Santos fue el dueño de la noche, eliminó a Boca y se esperanza con la final

La ilusión de Boca duró poco. A pesar de que muchos pensaron que estaba en partido, el gol de Santos a los 15′ de juego fue un mazazo que lo derrumbó, pero sobre todo, lo desnudó. Le dejó a la vista todas sus limitaciones, sus defectos, sus carencias. Futbolísticas, físicas y anímicas. Llegó a esta instancia a los tumbos, con muchos sobresaltos, alguna serie pasada por medio de los penales y en los dos partidos con Santos nunca estuvo en actitud de superioridad. Excepto unos pocos minutos en el comienzo del partido de ida, en el que dominó al adversario y llegó a su arco, un momento que no fue más allá de los seis o siete minutos iniciales de aquel complemento, después Boca siempre lució inferior al equipo brasileño.

Y a los 15′ del desquite, cuando Pituca de media vuelta tomó un balón que había pegado en la mano izquierda de Izquierdóz, y lo mandó a un costado de Andrada para marcar el 1 a 0, el partido quedó a la vista. lo que eran uno y otro.

Ahí el encuentro quedó a merced del local. Con el trabajo de Lucas Braga, Alison, Pituca y en el ataque Marinho y Soteldo, el conjunto “Peixe” se apropió del balón y del manejo de los tiempos. Boca dependía del talento de Tévez y la velocidad de Villa. Era muy poco lo que aportaban Jara y Fabra por las bandas, los internos González y Campuzano se perdían en la batalla del centro del campo y el “Toto” Salvio deslucido, perdió un balón importante que le costó una falta y una amarilla para realizar un trabajo global muy pobre hasta que en el segundo tiempo desaprovechó una notable posibilidad y fue reemplazado.

Muy poco de Boca, sólo aquella jugada de Tévez y el remate de Sebastián Villa que pasó cerca. Y el final del primer tiempo dejó claro que Santos llegaba con facilidad y podía ampliar el marcador en cualquier momento.

A los 43′ Andrada sacó un tiro libre difícil de Marinho y a los 44′ un contraataque de Kaio pasó muy cerca del palo izquierdo del arco de Boca.

Miguel Angel Russo dispuso dos variantes para el segundo tiempo. Leonardo Jara estaba golpeado y debió dejarle su lugar a Julio Buffarini, en tanto Nicolás Capaldo ingresó por Diego González.

Pero la ilusión iba a durar poco, porque llegó el segundo tanto local y fue lapidario. Además, fue un golazo. Soteldo arrancó por la izquierda, enganchó hacia adentro y sacó un derechazo que se metió en el ángulo superior derecho de Andrada y a los 48′ el partido quedó 2 a 0 para el local.

Pero había más. Boca ya era un equipo noqueado, que jugaba como esos boxeadores que están groggys y se sostienen de pie por voluntad, pero no ven que pasa a su alrededor. Están en el escenario, pero no tienen capacidad de acción y reacción. Así estaba Boca en esos minutos y recibió un golpe definitivo, a los 50′ cuando Marinho se fue por derecha, sorteó a Izquierdoz con facilidad, llegó al fondo y cerca del arco largó el centro para la entrada libre de Braga, quien marcó el definitivo 3 a 0.

A los 53′ Tévez mostró un gesto de rebeldía, con un remate cercano y le dio una señal a sus compañeros, que no pudieron seguir su mensaje. Menos Fabbra, que se hizo expulsar a los 55′ con una entrada violenta injustificada. De afuera le dieron una mano: a los 58′ Ramón “Wanchope” Abila entró por F. Soldano para asociarse con {el y buscar algo más; a los 60′ debió ingresar Emanuel Más para cubrir el lateral izquierdo en reemplazo de Salvio.

Santos estaba tranquilo y a los 60′ empezó a manejar el reloj con las primeras variantes. Sandry entró por Diego Pituca y Jobson ingresó en reemplazo de Y. Soteldo.

Boca llegó a los ponchazos, pero las que tuvo no las supo aprovechar. a los 63′ hubo un tiro libre que Izquierdoz bajó al medio y Capaldo no llegó a conectar. Y Santos respondió a los 68′ con un buen remate de Marinho. Y a los 71′ Boca tuvo otra posibilidad, con un tiro libre de Villa que Verissimo desvió hacia su arco y la reacción de Joao Paulo despejó el peligro con un manotazo.

El partido estaba en las manos del local, que continuó con el manejo de las variantes que detuvieran el reloj y enfriaran el clima: a los 79′ Madson entró por el lesionado F. Jonatan y J. Mota ingresó por L. Braga; más tarde, a los 84′ Vinicius debió entrar por el lesionado Alison.

Sobre el final, a los 87′ Madson tuvo una clara contra que Andrada supo tapar. Hubiera sido lapidario, pero también una señal de lo que fue casi todo el partido y casi toda la serie semifinal. Un Santos superior, dueño de la escena, que aceleró en los momentos justos y borró a Boca de la cancha, para llegar a la semifinal y soñar con la gloria máxima.

Hernán O’Donnell