Inter fue un aluvión en ataque y se quedó con el derby de Milano

El comienzo de Inter fue a toda orquesta; el equipo que hizo de visitante en el derby italiano se adueñó del balón, empujó al Milan contra su área y se erigió en el protagonista del partido.

Así llegó muy rápido a la apertura del marcador; Lukaku intentó un remate, el rebote le quedó al belga, y sacó un centro exacto para el ingreso de Lautaro Martínez, quien le ganó la espalda a Kjaer y el frente a Calabria, para cruzarle el balón a Donnarumma y marcar el 0-1 cuando sólo iban 4′ de juego.

El Internazionale era el protagonista central. Dominaba a partir del trabajo de Eriksen, dinámico y sagaz para armar las jugadas, las trepadas por los costados de Hakimi y Perisic, el trajinar de Brozovic en el centro del campo y la inteligencia de Barella para ubicarse. Todo con el peso ofensivo de Lukaku, por momentos difícil de contener para la zaga de Milan, que lucía imprecisa en el inicio.

A los 26′ un centro de Perisic cruzó todo el arco y no llegó Lukaku para conectar. A los 27′ una gran jugada colectiva de Inter, que nació en el lateral derecho con Hakimi, pasó por Barella, luego Lukaku y terminó en Perisic, fue sacada al corner por Calabria.

Milan recién tuvo su priemra llegada de peligro a los 32′, con un disparo cercano de Theo Hernández. A partir de allí ganó confianza el local, Zlatan marcó el camino con su jerarquía, apretaron Tonali y Kessie en la mitad de la cancha y Calhanoglu entró más en contacto con la pelota.

Pero Inter era peligroso y a los 35′ tuvo otra llegada con un remate de Perisci bajo y fuerte que Donnarumma pudo rechazar, mientras Lautaro perdía el rebote por arriba del travesaño.

Milan llegó con un remate de Zlatan tras recibir de Rebic de cabeza, pero su disparo fue controlado por Handanovic, cuando iban 37′ de juego. A los 43′ lo perdió Calhanoglu, tras dudar entre rematar o habilitar a Rebic, y al final su pase se fue largo y se cerró el primer tiempo con un cabezazo peligroso de Skriniar para Inter.

En el segundo tiempo el local salió más decidido. Con más ambición, se adelantó en el campo y encerró durante un tiempo a su rival en su área. Allí apareció Handanovic para evitar la caída del arco del Inter; primero Zlatan Ibrahimovic tuvo un cabezazo que el arquero sacó con un manotazo bajo. Luego, a los 54′ Franck Kessie llegó bien al área pero su remate se fue alto.

Durante diez minutos el Milan amagó con emparejar el partido, pero bastó una jugada colectiva de Inter para volver a golpearlo y derrumbar todas sus ilusiones.

Iban 56′ cuando arrancó Hakimi por derecha, trepó en la cancha, cruzó en diagonal, habilitó a Eriksen y este abrió a la izquierda para Perisic; Ivn fue al fondo y metió el centro al medio del área chica, donde entró el argentino Martínez y señaló su segundo gol para dejar el partido 0-2.

Era un golpe de knock out. A los 62′ Lukaku tuvo una chance, un buen enganche y la salvó Donnarumma. Hasta que llegó el golpe definitivo.

Se jugaban 65′ cuando salió el pelotazo desde el fondo, lukaku le gano a Kessie la posición y con un giro lo dejó desairado, se fue derecho al arco y ante la salida de Donnarumma lo evnció con un remate muy fuerte. 0-3 y partido definido.

Llegaron los cambios. La catarata de variantes: a los 66′ Meite entró por Tonali y Leao ingresó por Saelemaekers en el Milan. Enseguida Pioli hizo una tercera modificación. Iban 74′ y Castillejo entró por Ibrahimovic.

Conte también hizo tres variantes juntas para el conjunto visitante: a los 77′ Darmian entró por Ivan Perisic, Gagliardini entró por Eriksen y el chileno Alexis Sánchez entró por el argentino Lautaro Martínez.

El partido se había terminado. Solo quedaban cambios para tratar de variar lo que ya era inmodificable. A los 82′ Young entró por Hakimi y a los 85′ Arturo Vidal reemplazó al lesionado Barella, en Inter.

Milan solo tuvo una oportunidad a los 88′ cuando Rebic sacó un tiro peligroso, que Handanovic desvió al corner.

No hubo más en el derby. Un vendaval encabezado por Lautaro y Lukaku terminó con el sueño del Milan y le dio un espaldarazo grande al Internazionale en su sueño de llegar al Scudetto.

Hernán O’Donnell