La goleada de United revivió las viejas noches de gloria en Manchester

RB Leipzig salió a jugar en Old Trafford como lo hace en cualquier estadio del mundo. Sin complejos, sin temores. A buscar el resultado, a presionar bien arriba y a tratar de conseguir la victoria. Pero enfrente no había cualquier equipo, o, por lo menos, no era un equipo más. Manchester United es un grande de Europa, y aunque no esté en su momento de esplendor siempre tiene un nombre, una camiseta y una cancha que las hace respetar.

Entonces fue lógico lo que pasó en la primera etapa. El equipo alemán salió a atacar con el equipo bien adelantado, el trajinar de Kampl en la media cnacha, la habilidad de Forsberg para la creación, la dinámica del español Dani Olmo para buscar la verticalidad y Poulsen con su prédica en el centro del ataque. pero en cuanto le dejó unos espacios, Manchester United apareció. Primero con Fred y un remate de lejos que Gulacsi sacó al corner; y más tarde, a los 21′, con una jugada de Pogba, el pase al pique de Greenwood y su remate cruzado para marcar el 1 a 0.

Después se retrasó el local; entendió que podía manejar el partido de contragolpe, a través del trabajo de Martial, la velocidad de Pogbá y la conducción de van de Beek.

Para Leipzig se complicó el juego porque se le achicaron los espacios, pero mantuvo el control y se aproximó a la zona del arquero español David de Gea, pero no tuvo profundidad para herir.

En el complemento United aceleró y se llevó por delante a su rival; lo trituró con estocadas que lo abrieron en su defensa hasta edificar una goleada impensada hasta el descanso. pero se repitieron errores en la defensa visitante, ofreció muchas ventajas y lo pagó muy caro.

A los 62′ M. Sabitzer entró por B. Henrichs en el equipo de Nagelsmann, en tanto Solskjær decidió que Marcus Rashford entrara por M. Greenwood y S. McTominay ingresara en lugar de N. Matic en el local. RB Leipzig tuvo una chance a los 64′ con un cabezazo de Konaté que de Gea sacó al corner y a los 67′ Bruno Fernandes entró por van de Beek en el United, en tanto ingresaba A. Sorloth por C. Nkunku en el conjunto alemán.

Ahí empezó la demolición del local al visitante. Iban 69′ cuando Fernandes ejecutó un tiro libre al vacío para la entrada de Martial que Gulacsi pudo tapar; a los 74′ Rashford picó desde su campo en una contra que armó Fernandes y marcó el 2 a 0 ante la salida de Gulacsi. Leipzig intentó una reacción con el ingreso de J. Kluivert por K. Kampl a los 75′, pero vendrían más golpes.

A los 78′ Sabtizer no pudo sostener el balón, intentó entregárselo a Upamecano, este quiso salir y se la birló Rashford que se fue derecho al arco visitante para marcar el 3 a 0. United ajustaba una vicotria importante y metía dos variantes para el tramo final: iban 80′ cuando A. Tuanzebe entró por A. Wan-Bissaka y el uruguayo Edison Cavani reemplazó a P. Pogba.

Ya la partida estaba resuelta cuando llegaron dos golpes más. A los 86′ Sabitzer se tiró ante la entrada de Martial y no hizo más que cometer un penal que Martial transformó en el 4 a 0. Y a los 90+1′ llegó una puñalada más; una jugada de izquierda hacia el centro, el pase a la entrada de Rashford quien con un violento remate marcó el 5 a 0 para el local.

Manchester United cerró un estupendo segundo tiempo con un concierto de goles y llegadas. Aprovechó todas las ofertas de una endeble defensa visitante y gritó en cada uno de sus ataques, para volver a vivir una noche de copas a pleno, como en aquellas viejas jornadas de gloria en un Old Trafford que extraña su rugiente multitud.

Hernán O’Donnell