Apenas un penal fue la diferencia entre Arsenal y Belgrano

Arsenal no pudo afianzar la resonante victoria en el Estadio Monumental ante River Plate, y Belgrano recuperó una parte del terreno extraviado. Pero en el desarrollo del juego, no hubo demasiada distancia entre lo que produjo uno y otro equipo. Al contrario, fue un encuentro muy parejo, en el que un penal terminó por establecer la diferencia y la victoria final del equipo cordobés por 0-1.

Fue un primer tiempo chato, con muy pocas llegadas, casi sin emociones. Equilibrado en el juego y en el protagonismo. Arsenal se presentó con Alejandro Medina; Néstor Breitenbruch, Ignacio Gariglio, Joaquín Pombo y Adrián Spörle; Felipe Peña Biafore de volante central. Por delante, Braian Rivero, Juan Manuel Cuesta Baena y Lautaro Guzmán; Santiago Paiva y Flabián Londoño.

El equipo de Guillermo Farré salió con Manuel Vicentini en el arco; Gabriel Compagnucci, Alejandro Rébola, Nicolás Meriano y Francisco Oliver; Santiago Longo y Ariel Rojas; Matías García, Ulises Sánchez e Iván Ortigoza; Pablo Vegetti.

La primera media hora transcurrió sin llegadas profundas. Un dominio repartido, parejo. Un poco de Guzmán por el lado del local, sumado a la movilidad de Rivero y el criterio de Peña Biafore. Por la visita, el orden del “Chino” Rojas, la habilidad de Matías García, las ganas de Ortigoza y la presencia inquietante de Vegetti.

Recién a los 31′ llegó Belgrano con un cabezazo de Vegetti que atrapó Medina. A los 33′ volvió a aparecer el arquero local para cortar un centro abajo peligroso. y a los 36′ llegó el penal, tras una contra solitaria de Vegetti, la salida de Medina y el toque del arquero cuando el delantero se abría para gambetearlo y definir.

El penal lo ejecutó el propio Pablo Vegetti, a los 38′, para poner el 0-1 a favor de Belgrano de Córdoba.

Carlos Ruiz, el entrenador del equipo local, decidió hacer tres variantes para comenzar el complemento. Maximiliano Centurión entró por Ignacio Gariglio; Luis Leal reemplazó a Paiva, y Santiago Toloza ingresó por Flabián Londoño.

El partido tomó un poco más de ritmo. Arsenal adelantó sus líneas y volcó el juego hacia el arco de Vicentini; el “Pirata” se paró de contra para amenazar con liquidarlo.

A los 47′ un tiro libre del local fue sacado sobre la línea por la defensa del equipo cordobés; A los 50′ un centro de la derecha fue cabeceado por Rivero, apenas alto.

Respondió Belgrano con un buen tiro de Ortigoza, a los 55′, que pasó cerca. Volvió a atacar el local, y a los 58′ un disparo de Lautaro Guzmán se estrelló en el travesaño. Toloza quiso definir del rebote, pero apareció Vicentini para quitarle el grito.

Guillermo Farré decidió, entonces, hacer tres cambios. Ibrahim Hesar reemplazó a Ortigoza; Joaquín Susvielles entró por Pablo Vegetti, y Fabián Bordagaray ingresó en lugar de Ulises Sánchez. Y a los 67′ tuvo que hacer la cuarta variante, por la lesión de Oliver, que debió ser reemplazado por Lucas Diarte.

Fue importante la entrada de Susvielles, porque el ex delantero de Almagro y Platense, entre otros, fue un aporte importante en el ataque, con buenas jugadas y asistencias.

Tuvo un corner Arsenal, a los 68′, que se selló con un cabezazo de Centurión en el travesaño. El cuarto cambio del equipo de Ruiz fue a los 71′; Franco Vega entró en lugar de Braian Rivero.

Luego lo pudo liquidar el “Pirata”. Hubo una salida apresurada del fondo de Medina, el balón lo tomó Diarte, pero su tiro salió elevado. Cuando se jugaban 78′ llegaron los últimos cambios de los equipos; Lucas Souto entró por Pombo, en Arsenal, mientras que Gerónimo Tomasetti ingresó por el “Chino” Rojas, en el visitante.

Arsenal se jugó las últimas fichas sobre el cierre del juego. A los 87′ hicieron una buena jugada colectiva y el centro final de Spörle fue cortado por Vicentini. Cuando iban 89′ Toloza trazó una maniobra individual, y su definición fue controlada por Vicentini.

Fue lo último de Arsenal y del partido. Que resultó parejo, donde ambos tuvieron sus chances y sus momentos, pero la fina distancia de un penal terminó por llevar la alegría de viaje a Córdoba.

Hernán O’Donnell