Eduardo Schwank, el socio del silencio

Hace rato que forma parte del equipo. Estuvo en la final ante España en Sevilla, ganó (junto a Nalbandián) un punto importantísimo en dobles, que estiró la final hasta el último día. Hace cinco series que no cae en dobles. Sin embargo, a la hora del glamour y las luces de las cámaras está detrás de Del Potro y Nalbandián. También, de Juan Mónaco. Y hasta de Juan Ignacio Chela, hoy, afuera de la lista de 4 jugadores.

Pero, Schwank no se hace problemas. Está para sumar. Y lo hace desde el lugar que le toque.

“Hay mucha adrenalina, ya falta poco y uno espera la hora de jugar.”, señaló Eduardo Schwank.

“Uno desea que todo termine ràpido – agregó Schwank- sería lo mejor para todos, para nosotros, para ustedes los periodistas, para la gente. Nosotros estamos bien y todavía contamos con un margen para seguir en el trabajo, para corregir cosas. Todavía estamos un poco relajados, por lo menos yo…”

Sobre el rápido anuncio de los jugadores por parte del capitán Jaite, señaló: “Eso es parte de un juego; nosotros siempre sabemos con tiempo quienes y como van a jugar, salvo alguna serie que esté más complicado. A nosotros nos hace bien que sepamos con tiempo quienes van a jugar. La cabeza se te va programando para llegar bien ese día; programás los entrenamientos en la parte física, me parece una muy buena determinación por parte del cuerpo técnico.”

 

 

“Aún no sabemos como será el dobles. Creo que la primera opción es con David (Nalbandián), pero todo va a depender de como termine David el viernes, igual él es la primera opción.”, dijo respecto a su compañero de dobles.

 Sobre jugar dobles o singles, dijo que “mi cabeza separa las cosas y sabe prepararse para cada momento. La Davis es una semana aparte que disfruto muchísimo, me preparo para llegar a un buen nivel en el dobles. La carrera y la Davis son dos cosas diferentes”.

“Será un doble difícil, con dos sacadores que tratarán de sacar bien. Aquí la superficie es distinta, pero ellos son buenos jugadores y no veo para nada un partido fácil.”, apuntó respecto al match del sábado.

“La superficie está lenta, el juego a nivel del mar también ayuda. Me da tranquilidad y confianza haber ganado en otras series. El equipo confía en mi. Es un lugar que me gané de a poco, pero no hay que descuidarse porque si perdés uno o dos partidos, podés quedar afuera. En este momento me siento muy bien, muy felíz.”, sonrió.

Y le brotó una alegría pura y genuina, de un marinero que rema en silencio, para que el barco llegue a buen puerto.

 

Hernán O’Donnell