Barcelona se enredó en sus dudas y comprometió su futuro en La Liga

Había jugado un primer tiempo interesante, con dominio del juego, control territorial y una ventaja apreciable de 0-2 en el primer tiempo. Sin embargo, tras un inicio de complemento donde pudo aumentar y llegar al tercer gol, porque De Jong tuvo una buena situación a los 55′ y su remate, por arriba del travesaño, se fue con olor a gol. pero allí se derrumbó Barcelona, perdió consistencia y sufrió los ataques de Levante, un equipo que intenta jugar bien, que le gusta administrar la pelota y que tiene espíritu ofensivo. Incluso, si en algo se parece a Barcelona, y así lo demostró el segundo tiempo, tan cambiante, es su endeblez defensiva.

Barcelona había sacado una diferencia a través del gol de Messi a los 24′, tras recibir un rebote de un centro de la izquierda y sacar una volea con el sello de su calidad, para poner el 0-1 en el partido; ahí, el equipo de Koeman cedió un poco de terreno y el Levante aprovechó para ir por el empate, pero en un rápido contragolpe de Dembelé, este llegó al fondo, cruzó el balón al medio y Pedri apareció libre para señalar el 0-2 a los 33′ de juego.

Con una tranquilidad ficticia se fue al descanso el equipo catalán. Porque se comprobó, tal como le sucedió en los últimos partidos, que su espíritu no estaba firme y se desdibujó en el complemento, así como le ocurrió ante Granada y Atlético de Madrid.

Y pasó lo que contábamos en el principio de esta crónica con un segundo tiempo cambiante y sorprendente. Sergi Roberto ingresó por Araujo, lesionado, en un anticipo de varias modificaciones de nombres y de estructura del conjunto de Koeman.

Luego de esa oportunidad de De Jong para aumentar el marcador, llegó el aluvión local.

A los 56′ descontó Melero, con un cabezazo certero, tras recibir un centro desde la derecha, que dejó a Ter Stegen sin reacción y el partido se achicó a 1-2.

Enseguida, una salida fallida de la visita fue aprovechada por Levante. Messi quiso jugar hacia atrás, el balón lo capturó el medio local, el pase le llegó a Morales y este sacó un remate fuerte y cruzado que se metió en el ángulo superior izquierdo de Ter Stegen y el encuentro quedó 2 a 2 a los 59′.

Levante se había metido en el partido y Paco López decidió dos variantes para refrescar la estrucutura: a los 60′ D. Gomez entró por Bardhi, en tanto que M. Malsa ingresó en lugar de O. Duarte. Y fue el propio Malsa, que a los 61′ tuvo un disparo peligroso que salvó Ter Stegen.

El encuentro se había complicado para Barcelona, que, sin embargo, encontró otra oportunidad para torcerlo a su favor. Iban 63′ cuando Lionel Messi encaró por el medio, habilitó a Antoine Griezmann, este abrió a la derecha y Dembelé sacó un remate fuerte que se transformó en el 2-3 para la visita.

Ronald Koeman intentó reamrar la zaga y plantear un partido más sólido, al compás de un contragolpe que, al cabo, nunca salió. Pero pensó que con el ingreso de Óscar Mingueza  por Pedri a los 73′, el equipo podría obtener una organización defensiva más eficiente. No sucedió.

En el local, a los 74′, Coke reemplazó a Jorge Miramón, y Sergio léon entró en lugar de Roger Martí. En la visita, 80′ M. Braithwaite reemplazó a Antoine Griezmann y a los 81′ Serginho Dest ingresó en lugar de O. Dembele.

De esas variantes, Levante tuvo mejor resultado, pues a los 82′ llegó al empate, tras una maniobra por izquierda, el centro de Toño al medio y la aparición de Sergio Léon para marcar el definitivo 3 a 3.

Koeman fue por una última alternativa y a los 84′ Riqui Puig entró por un Sergi Roberto que no llegó a completar cuarenta y cinco minutos, pues había entrado en el inicio del complemento. Y el Barca, fue. Con más imprecisiones que juego asociado, con más impulso que ideas, con más obligaciones que convicciones. Solo el joven Puig puso claridad a cada ataque, pero no tuvo compañía, apenas la jerarquía enorme de Messi para encontrar siempre una buena ubicación, pero sin socios para que entre ambos pudieran llegar a desnivelar.

Y Barcelona dejó dos puntos fundamentales, que pueden ser determinantes en un cierre de Liga electrizante y apasionante, pero que empieza perfilar un dueño y a alejarse de Cataluña.

Hernán O’Donnell