Oleksandr Usyk abrió las puertas del mundo

“El talento es solo el 1% de lo que soy como boxeador; el resto, el 99%, es fruto del trabajo, del esfuerzo, del sacrificio en los entrenamientos”; así se describió Oleksandr Usyk cuando empezó a asomar su cabeza y su figura en las grandes marquesinas del pugilismo, y así está reflejado en el capítulo dedicado a su vida en el libro “Un puñado de murmullos”, de este periodista.

Oleksandr Usyk trazó una inmensa carrera como amateur, fue dominador de la categoría Crucero y se lanzó a la conquista de los pesos Pesados. Nada menos. Y, para arrancar, derrotó a una estrella como Anthony Joshua, en Londres, en el inmenso Estadio de Totenham Hotspur, ante más de 60.000 personas, y se adueño de los cinturones correspondientes a la Asociaión Mundial de Boxeo (AMB), Organización Mundial de Boxeo (OMB) y Federación Internacional de Boxeo (FIB).

Para el británico Joshua la noche del 25 de Septiembre tuvo un sabor amargo, que retrotrajo a aquel traspié ante Andy Ruiz, cuando pocos apostaban por el mexicano y, sin embargo, ganó sin atenuantes. La noche del último sábado se vivió una suerte de flashback, porque Joshua mostró cierta fragilidad para soportar el castigo. No pudo hacer pesar su mayor altura, su más largo alcance de brazos, ni la distancia que su contextura física le podía facilitar. Otra vez quedó expuesto, en deuda con su gente y con una cuenta pendiente que se podrá saldar cuando llegue el momento del desquite, que se calcula será en Febrero o Marzo de 2022.

Usyk fue inteligente, capaz y ambicioso. Achicó los espacios, se metió en la corta y supo plantear el combate en la zona que más le convenía. Se mostró sólido, con un plan previsto y hasta contó con el beneficio de la mala noche de su rival. Fue tan grande la superioridad de Usyk sobre Joshua que muchos creyeron ver que el último round había finalizado unos segundos antes de los que marca el reglamento, porque el dominio de Oleksandr era notorio y Joshua se veía agotado y desbordado, ante un inminente knock out. Pero varios especialistas comprobaron que el asalto duró los tres minutos reglamentarios y que sólo se vio un desfasaje en la transmisión por streaming a partir de que el cronómetro de la emisión comenzó unos cinco segundos posteriores al comienzo del round.

El ucraniano tiene el objetivo de consagrarse en la categoría completa, y con sus atributos está en camino de poder ser el mejor Pesado, aún cuando su contextura lo vincule más a la categoría Crucero. Tiene una muy buena técnica, si logra crecer en la musculatura (más de lo que ya es) podría ser un temible noqueador. Ante Joshua mostró muchas de sus cualidades de su repertorio.

Pero la mejor imagen la dio al final, cuando todo había concluido y se escuchó el fallo de los jurados. Apenas el árbitro levantó su mano derecha en señal de triunfo, su cara se transformó, se compungió y se apretó al máximo, en un mar de lágrimas que desbordaron sus ojos e invadieron su rostro. Simple y conmovedor. Era el gesto del desahogo, de la ilusión alcanzada, de la emoción que embarga a una tarea planificada, soñada y trabajada para lograrla. El mundo conoció al hombre que quiere ser el rey de los Pesados, y él sabe que el camino para acceder al trono tiene solo el 1% de su talento, porque lo demás habrá que construirlo a base de entrenamientos, humildad y sacrificios.

Hernán O’Donnell