La Selección va por los tres puntos

Llegó el día del partido. El seleccionado nacional ya debe salir a la cancha. Venezuela enfrente, y el Estadio Monumental otra vez aloja al combinado albiceleste.

Está todo dado para hacer un gran partido; mucha gente para alentar, un equipo lleno de figuras, la presentación estelar de Leo Messi, Gonzalo Higuaín, la explosión que suma Ezequiel Lavezzi y la habilidad de Walter Montillo para desequilibrar.

Argentina, esta noche, frente a Venezuela en el Monumental
Argentina, esta noche, frente a Venezuela en el Monumental

Y enfrente, la nueva Venezuela. La selección que ya dejó de ser la Cenicienta de Sudamérica. Un equipo que creció mucho en los últimos años. Desde que decidieron dejar de ser partenaires, para ser protagonistas. Venezuela contrató a José Omar Pastoriza, el recordado Pato, quien comenzó el ciclo con un cambio profundo de mentalidad. Dejar de ser meros espectadores, crecer, animarse, empezar a ganar.

Así, comenzaron a desandar un camino que los llevó a ganarse el respeto internacional. Y lograron cosas importantes: la última, una muy buena actuación en la Copa América Argentina 2011, donde el seleccionado vinotinto les dio un dolor de cabeza a más de uno.

Y ahora marchan cuartos en la tabla clasificatoria, con la esperanza de llegar a la Copa del Mundo FIFA – Brasil 2014. Para eso deben continuar por esta senda.

Los Vinotinto, arribaron a tierra albiceleste el lunes y se instalaron en el predio de Estudiantes de la Plata, lugar donde trabajaron tres días a doble turno y consiguieron afinar todos los detalles para este importante partido.

“Siempre hay una primera vez”, ha repetido César Farías como mensaje motivador antes del partido de esta noche en Buenos Aires. Es que Venezuela nunca ha podido siquiera empatar ante Argentina de visitante.

Es cierto que le ha ganado en condición de local en la primera ronda; tanto como que este ciclo que, decíamos, comenzó Pastoriza, luego siguió con Richard Paéz y ahora Farías, ha tenido mojones interesantes: En 2001 la Vinotinto derrotó a Chile en Santiago, en 2004 sorprendió a Uruguay en el mismísimo Estadio Centenario, en 2008 Brasil cayó en un amistoso en Boston y durante 2011, en Puerto La Cruz, lograron vencer a la Argentina.

“No es imposible ganarles otra vez”, afirmó durante la semana Andrés Túñez. Es que Venezuela tiene optimismo. Y quiere creer. Por eso se anima, como lo hace el volante Tomás Rincón, un jugador de gran despliegue y potencia física: “”Puede ser el mejor jugador del mundo pero yo le voy a querer comer los tobillos”, declaró sobre Messi el mediocampista de Hamburgo. “Yo no digo que haya que faltarle el respeto; lo que tenemos que entender es que dentro de la cancha tanto Messi como yo, somos seres humanos y la pelota es redonda para ambos”‘, sentenció el volante.

Allí está Venezuela. Envalentonada y con fe. Atrás quedó el equipo débil que caía con todos sus adversarios sudamericanos.

La Argentina tiene equipo, individualidades y capacidad colectiva para llevarse la victoria. Deberá tener paciencia, orden y concentración. Saber que el partido dura 90 minutos (y algo más…) y enfrente habrá un rival dispuesto a esperarlo en su campo y salir rápido de contragolpe para dar el batacazo.

Pero si los músicos están finos, y la orquesta bien arreglada, la canción de la victoria debería sonar a orillas del Río de la Plata…

 

Hernán O’Donnell