Los tenistas argentinos llevan sus sueños a Tokio

La cita olímpica es venerada por todos los deportistas. Profesionales o amateurs, cualquiera que haya vivido una experiencia en los Juegos, sabe que es una vivencia diferente a cualquier otra, que el hecho de compartir los días en la Villa Olímpica le modifican la conducta, la visión y el pensamiento a cualquiera que esté allí. Porque los ignotos que luchan por una marca o un triunfo en los deportes menos difundidos, comparten horas, momentos y lugares con la estrella máxima de cualquier disciplina. Y las figuras, descubren los sueños, los ideales y todo lo que se sacrifica aquel que se esfuerza por estar, por competir, por incluirse en el mundo olímpico. Es una experiencia fascinante por donde se la mire y muy recomendable para comprender de modo global el mundo del deporte.

Los tenistas están en el grupo de los privilegiados; en líneas generales, claro está. Son aquellos que integran un deporte que tiene alta visibilidad, que cuenta con mucha difusión, que se sostiene con premios enormes en materia monetaria y que a las principales figuras, les brindan todo tipo de comodidades. Sin embargo, ellos saben lo valioso que es conocer a atletas de otras actividades que no cuentan con todos esos beneficios y, sin embargo, allí están, para vivir la fiesta del deporte.

Los profesionales del tenis argentino están a punto de viajar a Japón para vivir los Juegos Olímpicos Tokio 2020, con un año de postergación a raíz de la pandemia que azotó al mundo. Y hablaron con la prensa, para dejar inquietudes y sensaciones de cara a la cita que conmueve al planeta cada cuatro años.

“Ir a los Juegos Olímpicos es cumplir uno de mis objetivos. Siento que necesito la experiencia y ser un mejor jugador. Deberé controlar la adrenalina, todo lo que emociona vivir en la Villa Olímpica y concentrarme en el tenis. Es un experiencia y no la quiero dejar de vivir. Soy muy competitivo y me desespera ganar. Ojalá el cuadro me permita ir de menor a mayor”, dijo Diego Schwartzman

Sobre la cantidad de bajas de tenistas, Schwartzman explicó: “Creo que es una decisión muy personal; entiendo que los Juegos tienen una diferencia con respecto a la Davis, porque esta se juega todos los años. Pero en este caso, al haber tantas restricciones y en algunos casos haber jugado uno o varios Juegos Olímpicos, es muy respetable que hayan optado por privilegiar el calendario de ATP. A mi me gusta estar en el equipo argentino y hasta lo disfruto más que cuando lo hago de modo personal. Yo no lo dudé ni un segundo, pero es respetable quien no lo puede hacer”.

“Jugué dos veces en Tokio, y en una hice semifinales en el mismo estadio donde van a ser los Juegos. La superficie a mi me gusta, en cemento he ganado tanto como en polvo de ladrillo, y hasta fui más regular en cemento, además de que a veces hasta me ayuda cuando no estoy tan bien en el juego. Tengo muchas ganas de ir, partimos el 16, será un viaje largo de más de 40 horas, pero estoy con muchas ganas”, agregó en conferencia de prensa.

También habló la rosarina, Nadia Podoroska: “El cemento es una superficie que me gusta, puedo jugar bien en canchas rápidas y hasta ahora mi rendimiento fue bueno. Me sentí muy cómoda en Australia, por ejemplo. Además, mejoré mucho el juego en la red y el saque. Estoy con confianza”.

Y sobre la experiencia en los Juegos, comentó: “Cuantos más seamos en el grupo, mejor la vamos a pasar. Tengo muy buena relación con todos los chicos, Mercedes Paz me transmite tranquilidad. Contar con ella me va a ayudar mucho”.

Ahí está el grupo. El viernes 16 comienza el viaje de varios de ellos, el lunes 19, la delegación argentina estará completa. El equipo lo conforman Nadia Podoroska, Diego Schwartzman, Horacio Zeballos, Facundo Bagnis, Federico Coria, Andres Molteni y Francisco Cerúndolo. Mercedes Paz es la jefa de equipo y entrenadora, Gustavo Marcaccio es entenador y Mariano Seara el kinesiólogo.

Ahí va el tenis argentino. El de las grandes proezas, de los grandes sueños y las ilusiones ilimitadas.

Hernán O’Donnell