Argentina se llevó el Oro tras una actuación para recordar

Un partido distinto, como toda final. Un encuentro diferente a todos. La Argentina se midió con Honduras por la medalla de Oro de los Juegos Panamericanos Lima 2019 y ya no había lugar para las especulaciones, ni los análisis. Ni mucho menos poner en la balanza antecedentes de uno y otro equipo. Las finales siempre son partidos aparte, no cuenta el historial ni la trayectoria de los equipos en el certamen que se define, ni mucho menos la historia de cada seleccionado. Es un encuentro diferente donde todo parece equilibrarse y no hay demasiado espacio como para elegir un favorito.

Argentina intentó dominar el juego a través de la movilidad y creatividad de Nicolás González y Valenzuela. Bien apuntalados por Colombatto, el equipo albiceleste se paró con actitud ofensiva y así llegó al gol a través de Urzi, cuando iban 7′ de juego.

Parecía que podía encaminar el partido, pero Honduras mostró los atributos de sus primeros encuentros y con mucho juego físico, mucha velocidad en los desplazamientos, equiparó las acciones, y en una buena maniobra combinada llegó al empate, a los 41′ cuando Martínez Juarez capturó un despeje de Cambeses y convirtió. 1 a 1 y final del primer tiempo.

En el segundo tiempo, la Argentina buscó apurar el juego. Se despertó. Se sacó los temores propios de un encuentro definitivo y lo fue a buscar sin pensar en lo que podía perder. Y a los 58′ llegó el gol que le devolvió la tranquilidad: desborde por izquierda, centro al área y valenzuela que define con un tiro cruzado. 2 a 1 para el equipo de Batista.

Y vino una catarata que puso fin al suspenso. A los 61′ apareció Lucas Necul para marcar el 3 a 1. Y a los 65′ fue Fausto Vera el que convirtió para la Argentina para aumentar a 4 a 1 la diferencia.

Quedaba poco menos de media hora de juego y todo estaba terminado. La selección había marcado una diferencia indescontable, un golpe de K.O. para el equipo centroamericano. Honduras supo jugar el primer tiempo, pero esa ráfaga de goles la dejó desconcertada. Intentó reaccionar más por inercia y por obligación que por confianza.

Argentina controló el juego a partir de ordenarse bien en el campo, saber achicar espacios y manejar el balón con inteligencia. Tuvo alguna posibilidad más, pero le faltó certeza para sumar algún tanto más.

Pusieron en marcha el sueño allá por la primera fecha, el lunes 29 de Julio cuando le ganaron con esfuerzo y sacrificio a Ecuador, tras quedarse con un hombre menos, sacar una ventaja de dos goles y luego aguantar hasta el final para sostener un apretado 3-2. Luego tuvieron una falsa actuación con México el jueves 1 de Agosto, un mediodía que nada salió bien y aún así cayeron 1-2 con los dos goles del rival por dos penales en contra.

Se recuperaron el domingo 4 de Agosto con la victoria frente a Panamá. Y la gran actuación ante Uruguay por las semifinales; fue el miércoles 7 de Agosto con un rotundo 3-0.

Por eso llegaron a la final. Por eso vivieron unos días inolvidables en Perú. Por eso se llevaron con honor y alegría una medalla de oro, merecida e inolvidable.


Hernán O’Donnell