Maidana fue la sombra del Chino

No fue el “Chino” que todos conocemos; o el que esperábamos. No tuvo nada que ver con el primer combate, el que se celebró el 3 de mayo último. Maidana cambió la estrategia, modificó el plan e intentó algunas variantes para, esta vez sí, poder derrotar a Floyd Mayweather. No le había alcanzado en su primer intento el ímpetu arrollador, ni los ataques permanentes, ni el derroche de golpes y energías del primero al quinto round. En aquella primera ocasión, el “Chino” fue un ciclón desbordante en la primera parte, que le permitió ganar los rounds 1, 3, 4 y 5. Tenía un dominio de la pelea, pero el cambio de aire, cierto quedo y el impecable box de Mayweather le permitió al norteamericano prevalecer en la segunda mitad y llevarse el primer encuentro.

Esta vez, el “Chino” cambió. Y tampoco obtuvo resultados. Y hasta dejó una imagen más pálida que aquella vez. Se bajó del ring ya sin esperanzas de un tercer encuentro, con un sabor más parecido al fin de la batalla que el de un nuevo encuentro.

Para el público sucedió lo mismo: Si aquella primera pelea despertó una euforia llamativa, el final de esta apagó todos los comentarios de boxeo y los “análisis” de periodistas, aficionados, entendidos y arribistas…El primer combate desató una fiebre “Maidana-Boxeo”. Este último se apagó con la madrugada del combate. ya nadie habla de boxeo (sólo lo hacen los especialistas), ni de la inminente pelea (complicada) de Omar Narváez…

mayweather-mordeduraMaidana salió más tranquilo, intentó agregarle boxeo a su temible pegada. Y no resultó, porque de ese torbellino que sorprendió al propio Floyd, sólo quedó una sombra. Un Maidana que sorprendió en el primer round: con pocos ataques y una actitud más conservadora, fue el típico round de estudio del oponente. Recién se soltó y dominó en el cuarto. Pero ya se empezaba a definir el perfil de pelea. Además, la tranquilidad de Maidana le daba tiempo a Mayqeather para ensayar ataques y descargar golpes, todo a una velocidad y repentización destacable.

Aquí vale la pena detenerse en el vencedor: Hay que darle un crédito y un mérito al invicto campeón del mundo. Mayweather lleva un récord de 47-0, por algo lo tiene. Han pasado distintos boxeadores, y ninguno pudo con él. Ni Arturo Gatii, ni Zab Judah, ni el “Tata” Baldomir, ni Oscar De La Hoya…¿Quiere más nombres? El “Fantasma” Guerrero, el “Canelo” Saúl Alvarez…Ortíz estuvo cerca, le pegó, y lo molestó pero un cabezazo incomprensible en el cuarto round lo descalificó. Cotto hizo un buen combate, pero perdió por puntos. Y el “Chino” había hecho el mejor pleito aquel 3 de mayo…

maidana-y-mayweather

Se perdió. Esta vez, sin atenuantes. Sin discusiones. Se cambió el libreto, pero no resultó. Tampoco es para excederse en la crítica: en el primer combate, la estrategia de “matar o morir”  tampoco dio resultado. Es que parece difícil acertar con el rival, hoy por hoy, que le pueda ganar a Floyd. Que se mueva más rápido que él, que pueda atacar y acortar la distancia, pero sin pasarse como para que los golpes tengan recorrido; que pueda esquivar con la facilidad que lo hace Mayweather y que tenga un poder letal en los puños. Hasta ahora, ese rival no apareció. Se asomó el “Chino”, en el primer combate. Y no fue el mismo en el segundo.

Se perdió la pelea e, imaginamos, la chance de una nueva oportunidad. Marcos Maidana dejó todo, no hay dudas. Pero no fue el “Chino”. Y ese es el sinsabor mayor. Perdió sin ser él mismo.

Hernan en el Luna Park

 

Hernán O’Donnell