La ruleta de los penales giró para Australia y se clasificó al Mundial

Australia sonrió al final. Se llevó el boleto para volver a Doha, tras una dramática serie de penales ante Perú. La Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022 ya empezó. En realidad, hace rato, porque las llamadas “eliminatorias” son, para la FIFA, la Competición preliminar, es decir cada partido que se juega en cada Confederación, es un juego correspondiente a la Copa del Mundo. preliminar, sí, pero parte del certamen ecuménico. Y cada uno está bajo la órbita de la FIFA. Pero en este caso, el juego de repechaje ya tiene un clima especial de Mundial. Porque se jugó en el Al Rayyan Stadium, en Doha, Catar, con una temperatura que superó los 38º centígrados y nos puso en clima de lo que va a ser el Mundial. Porque además, el partido tuvo de todo, como cualquiera que se juega a partir de los octavos de final, incluso en el gran final. Fue para Australia, pudo haber sido para Perú. Tuvo ritmo, bajones, especulación, cautela, alguna jugada de gol, y la siempre morbosa serie de definición con remates desde el punto del penal.

Crédito: @Socceroos

Australia hizo valer su sistema. El juego físico, la presión en la mitad de la cancha, la intensidad en el desarrollo. Perú intentó poner el balón bajo la suela y hacerlo circular para provocar espacios y encontrar los caminos hacia el arco adversario. lo consiguió por momentos. Pero en líneas generales fue un partido parejo.

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A los 2′ remató Duke y el balón salió apenas desviado. Era el primer aviso australiano. respondió el conjunto de Ricardo Gareca con un desborde de Carrillo, el centro y el cabezazo de Lapadula que se fue apenas alto. A los 6′ otra vez Duke consiguió una pelota cerca del área y sacó un tiro fuerte que salió apenas afuera. Y a los 15′ tuvo un tiro de esquina el conjunto de Graham Arnold, cabeceó Irvine y el balón se fue por arriba del horizontal.

No hubo nada más en el primer período. Todas las emociones se consumieron en el cuarto de hora inicial. Australia se paró con Ryan al arco; en el fondo Atkinso, Wright, Rowles y Behich. Mooy como volante central; por delante, Boyle, Hrustic, Irvine y Mathew Leckie; y en el ataque, Mitchell Duke.

Perú presnetó un esquema similar. Pedro Gallese en la valla. Luis Advíncula, Carlos Zambrano, Callens y Miguel Trauco en la defensa. Renato Tapia como volante medio. Por delante de él, Carrillo, Peña, Gonzáles y Cristian Cueva. Y en el centro del ataque, Lapadula.

Todo se dirimía en el centro del campo, pero el encuentro había entrado en una larga meseta.

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En el complemento, se acomodó un poco mejor Perú. Con toques cortos y control del balón, el conjunto dirigido por Ricardo Gareca se adelantó en el campo, aunque sin lograr profundidad. A los 64′ Edison Flores ingresó en lugar de Carrillo, y con el correr del partido tomó un protagonismo importante. El “Orejas” fue de lo mejor del equipo sudamericano.

A los 68′ avisó Perú; se fue Cueva por izquierda, y sacó un remate que salió apenas afuera. Arnold movió el banco australiano y a los 69′ Marbil ingresó por Duke. El ingresado se recostó en la banda izquierda y fue muy trascendente por su gran velocidad y su buena técnica, mientras que Leckie fue al centro del ataque en el espacio que había dejado el reemplazado Duke.

El cansancio se hacía sentir, y a los 79′ Aquino reemplazó a Sergio Peña, en el segundo cambio de Perú. El equipo ya sentía un poco el desgaste físico y mental y el cierre del partido encontró mejor a los australianos. A los 80′ un tiro libre de Hrustic fue bien controlado por Pedro Gallese. A los 83′ desbordó Mabil por izquierda con gran velocidad y el centro no prosperó; luego fue Behich el que se generó una oportunidad con una doble gambeta y un remate que pasó cerca, a los 84′ de juego. A los 85′ Mac Laren, centro delantero natural, entró en lugar de Leckie, en la segunda modificación de los oceánicos. Y a los 87′ volvió a llegar Mabil a un balón largo que parecía que se iba a perder por el lateral; el extremo se hizo del balón, sacó el centro, disparó Hrustic y Gallese contuvo con esfuerzo.

