Gustavo Lemos fue demasiado eléctrico para Selby, y ahora va por el título Mundial

El Luna Park volvió a vibrar como en las mejores noches. Como en los viejos tiempos, cuando los preliminares alcanzaban una estatura digna de uno de los “Templos” más célebres del boxeo mundial, y llenaban de acción y adrenalina el Estadio hasta alcanzar un fuego avasallante en la pelea de fondo. Así fue la noche del sábado 26 de marzo en el mítico escenario de Corrientes y Bouchard. Porque no sólo fue vibrante el combate estelar, sino que hubo un show de knock outs previo que valieron la pena ir bien temprano a vivir la jornada.

Pero toda la fiesta se la quedó Lemos. Desde la salida desbordó confianza y espíritu ganador. Entró con una canción pegadiza y muy adherida al sentir del deportista y del público argentino: la canción que Rodrigo le dedicó a Diego Armando Maradona.

Fue de estudio el inicio del primer round. Lemos salió con la guardia alta y bien cerrada, perfilado de costado, pero con el paso adelante permanente y la mirada desafiante. En un momento hasta le levantó las cejas, en un gesto que implicaba una amenaza por todo lo que iba a llegar.

Selby, de mayor altura, intentó moverse rápido y de manera lateral, pero no pudo hacer pesar esos movimientos. Sí tuvo un buen momento con su alcance de brazos y el jab, pero sobre el cierre de la primera vuelta Lemos pudo hacer una buena combinación. La primera vuelta fue para Selby, 10-9, en una decisión muy leve.

Salió con mayor determinación el argentino en el segundo round, decidido y ofensivo. Fue al ataque y dominó el primer minuto del segundo round con claridad. Había pasado el round de estudio y quedarse hubiera significado retrasarse en las tarjetas. Debía salir a pelear, sin pérdida de más tiempo.

Y le sumó buenos golpes abajo, sin desesperarse por llegar arriba. Lemos 10-9, tras la segunda vuelta las tarjetas quedaban igualadas en 19.

Un cruce de Lee Selby abrió a “Tito” en el inicio del tercer round, que le produjo un corte amplio al local. Ya era el combate esperado, con el argentino lanzado al ataque. Selby sintió los golpes y comenzó a perder la estabilidad. Lemos atacaba arriba y abajo, dominaba el centro del ring y comenzó a hacerle sentir el poder de sus puños. El local achicaba distancias y no era suficiente el jab de Selby para marcar el espacio. Logró un par de golpes al final, mostró que no se entregaría fácil, pero Lemos había sido más a lo largo del asalto. 10-9 para Lemos, y 29-28 el resumen del combate para el argentino.

En el cuarto round el galés intentó revertir el rumbo que tomaba el combate. Comenzó a usar la derecha, fuerte y precisa, para trabajar en la herida del “Eléctrico”. Pero Lemos era consciente de la situación y se fue encima del rival, a puro golpe y coraje, que levantó al público en las tribunas, y cuando faltaban 20″ dos golpes a la zona hepática derrumbaron al galés, que puso rodilla en el suelo y buscó la cuenta de protección para retomar el aire. Sintió el golpe. Y se levantó con lo justo, para que el reloj corriera y tras un segundos de aguante, pudiera ir al rincón. 10-8 para Gustavo Lemos y el marcador quedó 39-36.

El quinto round fue contundente. Una derecha de Lemos al rostro del galés fue decisiva. Lo tiró y obligó a quedarse hasta el límite para recuperarse. Se levantó Selby, pero estaba entregado. Lemos olió sangre y fue. Pegó duro, mientras buscaba el agujero. Y encontró la sien del rival con un derechazo que lo tiró y ya no tuvo sentido seguir. Knock Out Técnico en el quinto round, KOT5, para que Gustavo Lemos abrazara el sueño, la ilusión y el alma de miles de argentinos que llenaron el Luna Park y vibraron con una pelea espectacular, intensa y rápida que le abre al “Eléctrico” una puerta para buscar el anhelado título mundial.

Hernán O’Donnell