Hamilton regresó a la Gloria

Anunció que se iba a jugar entero, que no iba a especular y que en Abu Dhabi, aunque muchas combinaciones de resultados le aseguraban el título, él quería ganar el campeonato Mundial de Fórmula 1 2014 con una victoria.

Nada lo iba a desviar de su camino. Que fue duro, trabajoso, muy complicado, con un adversario/compañero de fuste, como Nico Rosberg, que bien pudo haberse quedado con el título. Pero era el año de Lewis, el gran Lewis que hizo una gran temporada, luego de haber sufrido la salida de Mc Laren y la adaptación a la escudería Mercedes.

Porque este inglés de buenos modales y magnífica conducción la salida del equipo que lo crió, formó y educó, no le fue nada sencilla. De hecho, aún se recuerda una de sus primeras carreras con el equipo alemán y su detención en los boxes de ¡Mc Laren! en su primera detención en carrera…La costumbre, el inconsciente, los años vividos allí lo habían confundido…

Pasaron muchos años y abrió las alas. Hay vida después de Mc Laren y a la aventura fue. Había sido campeón en 2008, pero eso ya quedaba muy lejos. Había que cambiar el rumbo. Había que volver a empezar.

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Después de tantos años, a cambiar de equipo, de mecánicos, de habitat, de lugar de trabajo…Pero había que arrancar. Y a luchar. Un año duro, peleado. Con un Nico Rosberg que ganó en el inicio en Australia y se convirtió en el principal adversario. Pero no se amilanó el inglés y comenzó a hilvanar tirunfos. Así llegó a vencer en Malasia, bahrein, China, España, Gran Bretaña, Italia y Singapur. Ahí alcanzó la cima. Pudo superar a su compañero. Y a ver con buenos ojos la posibilidad de alcanzar el sueño. En Japón, la alegría del éxito se vio opacada por el accidente de Jules Bianchi. Era el octavo triunfo, pero con un sabor amargo.

Llegó la victoria en Rusia, y amplió la diferencia. En estados Unidos logró su 10º victoria del año; allí tuvo una maniobra fantástica para superar a Rosberg y conseguir un gran triunfo. La remontada del año tenía un autor. Hamilton mostraba una notable actualidad y ni siquiera le dio la chance a Daniel Ricciardo, la agradable revelación de la temporada, poder acercarse a armar una ilusión.

Pasó Brasil y en Abu Dhabi realizó lo que prometió. Largó con todo, aprovechó el quedo de su compañero y ganó sin discusiones, sin problemas, sin inconvenientes.

Soltó lágrimas y abrazó a toda su familia. Explotó de alegría y sumó su segunda corona Mundial. Dejó atrás la casa familiar y conocida de Mc Laren. Tuvo que adaptarse a otro equipo, otra idiosincracia, otra nacionalidad. Tuvo que volver a empezar. Y lo logró. Lewis Hamilton abrió las alas y echó a andar….

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Hernán O’Donnell