Bolívar hizo valer la altura y Arsenal luchó hasta el final

La altura de La Paz siempre es una amenaza. Siempre está latente su influencia y, real o psicológica, los equipos que vienen del llano, argentinos, uruguayos o brasileños, juegan contra sus fantasmas, sus efectos y sus incógnitas. Cada persona reacciona diferente, cada organismo es distinto, pero en el conjunto, es una “verdad” establecida que los conjuntos que tienen su base en la altura se adaptan mejor a ella, no sienten sus características y se desenvuelven con naturalidad. para los otros es un rival más, y cada equipo o cada entrenador aplica su método.

En el caso de Arsenal fue el de protegerse, plantear un partido cerrado y tratar de aguantar el resultado. Con una línea de cinco defensores, los dos laterales, Benavídez y Nicolás Castro, bien cerca de los tres zagueros, Gariglio, Carabajal y Bottinelli, tres volantes no demasiado lejos, Picco, Andrada y Emiliano Papa, solo quedaban Farioli y Candia en posiciones de ataque, aunque ambos son volantes de orígen.

Bolívar fue el protagonista central del primer tiempo; sostenido en una línea de tres zagueros, cuatro mediocampistas y tres atacantes, el equipo local apretó al conjunto argentino en ese primer tiempo casi de modo permanente. Recién a los 29′ tuvo Arsenal un tiro de esquina a favor, que no supo aprovechar.

El local se apoyó en el trajinar de Justiniano, la velocidad de John García, y la dinámica de Saavedra. Y sobre el cierre del primer tiempo consiguió abrir el marcador, con una jugada desde la derecha, el pase a Fernández y el giro y remate de este que se metió junto al palo derecho de medina para poner el 1 a 0 y cerrar la primera parte.

En el segundo tiempo el conjunto de Rondina intentó adelantarse un poco más; no cambió el dibujo táctico, pero se animó en ataque y así llegó a los 53′ una buena posibilidad con un tiro libre de Nicolás Castro que el arquero Rubén Cordano desvió al corner en una atajada brillante.

Y en ese momento que parecía que el visitante podía emparejar las acciones, llegó una estocada decisiva. Pelotazo de Roberto fernández preciso y certero para Sadiku, el delantero que recibió por izquierda, se metió en paralelo y abrió al medio para la llegada de Erwin Saavedra, quien con un remate fuerte, marcó el 2-0 para Bolívar a los 60′ de juego.

Arsenal insistió y a los 62′ tuvo otra posibilidad. Farioli se fue por la derecha, metió el pase al medio y Jonathan Candia recibió en el punto del penal, giró y sacó un gran disparo que pegó en el poste derecho del arco local. otra vez se le escapaba una buena oportunidad.

Sergio Rondina metió mano en el banco y a los 65′ decidió tres modificaciones: Emiliano Méndez entró por Andrada; Rogoski reemplazó a Picco y Lucas Albertengo ingresó en lugar de Farioli. En el local, en esa ventana entró Miranda por John García.

El encuentro se hizo más equilibrado. Arsenal iba, con precaución y cuidados y el local amenazaba con liquidar de contragolpe. A los 76′ entró Matías Belloso por Gariglio, en un apuesta más arriesagada del visitante. Y a los 77′ Alvaro Rey reemplazó a Saavedra en Bolívar.

El local tuvo otra chance a los 79′, cuando Bejarano sacó un remate desviado, tras recibir desde la derecha. Era una situación más que parecía dejar cerrado el partido; sin embargo, a los 90+2′ llegó el descuento: tiro de esquina desde la izquierda para Arsenal, el balón que no pudo conectar Méndez y Bottinelli halló el balón en el medio del área, donde sacó un remate al ángulo izquierdo del arquero local y achicó el marcador; ahora era 2-1 para el local.

Casi sin tiempo para más, el partido se cerró. Hubo un ganador lógico, pero Arsenal mostró varias herramientas como para poder haberse llevado algo más, aunque lo más importante es que dejó la expectativa abierta para lo que sigue en la Copa.

Hernán O’Donnell