Suecia fue convincente y llega a la EURO con la confianza de su fútbol

La Copa UEFA EURO 2020 comienza en unos días. Con una larga postergación a causa de la pandemia, el torneo más importante del viejo continente a nivel de selecciones, se presenta con la misma denominación prevista, el año que estaba planificado, aunque se juegue en el 2021.

Y la expectativa es grande, porque se anuncia un torneo grande, con muchas ciudades hermosas que serán sedes de encuentros trascendentes, con candidatos lógicos y con la esperanza de encontrar alguna sorpresa pero también novedades tácticas y estratégicas.

A diferencia de la tradición, donde el torneo se celebraba siempre en un país, o a lo sumo dos naciones, esta vez los grupos estarán desparramados en grandes urbes de Europa. Será un torneo más continental, con los ojos puestos en Amsterdam, Bakú, Budapest, Bucarest, Copenhague, Glasgow, Londres, Münich, Roma, San Petersbugo y Sevilla. Allí, en la ciudad andaluza en el magnífico Estadio de la Cartuja, España recibirá a Suecia el 14 de junio próximo en uno de los encuentro más atractivos de la primera fecha de la clasificación. Por eso ver a Suecia, en el amistoso ante Armenia resultó un ejercicio interesante para empezar a vivir la vieja y querida “Eurocopa”.

El “Friends Arena” de Estocolmo vio al local dominar el primer tiempo a voluntad. Armenia intentó darle pelea en la mitad de la cancha, pero no logró sacarle el balón y sufrió mucho e defensa. Suecia fue un equipo ordenado, prolijo y paciente. Jugó a un toque, rápido, con el traslado sostenido en pases permanentes, la habilidad de Forsberg en tres cuartos y la potencia en ataque de un referente como Kulusevski y un inteligente Isak. Ante un determinado poderío local, le costó a Armenia acomodarse al partido. Y sufrió.

A los 15′ Forsberg abrió la cuenta con un espléndido tiro libre, que parecía iba a ser controlado por el arquero visitante, David Yurchenko, pero se le escapó de las manos y Suecia se adelantó por 1 a 0.

Se adaptó bien al partido el equipo de Andersson y comenzó un dominio sostenido en el juego. A los 27′ Isak tuvo una buena posibilidad, con un doble enganche en el área, pero su remate se elevó y se fue arriba del travesaño. El conjunto escandinavo desplegó allí sus mejores atributos, característicos de su fútbol: pases directos, movilidad, mucho sacrificio y un gran despliegue físico, la base permanente de su característico juego.

A los 33′ aumentó el marcado; centro de tiro de esquina desde la derecha de su ataque ejecutado por Forsberg y Danielsson apareció en el corazón del área para marcar de cabeza, aunque el balón se desvió en un defensor visitante, y el partido quedó 2 a 0 para el local.

Y pudo haber más, pues a los 37′ llegó otra chance: mano de Calisir en el área cuando fue al piso a cortar un centro y el penal le abría una posibilidad más al equipo amarillo. Sin embargo, Sebastian Larsson eligió la izquierda del arquero, hacia allí fue David Yurchenko y desvió el remate al corner.

Y así se fue la primera parte. Con un control claro e inobjetable de Suecia, ante un rival que no lograba armar su medio juego y pasaba problemas en la defensa pues no era eficaz la contención.

Para comenzar el segundo tiempo, Joaquín Caparrós, entrenador español de la selección de Armenia, decidió cuatro variantes: A. Grigoryan reemplazó a E. Spertsyan; K. Bayramyan ingresó en lugar de W. Angulo, K. Muradyan entró por H. Hakobyan y T. Barseghyan ocupó el lugar de A. Miranyan. Propuso más orden y prolijidad en el juego; acoplarse mejor entre las líneas y acentuar la contención. Que el equipo fuera más fuerte en la faz defensiva para no sufrir tanto los ataque locales. Mientras, Suecia aflojó la dinámica del primer tiempo, al margen del cambio con que inició el complemento: V. Claesson reemplazó a Sebastian Larsson.

En ese lapso, cuando el encuentro se empezaba a hundir en una meseta, llegó el descuento armenio; un balón robado en la mitad de la cancha, la combinación de los delanteros y Bichakhchyan disparó al arco, aprovechó el rebote y de cabeza marcó el gol de la visita que achicó el marcador en 2-1 para Suecia.

Ahí fue Andersson el que reaccionó y determinó hacer también cuatro modificaciones para despertar a su equipo. Entonces, a los 71′ E. Krafth entró en lugar de M. Lustig, Quaison ingresó por D. Kulusevski, el delantero M. Berg ocupó la posición de A. Isak y M. Svanberg reemplazó a A. Ekdal. También Armenia realizó una variante; a los 73′ A. Khachumyan entró por A. Calisir.

Reaccionó Suecia. Se paró unos metros más adelante y a los 79′ avisó con un cabezazo de Danielsson que se fue un poco arriba del travesaño. La visita hizo una nueva modificación y a los 83′ Z. Shaghoyan entró en lugar de S. Adamyan mientras que en el equipo escandinavo, K. Sema reemplazó a E. Forsberg a los 84′ de juego.

Y a los 84′ liquidó el partido. Un balón que parecía controlar Bayramyan y sin embargo recuperó con astucia Kristoffer Olsson, habilitó al medio a Robin Quaison y este puso el pase exacto en profundidad para Berg, quien definió suave por encima de la salida del arquero visitante. Y el encuentro quedó 3 a 1 para Suecia.

Fue el final del partido. Le quedó un sabor dulce al conjunto de Suecia. Fue superior al rival, supo dominarlo y sacar ventaja, se perdió varios goles, un penal fallado, y dejó la sensación que el marcador pudo ser más amplio. Ahora llega el momento de la verdad. El UEFA EURO 2020, con todas sus ilusiones y promesas de emociones, Suecia quiere ser protagonista.

Hernán O’Donnell