El brillo de Ibrahimovic, para la racha triunfal del Milan

Le costó a Milan dominar el primer tiempo; le costó imponer condiciones, porque Udinese le hizo un planteo correcto, ordenado, inteligente. El equipo de Pioli siempre intenta jugar, con las proyecciones de los laterales, Calabria y Hernández, el empuje de los medios Bennacer y Kessie, la velocidad de Saelemaekers y leao por los costados, la conducción de Calhanoglu y el inmenso talento de Ibrahimovic.

Pero Udinese le supo hacer un partido complicado. Replegado para tapar el avance visitante, con inteligencia para obstruir las bandas, con la inteligencia táctica de los argentinos Rodrigo De Paul y Roberto Pereyra, la peligrosidad del también argentino Pussetto, la presencia de Okaka, el encuentro fue complicado para Milan.

Sacó una ventaja a los 18′ por el genio de Zlatan, quien paró un largo pelotazo con el pecho, aguantó el balón, giró y se lo sirvió a Kessie, quien definió con un remate alto y al ángulo superior izquierdo de Juan Musso. 0-1 el marcador para la visita.

Se adelantó Udinese y tuvo un par de llegadas bien conjuradas por Donnarumma, en su regreso al arco rossonero.

Y llegó al empate por medio de De Paul, ya en el inicio del segundo tiempo, con un tiro penal que selló el 1 a 1 parcial a los 47′ de juego.

Sintió el golpe el conjunto de Pioli y le llevó varios minutos volver al partido; a los 56′ el DT decidió mover las piezas para despertar al equipo. Entonces ingresó S. Tonali por I. Bennacer y el español Brahim Diaz reemplazó a Saelemaekers; y recién a los 60′ encontró una llegada con una aparición de Ibrahimovic.

Luca Gotti, entrenador local, también modificó sus jugadores; primero, a los 62′ J. Makengo ingresó por T. Arslan; y a los 71′ T. Ouwejan entró por G. Deulofeu, en tanto K. Lasagna ingresó en lugar de S. Okaka. En esa ventana, Pioli también apeló a dos variantes: D. Dalot por D. Calabria, para darle otro aier al lateral y A. Rebic por R. Leão, para refrescar la zona izquierda del ataque. Era evidente que a Milan le costaba torcer el rumbo del partido.

A los 77′ una trepada importante de Hernández por izquierda, derivó en un pase a Rebic, quien enganchó y remató al arco, pero el balón dio en un defensor, perdió fuerzas y fue directo a las manos de Musso. Udinese respondió con un remate de De Paul que se fue apenas arriba del travesaño.

Sobre el final, dos últimos cambios en el local. Iban 81′ cuando Forestieri reemplazó a Pereyra y Bonifazi entró por Larsen; pero Milan tenía una carta más guardada, porque el jugador del semestre, Zlatan Ibrahimovic tomó de chilena un balón que flotaba en el área local y a los 82′ marcó el 1-2 para la visita.

Milan ganaba sin brillar, casi sin haber demasiado por merecerlo. Pero tiene el gol como su atributo fundamental y un futbolista capaz de convertirlos y generarlos para sus compañeros.

A los 88′ Krunic entró por Calhanoglu para intentar cerrar el partido. Que se terminó con el oficio del Milan, el manejo del balón, la capacidad de enfriar y de abrazarse a una victoria más para una racha interminable conducido por un jugador que brilla y desafía al tiempo.

Hernán O’Donnell