Messi parece encontrar los socios que tanto buscaba

Fue un partido normal del Barcelona; ganó por una diferencia clara, significativa, incuestionable, pero no fue una catarata de fútbol ni tampoco una exhibición de las grandes jornadas que tuvo el equipo “Blaugrana” en los recientes tiempos de gloria. El conjunto que lidera Lionel Andrés Messi, de históricas producciones en los últimos quince años, ahora vive una etapa incierta, de reconstrucción, donde se han ido jugadores históricos e importantes, y en los que Messi se apoyó mucho para tener sus tardes y noches de ensueño. Pero, tras un tiempo de crisis, ya no están Luis Suárez, Neymay, Ivan Rakitic, Arturo Vidal y siguen las firmas hasta llegar a los célebres e insustituibles Xavi y Andrés Iniesta.

Todos se han ido y Messi necesita nuevos socios para que el equipo funcione. Y en la victoria ante Elche por 3 a 0, en el partido que estaba pendiente de la primera fecha del campeonato, parece que la cosa puede funcionar.

Un 4-3-3 clásico; con la seguridad de Ter Stegen en el arco y la claridad de la salida limpia. Mingueza y Jordi Alba por los costados, para subir y hacer la diferencia, Atrás, en la zaga, Piqué y Umtiti. En el medio Pedri, Pjanic y De Jong; arriba Trincao, Messi y Braithwaite. Enfrente un 4-4-2 para contener con las dos primeras líneas bien cerca y la expectativa de lo que pudiera generar Lucas Boyé en el ataque.

Tras una primera etapa sin mayores relieves, llegó en el complemento lo mejor del local, con las asociaciones necesarias y la sonrisa de Messi al ver que sus nuevos compañeros empiezan a sentirse socios para la aventura, al ver que ellos empiezan a comprender de que se trata esta historia y de que tienen que soltarse, abrirse y buscarse, para volver a ser Barcelona. Lo que Messi quiere y necesita, parecieron entenderlo con total claridad en el segundo tiempo.

Una variante ofensiva le permitió al equipo crecer de modo significativo en el complemento. Entró Dembelé por Pjanic; se arregalron en el medio Pedri y De Jong, Leo jugó suleto por delante de ellos y Trincao, Braithwaite y Dembelé se pararon como terceto atacante. Y en cada espacio libre, se metía Messi para romper la estructura defensiva del Elche.

De arranque, nomás, Leo hizo una jugada monumental, de esas que de tanto verlas nos parecen normales. Se fue por derecha, apiló a dos rivales, lo buscó a Braithwaite por el medio y este se la devolvió de taco con alguna lentitud y liviandad, en un buen pase por la intención pero no exacto en la ejecución. Messi es tan extraordinario que estiró su pierna izquierda hacia atrás, arrastró el balón hacia adelante y con la carga de la marca encima, más la salida del arquero, buscó el palo izquierdo de Edgar Badía y marcó el 1 a 0 a los 48′ de juego.

A los 66′ entró Sergio Busquets por Trincao para volver a armar la línea de tres medios y dejar a Leo junto a Braithwaite y Dembelé en ataque. Y enseguida llegó el golpe de knock out. De Jong se fue por izquierda, dejó un hombre en el camino, se metió en el área y fue hasta el fondo para habilitar a Messi, quien entró por el medio, dominó el balón, pensó y colocó un remate recto para clavar el 2-0 a los 68′. La sonrisa de Leo y su felicitación a De Jong marcaba otro punto para destacar. Messi ya se había entendido con Barithwaite y ahora lo hacía con el Neerlandés.

Después vino el gol de Jordi Alba, tras un centro de Messi, el cabezazo perfecto y claro de Braithwaite para dejarle el balón al lateral, que con una tijera marcó el 3-0 a los 73′, para que Barcelona ya se asegurara el partido.

Ronald Koeman decidió tres cambios, que parecieron ser para darle una oportunidad y que ganen confianza algunos futbolistas en un equipo que ya estaba bien acomodado y tranquilo. Así dispuso que a los 75′ A. Griezmann entrara por M. Braithwaite, S. Dest ingresara por Jordi Alba y C. Lenglet reemplazara a G. Pique. Los tres, Griezmann, Dest y Lenglet venían con la confianza baja y era una magnífica oportunidad para sumar minutos en un equipo que estaba bien afirmado en la cancha, y así recuperar autoestima y sentirse parte de una noche positiva para el “Blaugrana”.

Ganó bien el Barcelona. Con autoridad y convicción. Se acercó a la disputa del campeonato con Atlético y Real Madrid. pero lo más significativo que dejó la noche catalana fue la sensación de que Messi empieza a encontrar nuevos socios en el campo de juego.

Hernán O’Donnell