El Derby Romano tuvo mucho ruido en los postes y pocas nueces en las redes

Durante el fin de semana especial, donde los clásicos aparecieron por todo el planeta, el de la capital italiana tuvo muchas emociones, mucho ruido, pero pocas nueces. Poca concreción para todo lo que se gestó. Porque fueron más protagonistas los palos que las redes. Hubo muchos golpes en los postes pero pocos gritos de los “tifosi”.

Fue el fin de semana del clásico en el País Vasco entre la Real Sociedad y Athletic de Bilbao, el clásico de Uruguay con Nacional y Peñarol, el antiguo clásico escocés entre Glasgow Rangers y Celtic Glasgow; el Superclásico de la Argentina entre River y Boca. Y el gran derby romano, el que protagonizaron Lazio y Roma.

Fue un partido de trámite parejo; el visitante llegó muy pronto al gol, apenas arribado el primer cuarto de hora. Ya había tenido Lazio un tiro en el palo a los 3′. Zaniolo remató en el palo a los 5′, y a los 16′ llegó el gol de Kolarov de penal. Roma se adelantaba 0-1 y todavía quedaban vibraciones en el Olímpico de Roma.

Porque Inmmobile tuvo un remate en el poste a los 24′, a los 25′ lo estrelló Joaquín Correa y otra vez Zaniolo tuvo un tiro en el palo a los 27′.

5 tiros en los postes; 5 gritos ahogados de gol. Mucha dinámica y muchas llegadas.

Lazio adelantó las líneas. El gol lo había sacudido y ya en el final del primer tiempo empujó a la Roma hacia su arco. Lo mismo continuó en el complemento.

El local buscó con Immobile y Correa como estandartes, mientras la Roma comenzó a refugiarse cerca del arco de Pau López. A los 58′ llegó el empate, tras una buena jugada por derecha, el centro de Immobile y la conversión de Luis Alberto. El 1 a 1 ponía un poco más de justicia.

Lazio tuvo varias posibilidades, pero no lograban los delanteros dar la puntada final. Roma se sostenía con Federico Fazio y el sacrificio de todos, pero cada vez estaba más apretado.

Cuando pasaron los minutos, el ritmo aflojó. habían corrido mucho y metido otro tanto. Habían tenido 6 tiros en los palos, y dos goles. En definitiva, pocos gritos en función de las llegadas y las salvadas.

Los momentos finales los encontró conformes. Más allá del gol en offside (y además el balón había salido) en el último instante del equipo local. Ya habían entregado todo.

El empate lo dejó más cerca de la punta a Lazio, en una liga que ya tiene candidatos y la agradable sorpresa de los partidos llenos de goles, como en esta fecha ocurrió en Juventus 4-3 Nápoli.

La Serie A está abierta y el clásico romano nos dejó una gran cantidad de situaciones, mucho ruido en los postes y pocos goles para disfrutar.


Hernán O’Donnell