Los Juegos Olímpicos en su hora regresiva

Los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016 ya viven sus horas regresivas; ya estamos en la cuenta atrás, palpitamos los días que faltan y las ilusiones toman forma  a partir de una cercanía que muy pronto será realidad.

La Argentina olímpica estará, como siempre, con su esperanza y su ilusión. Y si bien la historia y la razón de ser de estos juegos están vinculados a las disciplinas madre (leasé Atletismo, Natación y Gimnasia), nuestra patria deportista tiene los ojos puestos en aquellos deportes, la mayoría colectivos, que le permiten pensar en la posibilidad de subir al podio y alcanzar una medalla.

El fútbol es, quizás, el principal. Porque hay un exitismo en esta disciplina que siempre nos “obliga” a pensar en ganar, porque hay una generación de buenos futbolistas y porque se han logrado las medallas de oro en los juegos de Atenas 2004 y Beijing 2008, lo cual alimenta la exigencia.

Arg vs El Salvador

Gerardo Martino, el entrenador del equipo, no desconoce esta realidad; al contrario, sabe muy bien en que mundo camina, cuales son las expectativas y por donde se escriben las palabras más importantes y trascendentes. La argentina futbolera pretende ganar lo que sea, donde sea y por lo que sea que se juegue. Los Juegos de Río no escapan a esta (i)lógica.

“Pensamos en Ramiro Funes Mori para los Juegos y esperamos que Everton esté dispuesto a cederlo. Tal vez nos lo pueda dar para las dos competencias”, aseveró el entrenador.

También trascendió que piensa en Matías Kranevitter, en el arquero de la Real Sociedad de San Sebastián, Gerónimo Rulli, en Paulo Dybala, el propio Angel Correa, Luciano Vietto y Lenadro Paredes.

Mientras, la selección ya tiene sus rivales: su debut será el 4 de agosto, en Río de Janeiro, frente Portugal, tal vez con Cristiano Ronaldo en el equipo. Después, se medirá con Argelia, el 7 de agosto, en Río de Janeiro y la tercera fecha jugará ante Honduras, el 10 de agosto, en Brasilia. Casi sin traslados, una ventaja, y un rival que asoma como el más complicado: Portugal, con la chance de tener un refuerzo de lujo.

La ausencia de Messi será la mayor pena; no sólo por el peso que tiene en el equipo argentino, sino porque el torneo, y los Juegos mismos, se ven privados de ver a un atleta en todo su esplendor, un atleta que por virtudes técnicas y físicas alienta siempre las ganas de observarlo y que ingresa en una dimensión mayor a su deporte cada vez que juega un partido; un atleta que tiene mucho para ofrecerle a la familia olímpica en su celebración.

Claro que el espíritu está muy vinculado al esfuerzo, al amateurismo, a los valores deportivos: por eso se encierra en un torneo sub 23 con la posibilidad de incluir a tres jugadores mayores de esa edad. Pero el torneo, y cada uno de los que componen la grilla olímpica, intenta reflejar los objetivos competitivos históricos.

En esa senda está la Argentina, en el sueño de jugar, competir y, si se puede, subir al escalón más alto del podio.

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Hernán O’Donnell