España, entre la confianza y la humildad

Transpirado, cansado, luego de un duro entrenamiento junto al gran Rafa Nadal, que duró más de una hora de intenso peloteo, David Ferrer se dirigió al vestuario para reponer energías…Eso sí no tuvo inconvenientes en sacarse fotos con algunos chicos que observaron la práctica en el Estadio Olímpico de La Cartuja, así como le brotó una sonrisa espontánea para dialogar unos minutos con un par de periodistas argentinos. Sólo bastó proponerle unas preguntas para que el español aceptara de buena gana: “Será un partido durísimo, una verdadera final”, señaló amable.

VLUU L200  / Samsung L200“Estamos muy bien, con ganas de que empiece, que nos vaya bien, y luego tomarnos vacaciones”, amplió, en un reconocimiento tácito del cansancio acumulado durante el año. Y este puede ser un dato importante: A España, amplia favorita, también le pesa el cansancio de la temporada. Son muchos meses, casi un año entero de plena competencia. Once meses ininterrumpidos. “Algunos están más cansados que otros –sostuvo Ferrer- pero, bueno es una final y es muy apetecible”.

Se mostró confiado, pero también respetuoso del adversario. Lo considera un equipo al que no hay que descuidar. Y lo repitió también en este breve diálogo al finalizar el entrenamiento.
Sobre esa capacidad de Argentina, Ferrer sólo tuvo elogios: “Pues hombre, son todos muy buenos, Argentina tiene muchas variantes y eso lo hace peligroso. No sé si hay un favorito, en la pista todos intentan ganar. La presión es para todos y lo importante es empezar con una victoria”.
Allí mismo lo llamaron hombres del equipo español: “Suficiente, David”. Empezaba a refrescar sobre el Estadio Olímpico. “Vamos, hombre, que se nos resfría”, fue el pedido convincente.
En ese momento, sonrió y se despidió de manera cordial. Había pasado un día de dura práctica, había firmado autógrafos y se había sacado fotos con unos admiradores. También habló con un par de periodistas argentinos. Como lo mostró la conducta de uno de sus jugadores, así luce el equipo español hoy. Tranquilo, amable, seguro, David Ferrer se marchó al vestuario…

 

Hernán O’Donnell

(Enviado especial a Sevilla, España)