejar la pelota con cierta comodidad. El reloj le jugaba a favor y Uruguay se empezó a soltar un poco más, pero no tenía profundidad. Era un poco la inercia del juego que lo llevaba a atacar, pero chocaba contra el orden del conjunto albiceleste.

Y cuando parecía que todo concluía con el resultado sellado en la primera parte, otra vez apareció el centrodelantero de San Lorenzo para aumentar el marcador y erigirse como la figura de la cancha.

Gran maniobra por izquierda, el centro de Medina, el remate posterior en el palo, el rebote que le queda a Gaich y su tiro que se transforma en el 3 a 0 cuando iban 85′ de juego.

La Argentina sellaba una actuación estupenda. Con convicción, juego y ambición, ganaba el clásico del Río de la Plata en Perú y se metía en la final para darle vuelo al sueño que mantienen desde el inicio de los Juegos.


Hernán O’Donnell