Inglaterra y Estados Unidos prometían un gran partido, pero todo se fue en amagues

Era, a priori, un partido esperado y con una expectativa grande. Los dos habían hecho un muy buen debut, Inglaterra con una victoria amplia y contundente ante Irán, Estados Unidos jugó un xecelnte primer tiempo frente a Gales. El equipo europeo contaba con un favoritismo mayor, lógico, producto de su enorme plantel, lleno de figuras que brillan en la Premier League, la competición de clubes más importante del mundo. El seleccionado norteamericano, en ascenso desde hace más de dos décadas, apuntaba para plantearle un partido difícil. Hubo un comienzo a buen ritmo, pero con el correr de los minutos el juego se empezó a pagar, y al final encontró a ambos conformes con la igualdad, aunque para Estados Unidos dejó un sabor más agrio, pues estuvo más cerca de convertir, y además deberá vencer a Irán para lograr la clasificación.

Crédito: @FIFAWorldCup

Inglaterra formó con Jordan Pickford en la valla; Kieran Trippier, Harry Maguire, John Stone y Luke Shaw en la defensa. En el medio, Bellingham y Declan Rice; más adelante, Saka, Mount y Raheem Sterling, y de centro delantero, Harry Kane. El equipo de Greegg Berhalter salió con Matt Turner al arco; Sergiño Dest, Zimmerman, Tim Ream y Robinson; Weston Mc Kennie, Tyler Adams y Yunus Musah; Weah, Wright y Pulisic.

El partido tuvo buen ritmo al inicio. Inglaterra salió con una psotura ofensiva, la línea de fondo adelantada, y con la intención de llegar por los costados, para lastimar con el centro al área. A los 9′ Bellingham habilitó a Saka, este metió un buen centro, y Harry Kane definió fuerte, pero el disparo pegó en Zimmerman y se fue al corner. Respondió Estados Unidos, a los 16′, con un buen centro de Mc Kennie, y el cabezazo de Wright salió apenas desviado.

De a poco empezó a llegar el equipo de Norte América con mayor claridad. Si bien la pelota la tenía Inglaterra, y dominaba el juego, con rapidez y verticalidad, Estados Unidos forzaba mejores llegadas. A los 25′ fue Mc Kennie el que elevó el remate tras un centro de la derecha. Y a los 32′ Pulisic metió un buen tiro que pegó en el travesaño. Después fu el turno de Sergiño Dest, quien entró al área con pelota dominada y cuando iba a disparar, le taparon el envío.

Inglaterra se las arregló para volver a llegar sobre el cierrre del primer tiempo. Iban 44′ cuando Luke Shaw envió un buen centro y Saka remató muy alto. Y a los 45+1′ Mount metió un tiro fuerte, que Matt Turner desvió al corner.

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El segundo tiempo fue dominado por Estados Unidos. Sin demasiada profundidad, pero con un juego adelantado, acorraló a Inglaterra contra su campo, no le permitió salir y trató de lastimarlo, aunque sin grandes ocasiones.

Gareth South gate, el director técnico inglés, decidió dos modificaciones a los 67′ de juego. Henderson entró por Bellingham, y Jack Grealish reemplazó a Sterling. Y los cambios hicieron un buen efecto, porque mejoró el conjunto británico. henderson le otorgó orden y precisión en los pases, Grealish aportó su conocida habilidad y fantasía en la gambeta corta.

Entonces llegaron dos variantes para el equipo americano. Aaronso entró en lugar de Mc kennie, mientras que Moore reemplazó a Sergiño Dest, cuando iban 76′ del partido. En esa ventana, ya a los 77′, Inglaterra hizo su tercera modificación: Rashford reemplazó a Saka.

El juego se empezó a diluir en ese tramo final. Ya no dominaba tanto estados Unidos, e Inglaterra no apuraba demasiado las acciones. A los 82′ llegaron el tercer y cuarto cambio del equipo de Berhalter; Giovanni Reyna reemplazó a Weah, mientras que Josh Sargent ingresó por Wright.

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Y en el cierre, tal como había sucedido en el final del primer tiempo, Inglaterra volvió a contar con algunas oportunidades. A los 90′ hubo un corner de la derecha que cabeceó Harry Maguire y atrapó bien Matt Turner. A los 90+2′ llegó otro centro que cabeceó harry Kane, ye l balón pasó muy cerca del palo derecho de Turner.

Así se cerró el partido. Con más promesas que realidades, y al conformidad de ambos. Inglaterra, porque está a las puertas de la clasificación; Estados Unidos, porque depende de sí mismo en el duelo ante Irán, donde ambos se jugarán el boleto a la ilusión.

Hernán O’Donnell