Mourinho ilusiona a Roma, y Dybala sueña con la selección

José Mourinho es un Director Técnico que nunca pasa inadvertido. Tiene un carisma especial, conoce el juego en profunidad, es un reconocido motivador y se pone la camiseta del equipo que debe dirigir. En este caso la Roma, un equipo popular de la capital italiana, de los más reconocidos del país. Fue Campeón de las ligas de Portugal, Inglaterra, España e Italia. Ganó la Champions League con Porto de Portugal y el Inter de Milán. La UEFA Europa League la ganó tmabín con el Porto y con el Manchester United. Con Roma logró la última edición de la UEFA Conference League, y ya está embarcado en esta ilusión de la Serie “A”, que lo ve puntero tras cuatro fechas jugadas.

La última victoria, ante Monza en el Estadio Olímpico de Roma, le dejó una buena sensación y una esperanza para la Selección Argentina. Paulo Dybala fue goleador y figura, con una actuación destacada y dos tantos que invitan a pensar su inclusión en la lista definitiva para la Copa Mundial de la FIFA-Catar 2022.

“Tuvo una historia con varias lesiones, pero ahora Paulo está en crecimiento. Quizás Scaloni también nos deba una botella de vino para celebrar un jugador top más para él de cara a Qatar”, bromeó el extrovertido entrenador tras el partido.

El equipo local se alineó con el portugués Rui Patricio en el arco; tres centrales: Mancini, Kumbulla y el braileño Ibáñez. En el medio, Celik, Cristante, Matic y Zaleswki; adelante, Paulo Dybala y Lorenzo Pellegrini, con Tammy Abraham como referente de centro atacante.

Monza presentó un esquema similar. Di Gregorio en la valla; tres zagueros, Marlon Santos, Luca Marrone y Luca Caldirola. Stéfano Sensi como volante central, y por delante, Birindelli, Mateo Pessina, Pepin, Carlos Augusto. Gianluca Caprari y Andrea Petagna en el ataque, para los dirigidos por Giovanni Stroppa.

Muy pronto se mostró Dybala en el partido. Rápido, ágil, veloz. Se movió como enlace por derecha, una suerte de interior pero bien adelantado, cerca del centrodelantero y de las trepadas de Celik por su costado.

Sin embargo, el planteo inicial del local fue similar a muchas tácticas del entrenador portugués: cederle el balón al rival, esperar en tres cuartos y cortar rápido para armar contragolpes con espacios en la zona defensiva de su rival. Así, mientras Monza tenía la pelota, la manejaba en campo rival e intentaba abrir pasillos para llegar al área local, partió un contragolpe con un pelotazo a Tammy Abraham, quien de cabeza punteó para Dybala, que supo ganarle la posición a Sensi y se fue derecho al arco visitante para sacar un tremendo remate y poner el 1-0 para Roma, a los 17′ de juego.

Intentó responder la visita con un disparo de Caprari, a los 20′, que se fue al tiro de esquina. Cuando iban 27′ se fue lesionado el defensor de Roma Kumbulla y lo reemplazó el inglés Smalling. El encuentro siguió el mismo libreto, hasta que a los 31′ Abraham ganó un pelotazo de Matic, se fue al área y remató cruzado, Di Gregorio dio rebote y Paulo Dybala entró rasante para, desde el suelo, tomar el rechazo y meter el segundo gol particular y de su equipo: Roma ganaba por 2-0.

Se le hizo cuesta arriba el partido al visitante. Porque ya Roma le había encontrado la vuelta táctica a su estrategia de juego, y la diferencia de goles le daba una venturosa tranquilidad. Era más desde el dominio mental y control del juego la Roma, aunque la posesión le perteneciera al Monza.

A los 43′ cerró el primer tiempo con una combinación entre Pellegrini y Dubala, que finalizó con un remate del italiano que se fue por arriba del travesaño.

En el complemento Salvatore Molina entró en lugar de Marrone en la formación visitante, se ubicó por izquierda e intentó darle vuelo a su equipo. Pero Roma avisaba de contra, y a los 52′ llegó Celik por derecha, lanzó el centro y Pellegrini sacó un buen remate que Caldirola pudo rechazar.

A los 55′ Tammy Abraham llegó por el medio, se filtró y sacó un remate que Di Gregorio lo pudo rechazar, sacó otro disparo, que se fue apenas desviado.

Monza atacaba y cedía espacios. Roma anunciaba un peligro inminente en cada aceleración hacia el área visitante.

Y a los 60′, se terminó el partido. Tiro de esquina desde la banda izquierda del ataque local, el pelotazo al borde del área chica, y por allí entró Ibáñez para meter un tremendo cabezazo y marcar el 3-0 a favor de la Roma.

En el equipo visitante llegaron tres cambios en la primera ventana disponible: a los 61′ dispuso la segunda, tercera y cuarta modificación; P. Ciurria entró por A. Petagna, A. Colpani ingresó en lugar de M. Pessina, y D. Mota reemplazó a G. Caprari.

Mourinho también dispuso variantes; a los 65′ El Shaarawy ingresó por Paulo Dybala, en la segunda modificación local, y la tercera fue L. Spinazzola en lugar de N. Zalewski.

Perdido por perdido, el equipo de Stroppa fue sin limitaciones. se adelantó en el campo, los centrales se acercaron a la línea central, los carrileros vanzaron, y buscó llegar con un fútbol abierto. Roma se ordenó con inteligencia y amenazó en cada ataque.

A los 79′ llegaron los últimos cambios del equipo de la capital italiana; A. Belotti ingresó por Tammy Abraham, y E. Bove reemplazó a Lorenzo Pellegrini.

Monza tuvo una llegada a los 81′, con un disparo de Mancini, que besó el travesaño y se fue arriba. Con más ganas que ideas, la visita dejaba una imagen digna, aunque la superioridad y jerarquía del local se hacían evidentes en cada maniobra. El quinto cambio visitante sucedió a los 83′. Warren Bondo reemplazó a Stéfano Sensi.

El final fue lento y previsible. Monza movía la pelota e intentaba generar algo en ataque. Roma lo esperaba con mucha gente, bien ordenada, y la tranquilidad de saber que nada corría peligro. Se fue algo lesionado El Shaarawy, cuando iban 90+1′ de juego. Fue el único sobresalto de un equipo que tiene la identidad de su entrenador y que recupera una estrella para la Argentina.

Hernán O’Donnell