Un ciclo parece llegar a su fin, otro empieza a nacer

La noche de fines de invierno de Madrid nos regaló otro partido de alto voltaje, con ritmo y con todos lo ingredientes del fútbol del primer mundo. Otro encuentro de Champions League y un resultado abultado, sorpresivo para algunos, pero que nos empieza a abrir la puerta de un brillante ciclo que empieza a tocar su fin y el nacimiento de otro que puede ser muy importante.

El Ajax Amsterdam llegó a España con la mochila de tener que revertir el 1-2 que sufrió de local, un partido que no mereció perder y que produjo sensaciones engañosas en la gente, en los medios e incluso hasta en los protagonistas pues Sergio Ramos forzó una tarjeta amarilla para “limpiarse” y llegar sin condicionamientos a los hipotéticos cuartos de final. Por pícaro, le dieron dos partidos, pero ya tampoco va a llegar al desquite de los cuartos. Querer saltearse el desquite fue una “viveza” que le sali{o mal.

Porque es probable que el defensor central español pensara que la serie estaba liquidada. Y en el pecado tuvo su penitencia. Ajax había demostrado muchas cualidades en el primer juego, el resultado había sido injusto y muchos cayeron presos del engaño.

Ajax salió a jugarle con la misma desfachatez que había mostrado en Holanda. Respetó siempre la pelota, buscó cuidarla, se asoció en el toque y nunca la rifó. Y fue en busca de la hazaña.

A los 7′ Ziyech abrió la cuenta. Aún la ventaja favorecía al Madrid. Pero el equipo de Santiago Solari no tomó nota de lo que sucedía. Seguía con el ritmo cansino, aparentaba serenidad, pero no surgía el juego que lo despertara. Es verdad que Varane había sacudido un palo con un cabezazo, pero el local no imponía condiciones.

Enseguida llegó el segundo, tras una buena maniobra colectiva Neres señaló a los 18′. Ahora sí la clasificación cambiaba de manos.

Fue el momento en el que el equipo holandés se floreó en el Bernabeu. El serbio Tadic se hizo patrón y comenzó a hacer girar el juego a su alrededor. Ajax tenía la pelota, la jugaba con criterio y amenazaba con ampliar el marcador. El arquero local, Courtois impidió en dos ocasiones que estó sucediera.

Mientras, el conjunto merengue se desinflaba en su propia casa.

En el complemento, el Madrid salió más decidido. Como si le hubiera sonado el despertador. Empujó el juego hacia la valla holandesa y con los ingresos de Bale y Asencio (ambos en el primer tiempo por lesiones de Vazquez y Vinicius) tuvo más ritmo y dinámica.

A los 61′ llegó el golazo de Tadic, un soberbio remate al ángulo superior derecho de Courtois y el marcador parecía definitivo. Se utilizó el VAR pero no se comprobó que la pelota hubiera salido del lateral previo al tercer gol visitante.

La verguenza deportiva de los jugadores locales lo llevó al Madrid a empujar y empujar. A jugarselá. Solari adelantó a los laterales y una maniobra de la izquierda llegó a Asencio que descontó con un zurdazo cruzado a los 70′.

Si había un atisbo de esperanza e ilusión por la remontada histórica, el tiro libre de Schone que se metió en el ángulo izquierdo a los 72′, terminó con todo.

El 1 a 4 fue toda una sorpresa. Un festival de fútbol y la imagen que nos deja de la realidad opuesta de dos grandes equipos europeos.

Un conjunto de un ciclo de excelencia, brillante, que logró 4 Champions en los últimos 5 años, que ganó en forma consecutiva las últimas tres ediciones y que deja este certamen con algunos indicios de fin de ciclo. Bale se iría pronto, Isco no tiene lugar en el equipo, Marcelo vio todo relegado desde el banco, Kroos ha bajado su nivel, cada día se extraña más a Cristiano Ronaldo…Encima, se perdió en muy pocos días dos veces contra el Barcelona en el mismísimo Santiago Bernabeu.

Ajax parece despertar a un nuevo episodio de tantos que tuvo en la historia, con jóvenes formados en la escuela holandesa y un respeto supremo por el balón. A sus 19 años se destaca el defensa central Matthijs De Ligt, quien es el capitán y actúa con la experiencia de un veterano. Daley Blind lo complementa con mucha seguridad en la zaga y Nicolás Tagliafico es un lateral aguerrido y técnico.

Frenkie De Jong se mueve con soltura por la mitad de la cancha. Van de Beek y Schone marcan y juegan. Arriba Neres y Ziyech son hábiles y peligrosos.

Pero la gran figura es Dusan Tadic. En Madrid fue determinante. Metió las dos asistencias de los dos primeros goles; hizo el tercero, que casi definió el partido. Jugó a gran ritmo y conservó la pelota siempre, con un cuidado solemne, como si fuera la joya más preciada.

La noche de Madrid dejó la sensación de que el Madrid termina un ciclo brillante, que pronto empezará otro. Y que el Ajax ha mostrado el nacimiento de un conjunto audaz y atrevido, que puede producir una etapa similar a las que durante muchos años enamoraron a los amantes del buen fútbol.



Hernán O’Donnell