El Super Rugby llegó a la Argentina

Lo que tanto se esperaba, de lo que tanto se había hablado este año, el famoso torneo de Super Rugby, que reúne a las franquicias más poderosas de la SANZAAR, el campeonato profesional de rugby más importante del hemisferio sur, llegó a la Argentina. Lo que hubiera sido inimaginable tan sólo 10 o 15 años atrás, que nuestro rugby se entrevere en un torneo profesional, ayer a la tardecita-noche de Buenos Aires, se lo vivió en el Estadio de Vélez Sársfield.WP_20160319_011Los Jaguares se toparon con un equipo duro, combativo. En una muestra de lo que se juega en cada paratido y de la manera en que se lo desarrolla desde el punto de vista estratégico y táctico, los Chiefs y los Jaguares plantearon un juego “nuevo” muy lejos del rugby tradicional donde los 8 forwards se movían juntos como un todo, buscaban la obtención de la pelota y enseguida la cedían al medio scrum para que este y el medio apertura desarrollaran el juego con los backs. Eso se terminó. Son 15 hombres por lado,  desparramados a lo ancho de la cancha, con la propuesta de jugar uno contra uno y romper por los costados. Los Chiefs les mostraron la dureza y la aspereza en la marca, con una presión constante. A los 3 minutos facturaron un penal y a los 6 igualó Nico Sánchez.

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Después llegaron las emociones. Con más corazón que juego, los argentinos llegaron al try de Creevy con un empuje del pack de forwards que pareció haber sido traido de otros tiempos. El try de McNicol sobre la bandera igualó el marcador en 8 tantos.

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No hubo demasiado respiro en la paridad; el try de McKenzie (la figura de la cancha) inclinó el resultado 8-13 para la visita, y dos penales de Nico Sánchez revirtieron el marcador 14-13 para los Jaguares.

El segundo tiempo fue mucho más complicado. Los Chiefs se plantaron en campo argentino, y no retrocedieron. A su juego intenso le agregaron más ritmo, más presión en la marca y una concentración total para capturar y facturar cada error que pudieran cometer los locales. Fueron superiores en el manejo y control del juego y propusieron un partido siempre dentro de las 40 yardas de los Jaguares.

A los 6 minutos, un penal de McKenzie les permitió subir en el marcador: 14-16; el try de Lowe, convertido por el full back estiró la diferencia: 14-23. Y todo se hizo cuesta arriba.

Los Jaguares intentaron quebrar al oponente, pero la marca dura, y a veces violenta como la que sufrió Tetaz Chaparro, hacían muy difícil la tarea de los locales. No había agujeros o canales para progresar en ofensiva. Fueron 30 minutos de dominio de los Chiefs.

WP_20160319_019Pero la noche iba a estar cargada de emociones. Cuando ya faltaba poco y parecía que el rumbo estaba definido, llegaron las sorpresas. Los argentinos lograron romper la defensa visitante en dos oportunidades y sacudieron la fría noche de marzo; porque todo era de la visita cuando se armó esa jugada colectiva que nació en la velocidad y el ímpetu de Santiago Cordero, para terminar en el try de Landajo y la conversión de Sánchez a los 31 minutos del segundo tiempo. Entonces el marcador quedó 21-23. Y el público entró en calor. Los gritos nacieron sobre el final y de contraataque, dos minutos más tarde, una corrida electrizante de Matías Moroni terminó en un try en la bandera y el abrazo gigante de los Jaguares en esa esquina. En dos ataque se revertía el marcador y quedaba 26-23.

Pero la noche no estaba terminada. Más allá de la alegría y los fuegos artificiales que se encendían ante cada conquista local. Los Chiefs mostraron todo su repertorio en esos minutos que quedaban: capturaron la pelota, abrieron de un lado a otro y McKenzie preparó el terreno para que el medio scrum ingresante Brad Weber llegara al try cuando faltaba un minuto para terminar. 26-30 para los visitantes.

La experiencia valió la pena. El público acompañó con su presencia, aunque le costó hacerse “hincha” del equipo. En definitiva, no es su club ni tampoco Los Pumas. Una franquicia nueva en un torneo profesional. Habrá que adaptarse y tomarle cariño con el paso del tiempo. Por ahora queda el balance de un encuentro duro, difícil, donde los Jaguares tuvieron sus chispazos, pero la victoria, justa, quedó para los Chiefs, por lo hecho en el segundo tiempo.

Fue el comienzo, en la Argentina, de un nuevo rugby: Profesional, desarrollado, con un marco de show y espectáculo alrededor, y con equipos, como el que nos visitó que nos muestra que dentro del campo, el juego es intenso y comprometido los 80 minutos.

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Hernán O’Donnell