En la tierra del vodka, Francia juega el fútbol champagne

Francia fue dueño del partido de principio a fin. Tomó la pelota desde el primer minuto y volvó el juega hacia el área de Uruguay. Con la firmeza de sus defensores, fuertes Varane y Umtití, prolijo y eficaz Pavard para desprenderse por derecha, inteligente Hernández por izquierda. Los cuatro iban y empujaban. Entonces Kanté se lucía en su función de volante central, Pogba se hizo dueño de la pelota y entre Mbappé, Griezmann y la inteligencia de Giroud (un fénomeno de pivot), el partido se jugó cerca de Muslera.

A los 40′ llegó la apertura del marcador: Centro desde la derecha, aparición de Varane y golpe de cabeza para derrotar a Muslera. 1 a 0 y la situación que tuvo Uruguay con el cabezazo de Cáceres y la tapada de Llorís que Godín no pudo conectar. Era la primera chance de Uruguay, sería la última.

En el segundo tiempo se definió todo muy rápido. Uruguay intentó salir, pero se notó mucho la ausencia de Cavani. Y neutralizado Suárez, pco peso le quedaba en la ofensiva. Para colmo, a los 60′ vino el remate de Griezmann, Muslera no la puede contener y el 2 a 0 que parecía cerrar todo.

La media hora final fue una película que se consumió de a poco; Francia con la tenencia del balón, el toque permanente y el eje puesto en Pogbá. Gran tarea de Griezmann en la conducción y la inteligencia táctica de Olivier Giroud para coordinar en los ataques. El toqueteo repetitivo y la impotencia de Uruguay, que no contó con ninguna posibilidad clara en el segundo tiempo.

Ganó Francia con justicia y claridad. Manejó la pelota, los tiempos y el control del juego. Sacó a relucir el fútbol champagne y espera poder continuar con el descorche en los partidos que quedan.

 

Hernán O’Donnell