Crédito: @SeleccionPeru

Había que ir al alargue. Australia comenzó con una nueva variante, la tercera: Karacic entró en el lateral derecho en reemplazo de Atkinson. Y poco varió en el desarrollo. Mucha cautela, búsqueda de asegurar la tenencia del balón, y ataques con los ojos más puestos en la espalda que en el frente. Se pensaba más en defender que en producir jugadas de riesgo. Porque no se quería arriesgar. Perú tuvo una llegada con un disparo de Flores, tras una buena maniobra colectiva, que Ryan atajó con seguridad, a los 98′.

Se fue muy rápido el primer tiempo del alargue y en el segundo se vio lo mejor de Perú en el partido. Se soltó, proyectó los laterales, Trauco y Advíncula, se metieron más Cueva y Flores, y Lapadula estuvo más acompañado. A los 105′ desbordó Flores, sacó el centro y el tiro de Cueva se fue apenas afuera. A los 106′ llegó el centro de la izquierda y el cabezazo de Edison Flores pegó en la base del poste derecho de Ryan, en la llegada más clara de Perú, y del partido. A los 107′ disparó Luis Advíncula, y su remate se fue por arriba del travesaño.

Extenuado, a los 114′ debió salir Cueva y fue reemplazado por Valera, en la tercera modificación que ejecutó Ricardo Alberto Gareca.

Graham Arnold, el entrenador de Australia, realizó dos variantes sobre el final, cuando iban 118′ del partido. Goodwin entró en lugar de Behich, y reemplazó al arquero: Mat Ryan le dejó el lugar a Andrew Redmayne, arquero de Sydney Football Club, casi un desconocido en el gran concierto del fútbol mundial, pero con buenos antecedentes como atajador de penales. Y montó un show personal a la hora de la definición, en el que se movió de palo a palo, bailó y buscó desconcentrar a cada uno de los ejecutantes peruanos. Hasta llegó a darse vuelta previo a un remate.

Quedará la incógnita de por qué Pedro Gallese, quien ganó el sorteo, eligió empezar con él al arco, cuando la teoría indica que siempre es mejor rematar primero. Si convierte, saca una mínima ventaja. Si falla, tiene el desquite por delante. Es una teoría que no siempre se refleja en el resultado final, pero me aferro a ella y le confieso que en caso de poder elegir, siempre quiero que mi equipo ejecute primero.

Sin embargo, Gallese prefirió atajar en primer turno y ese penal incial pareció darle la razó, pues detuvo el tiro de Boyle, quien había sido la figura de la cancha. Comenzó el show de Redmayne, pero Lapadula no se inquietó y puso el 0-1 a favor de Perú. Convirtió Mooy, 1 a 1. También lo hizo Callens y adelantó a Perú por 1-2.

En la tercera serie ejecutó el último ingresado, Goodwin y logró igualar 2 a 2. Fue Luis Advíncula, no pareció afectarle los movimientos excéntricos del arquero australiano, pero su tiro pegó en la base del poste derecho y salió rechazado. Todo quedaba empatado y Australia retomaba el inicio.

Convirtió Hrustic, 3-2. Lo mismo hizo Renato Tapia, 3-3. Quedaba la última ejecución por equipo de la serie inicial de cinco. Fue Mac Laren para Australia, 4-3 arriba. Y toda la presión para Edison Flores, que ni se inmutó por el espectáculo de Redmayne, y con serenidad convirtió el empate en un penal crucial, como fue este e iban a ser todos los posibles siguientes para Perú.

Empezó la serie de uno. Australia con la chance de ejecutar y más allá de convertir o no, saber que tenía luego el penal de su adversario. Fue Mabil, con toda la picardía que mostró en el rato que jugó, y puso el 5-4 para Australia. La responsabilidad y la presión cayeron sobre Alex Valera. Redmayne apostó a su show. Fue, vino, bailó, se dio vuelta, saltó hacia adelante y luego retrocedió para volver a pisar la línea cuando Valera había comenzado la carrera del disparo y el silbato del juez ya había sonado. Nadie se percató de esta falta, pues al momento de patear, ya estaba el arquero australiano otra vez con un pie sobre la línea. Fue a su derecha y encontró el balón que había disparado Valera. Allí sucumbió el sueño de Perú.

Australia se abrazó al 5-4 final de los penales. Se abrazó a Redmayne y su show particular. Estalló en un grito estruendoso y un abrazo grupal interminable. La noche de Doha le abría las puertas del Mundial después de un largo recorrido.

Hernán O’Donnell