El Luna Park reabrió sus puertas y la “Gurisa” Dionicius se quedó con la fiesta

Fue una noche maravillosa de Noviembre. Con la expectativa enorme de un público ávido por ver boxeo, que al atardecer empezó a arribar al mágico Templo de Corrientes y Bouchard para vivir una nueva apertura al boxeo, actividad por excelencia que albergó el Luna Park durante más de noventa años de existencia, pero que tuvo algunas interrupciones, y que cada vez que se anunció su re apertura, se vivieron noches como la del Sábado 20. Como aquella de 2002, cuando Omar Narváes venció a Adonis Rivas, en un combate que tuvo una inmensa convocatoria, un poco por el “Huracán” y otro mucho por vivir una vez más el glamour y la adrenalina de una noche de boxeo en el célebre escenario de Buenos Aires. Y, tras la última velada de 2013, tras una década llena de pugilismo, el Luna Park interrumpió el boxeo hasta llegar, tras ocho años, a esta nueva presentación.

Y lo hizo con atractivas peleas, algunas con más intensidad y emoción de la esperada, con varios pugilistas interesantes que invitan al seguimiento, y la de fondo que fue un poco menos de lo que se imaginaba.

“La Leyenda Continúa”, fue el título elegido para la velada. Y hubo más de novedades que de leyendas, al margen de la merecida expresión y reconocimiento a aquellos boxeadores que marcaron una época, como el caso de “Rocky” Flores, o el gran Juan Martín “Látigo” Coggi, o el sentido homenaje a todos los hombres y mujeres ligados al boxeo que han dejado este mundo en los últimos dos años.

El aperitivo resultó fantástico. Entre las peleas destacadas, la de Alan Chaves ante Matías García resultó muy destacada; de familia de boxeadores, pariente de Diego “la Joya” Chaves, Alan demostró buena presencia, una guardia zurda cerrada y desplazamientos correctos. Ganó bien el primer round y en el segundo round, comenzó con el dominio a través de un buen cross de de derecha, y luego volvió a dominar con un gancho al hígado que derribó a García, lo volvió a tirar con otro golpe a la zona blanda y sobre el cierre el árbitro paró el castigo para cerrar con una victoria por KOT 2 para Alan Chaves, que sumó su quinta victoria en otras tantas presentaciones.

Luego llegó el match entre Germán López y Rodrigo Ruiz, por la categoría Super Gallo. Ruiz dominó cuatro de los seis rounds, lo derribó en el primero, pero en el sexto y último consiguió el knock out con una buena combinación de golpes cuando sólo faltaban unos pocos segundos para terminar. Rodrigo Ruiz, otro vencedor de la noche.

La siguiente, Angel Nicolás Aquino y Kevin Muñoz. Por el Título Latino de la Categoría Gallo de la Federación Internacional de Boxeo. Y fue un triunfo claro de Aquino, representante del Club Atlético Platense. Un dominio del ganador notorio en el segundo round, luego en el cuarto lo desbordó y en el quinto una izquierda maciza y contundente, un cross que lo derribó y no pudo seguir.

Los medio pesados, Juan Boada de Colombia y el local Braian Suárez protagonizaron la pelea de semi fondo; aunque en realidad sólo hubo un protagonista: Suárez. El colombiano salió con decisión en el inicio del primer round, conectó bien en los primeros veinte segundos pero sobre el cierre, en el último minuto Suárez torció el destino. Se apoderó del segundo asalto y en el tercero lo derribó con un gancho al hígado y de la esquina del colombiano voló la toalla para cerrar la presentación. Braian Suárez era el nuevo campeón Latino de la categoría Medio pesado de la Organización Mundial de Boxeo.

Todo el show previo, hecho con buen gusto expectativa, previo a la pelea de fondo, se diluyó al comenzar la pelea entre Marcela Acuña y Débora Dionicius por el título Mundial interino de la categoría Super Gallo de la Organización Mundial de Boxeo.

El primer round fue pleno de estudio y casi no hubo acciones para destacar. Algo similar pasó en el segundo y en el tercero comenzó el dominio de Dionicius. Con muy buenos desplazamientos, una distancia apropiada para mantener a raya a la “Tigresa” y con la habilidad necesaria para acercarse y conectar algunos buenos golpes. En el cuarto ya fue más marcado el control de la “Gurisa”, y el dominio fue de ella. Y la tónica se mantuvo en los siguientes asaltos, sólo en el décimo aflojó Dionicius y se conformó con lo hecho. Pero había sido mucha la diferencia a favor de Débora, así como dos jueces lo vieron por 97-93, igual a nuestra apreciación, y el restante 96-94.

La historia dirá que Débora Dionicius ganó por puntos y se llevó el título Mundial interino de la OMB. “Estoy muy agradecida a Dios por esta victoria. Fue una noche soñada”, dijo la vencedora. Y le agradeció a Marcela Acuña la oportunidad.

Lloró, rió, agradeció y festejó. Que de eso se trata la vida.

Hernán O’Donnell