Gales y Suiza sellaron de cabeza el empate

Fue un partido más que interesante, con ritmo, buen trato del balón, intenciones ofensivas y u desarrollo que varió en algunos momentos del juego, pero que dejó una mejor imagen del equipo Suizo, donde mostró más tributos para llevarse el partido, pero en el momento clave, donde debió sellar la diferencia, se dejó estar permitió que el rival llegase a la igualdad y luego no lo pudo quebrar.

En el comienzo, Gales tuvo una llegada clara, con un cabezazo de Moore que el arquero Sommer pudo desviar al corner. Luego fue Suiza el que tomó el control del juego. Armó su circuito con las subidas de los laterales, Kevin Mbabu y Ricardo Rodríguez, mientras Xhaka distribuía en el medio, para que Shaquiri organizara el ataque, con el peligro permanente que denotaba Harris Seferovic.

Así empezó a acumular oportunidades; a los 19′ tuvo una clara, con un tiro de esquina, el tacazo de Schar, que le escapó a la marca de Mepham y el arquero galés, Danny Ward la pudo desviar con su pierna derecha. A los 26′ fue Seferovic quien enganchó en el área, giró en una media vuelta y sacó un remate que se fue apenas desviado.

Gales ya no se plantaba con el 4-3-3 inicial; más bien dejaba solo a Moore como punta de lanza, y el esquema ya era un 4-1-4-1, bien definido, con la línea de cuatro defensores, Joe Allen por delante de ellos, adelante otra línea de cuatro volantes con llegada, con los costados cubiertos por Bale y James, más los internos Morrell y Ramsey. Pero ese esquema estaba en su campo. El dominio era suizo y sobre el cierre de la primera etapa volvió a avisar con un remate claro de Seferovic que pasó arriba del travesaño, cuando iban 40′ de juego.

En el segundo tiempo, Suiza salió con la misma determinación, y muy pronto plasmó la ventaja en el marcador. A los 48′ se fue solo Embolo, metió un remate fuerte y Ward desvió al corner; de ese tiro de esquina, ejecutado por Shakiri, el propio Embolo cabeceó a la red, a pesar del esfuerzo de Ward y ante la marca descuidada de Connor Roberts. Iban 49′ y Suiza se adelantaba 0-1.

Ahí se quedó el equipo helvético. Como si se hubiera conformado o hubiera creído que podía manejar el partido de otra manera. De contragolpe, por ejemplo. Sin hacer lo que había hecho hasta entonces, atacar. Prefirió ceder campo y pelota. Y a pesar de que tuvo una chance a los 64′ con un tiro cruzado de Embolo que pasó cerca del palo izquierdo de Ward, el equipo se quedó. Hasta realizó una variante que le restó capacidad ofensiva, cuando a los 65′ Denis Zakaria ingresó por Shaquiri.

Y Gales se animó. Se adelantó en el terreno, progresó con el crecimiento de James y Ramsey, rápidos y dinámicos para encarar las maniobras de ataque, y de a poco recuperó la confianza en su juego.

Entonces llegó el empate. Tiro de esquina desde la derecha de su ataque, el balón jugado atrás para Joseff Morrell y el centro preciso para el cabezazo de Kieffer Moore, quien marcó el 1 a 1 cuando iban 73′ de juego.

Page, el DT galés, determinó entonces la salida de James, un tanto sorprendido, por Brooks, a los 74′ mientras que Suiza hizo su segunda variante a los 83′ cuando Mario Gavranovic ingresó por Seferovic. Y pareció que pudo ser el héroe de la jornada porque un minuto después marcó con un remate fuerte tras recibir la asistencia de Embolo, pero el VAR confirmó que estaba fuera de juego y la jugada careció de validez.

Suiza retomó su camino en ese tramo final, aunque era tarde para revertir el quedo que tuvo en un momento del complemento. Sin embargo, tuvo una oportunidad más para llevarse la victoria, a los 89′, cuando un corner de la derecha fue bien cabeceado por Embolo y otra vez Ward la sacó por arriba del travesaño.

Solo quedó un momento para que Ampadu ingresara por Ramsey a los 90+2′ del partido. Pero todo estaba ya resuelto. Gales y Suiza no pudieron sacarse ventajas y de cabeza sellaron el empate.

Hernán O’Donnell