Manchester City supo reaccionar y se llevó un premio grande de París

Manchester City inició el partido como todos lo imaginábamos. Con la posesión del balón, la circulación lateral y el adelantamiento claro de sus líneas. Los defensores cerca del círculo central, los laterales con proyección permanente, más Walker que Cancelo, Rodri como eje central, De Bruyne como “9 mentiroso”, conectándose con Gündogan y Bernardo Silva para armar juego entre los tres y Maherz y Foden bien abiertos.

Esto duró unos diez minutos, hasta que el local se acomodó en la cancha, liberó a Neymar por todos los sectores y Dí María se hizo dueño del balón para apoyarse en Paredes y buscar a Mbappé para lanzar contragolpes directos. Y en cuanto el equipo parisino se asentó en el terreno de juego, torció el rumbo del partido.

Así llegó la apertura del marcador, a los 14′ con un centro de Angelito Di María y el cabezazo franco de Marquinhos para sorprender a todos, cruzar el balón y marcar el 1 a 0 a favor de París Saint Germain.

El local dominaba porque sus laterales eran penetrantes, tanto Florenzi como Bakker subían con criterio y peligro; el trabajo de Verrati encontraba socios en Paredes y Di María y el brasileño Neymar era un desparramo de talento por toda la cancha.

Le costó mucho al conjunto inglés poder reacomodarse al juego. Su estilo era inalterable, pero no le agregaba velocidad, cambio de ritmo, vértigo. Y se apagaba ante la defensa local, hasta que a los 41′ encontró una chance clara, tras una buena jugada colectiva que dejó a Foden sólo y su remate fue bien contenido por Keylor Navas.

En el segundo tiempo el equipo de Guardiola mostró otra cara. Salió a jugarlo con una actitud más desafiante, más decidida, ganadora. Entró al terreno de juego como los equipos de rugby, corriendo desde el vestuario, sueltos, confiados. Y construyó un partido diferente.

Se soltó más, fue más rápido en ataque, presionó con mayor intensidad la salida del fondo del local y ajustó las marcas sobre Neymar y Mbappé, para que Di María se desgastara en un trajinar permanente en el que se distinguía su juego pero no hallaba socios.

París Saint Germain tuvo una chance a los 55′ pero después se apagó. Y apareció el City. A los 60′ De Bruyne metió una tijera que se fue apenas alta; a los 61′ Zinchenko entró por Cancelo, y a los 63′ de Bruyne igualó el partido, con un remate desde afuera del área grande, volcado hacia la izquierda, en una comba que no encontró cabeceadores y cuando Keylor Navas se quiso acordar ya el balón le picaba en un costado lejano de su alcance para meterse junto al palo izquierdo. 1 a 1 quedaba el juego.

El local no salía del encierro y el equipo inglés ya había retomado la confianza. Era dueño del balón y las acciones. Y a los 70′ Mahrez revirtió el marcador, con un gran tiro libre que encontró el hueco en la barrera, Navas se sorprendió y el balón entró junto a su palo derecho, para sellar el 1-2 a favor de Manchester City.

Ya el vuelco era total, porque el manejo pasó a manos del City. PSG estaba shockeado, nervioso y con la confianza por el piso. En esa situación Neymar fue amonestado por una falta innecesaria sobre Ruben Días a los 72′, en una acción que reflejaba la impotencia del equipo. El conjunto de Pep Guardiola tenía la tranquilidad de quien se siente dueño de la situación. A los 74′ Foden metió un buen cabezazo que controló Navas. Y enseguida, un par de hechos definieron la tarde.

Una acción desmedida de Idrissa Gueye, a los 76′, le costó la tarjeta roja. El local se quedaba con un futbolista menos. A los 79′ Danilo Pereira entró por un agotado Di María y a los 82′ Pochettino resolvió sacar a Paredes, que estaba amonestado y caminaba por la cornisa, para reemplazarlo por Herrera. El equipo parisino perdía sus últimos soldados, esos que le pueden dar esperanza en la batalla.

Nada de esto preocupó a Manchester City. Más aún, amenazó en cada ataque con aumentar el marcador. A los 83′ un remate de Mahrez se fue muy cerca, y a los 90+3′ De Bruyne ejecutó un disparo que pasó arriba del travesaño.

Terminó con una sonrisa el equipo inglés. Ganó un partido difícil, incómodo al principio y sacó una ventaja que le permite ilusionarse con llegar a la gran final.

Hernán O’Donnell