Los Pumas vuelven a la cancha en el escenario más difícil

Más de un año después, el seleccionado argentino de rugby se presentará en un campo de juego por un partido oficial. Será nada menos que ante los All Blacks, este sábado 14 de noviembre en el Bankwest Stadium a las 03:10 (hora argentina).

Imagen del último cruce entre Argentina y Nueva Zelanda (16-20) en julio de 2019. Crédito: Prensa UAR.

La victoria ante Estados Unidos en la Copa del Mundo Japón 2019 fue, aunque resulte increíble, el último cotejo de Los Pumas hasta ahora. La extensa interrupción que generó la pandemia dilató el regreso del combinado nacional, desarmó la consolidación de Jaguares y obligó a que el Rugby Championship tomara otra modalidad para este año.

Sin Sudáfrica, que no se sintió en condiciones necesarias para participar, el torneo volvió a la clásica modalidad del Tres Naciones, pero con Argentina en lugar de los Springboks. Además, fue adaptado a las complejas circunstancias ocasionadas por el brote del Covid. Todo el certamen tendrá lugar en Australia. Las fechas tampoco son las habituales.

Los Pumas sufrieron un año de incertidumbre por una larga cuarentena que les impidió entrenar con normalidad por varios meses. El difícil panorama afectó un pilar importante de la Unión Argentina de Rugby y un brazo importante para la selección. La base que había afirmado la franquicia del Super Rugby se desmoronó y muchos jugadores emprendieron nuevos destinos. Sin embargo, la preparación para esta competencia pudo diagramarse con antelación, y dio lugar a una especie de pretemporada intensa y extraña.

En agosto, retomaron las prácticas en Casa Pumas, con diferentes turnos y sólo para los convocados residentes de Buenos Aires y Rosario. Luego de que se incorporaron, progresivamente, los demás integrantes de diferentes provincias del país, a fines de septiembre la delegación argentina se trasladó a Uruguay para continuar con los entrenamientos.

Imagen: Twitter de Los Pumas.

Finalmente, viajaron a Sídney en octubre, con alrededor de un mes de anticipación para el ansiado debut. Una espera interminable, que de una vez por todas tendrá fin este sábado. Si bien el equipo pudo volver a jugar en los últimos dos fines de semana ante un combinado australiano, no fueron encuentros dentro de un marco formal.

El seleccionado argentino atravesó muchos obstáculos para llegar a esta fecha. Las restricciones que existen por la pandemia provocó que los jugadores que militan en el exterior estuvieran alejados por un largo tiempo, otros incluso no pudieron formar parte de la nómina. El plantel recién pudo prepararse en conjunto desde el 3 de noviembre. También surgieron imprevistos como la suspensión de un amistoso ante Waratahs.

Más complicado aún asoma el contexto para el choque con los All Blacks debido a la diferente realidad de tal seleccionado. En la antesala de cualquier compromiso, los neozelandeces suelen asomar como favoritos. Su poderío histórico siempre está vigente. Pero a tal factor se le suma, en este caso, cómo vivieron este año. Lejos estuvieron de padecer situaciones como las de su próximo adversario.

Para empezar, como es sabido, el brote del virus no fue igual en aquel país, que también optó por diferentes salidas ante su panorama. Y en cuanto al deporte en cuestión, el rugby prácticamente no paró en Nueva Zelanda. Readaptaron el Super Rugby e incluso los partidos se jugaron con gran afluencia de espectadores. La competencia estuvo intacta para sus jugadores, y el propio seleccionado tuvo varios partidos, al igual que Australia. Entre ellos se enfrentaron a lo largo de estos últimos meses, e incluso pusieron en marcha el Tri Nations actual.

Los All Blacks se quedaron con la Bledisloe Cup que disputaron ante los Wallabies. Imagen: Twitter de All Blacks.

Todo ello, encima, con un nivel muy alto. Aunque los Wallabies presentaron complicaciones (será otra tarea brava para Argentina), los All Blacks desplegaron funciones magistrales y hasta mostraron su capacidad para aplastar a quien tenga enfrente. Si cada encuentro ante los de negro es una misión muy compleja para Los Pumas, esta vez parece que lo será mucho más todavía.

Lo que puede rescatarse, para avizorar un escenario más positivo para los de Mario Ledesma, es que pudieron entrenar por casi tres meses, en diferentes etapas, y también confiar en la ilusión, la ambición y el hambre de gloria que puedan tener los argentinos. La cita asoma como un reto de extrema dificultad, mucha mayor a cualquier duelo que tuvo lugar en los últimos años. Pero habrá que ver cómo responden Los Pumas a un contexto exigente y complicado, con un rival cargado de poderes en frente.

Formaciones

Los All Blacks presentarán todo su arsenal en el enfrentamiento del sábado:

Imagen: Twitter de All Blacks

Por el lado de Los Pumas, veremos el regreso de Juan Imhoff, luego de muchos años de ausencia por el impedimento de que participen los rugbiers del exterior. También se pondrá otra vez la camiseta nacional Francisco Gómez Kodela, pilar formado en Belgrano Athletic. Además, sobresalen las titularidades de Rodrigo Bruni, que hace tiempo se ganó un lugar en el plantel, y en especial la de Santiago Chocobares. El joven centro hizo su primera presentación en Jaguares este año, y ahora debutará en el equipo nacional nada menos que ante los All Blacks.

Santiago Carreras, que sorprendió en el Mundial pasado y logró reconocimiento en la franquicia del Super Rugby, irá como fullback, donde solía desempeñarse Emiliano Boffelli. En el banco, resaltan las presencias de Lucio Cinti, a quien Ledesma elogió, y la vuelta de Santiago Cordero, de muy buen nivel en Europa. Así será el equipo que irá en busca de la hazaña:

Imagen: Twitter de Los Pumas.

Martín O’Donnell