El Sub 17 conquistó el Sudamericano en una noche errática

Fue tanto lo que sembraron, tanto lo que hicieron en largo recorrido, que la última noche, aún con una actuación fallida y un resultado adverso muy abultado, el Seleccionado Sub 17 que dirige Pablo Aimar, logró el Título Sudamericano y, claro está, el pasaje a la Copa del Mundo U17 de la FIFA-Brasil 2019.

Een el primer tiempo, la Argentina fue parecida a la de siempre: con la pelota, con el control del juego. En el segundo, a los 48′ llegó el gol de Matías Palacios y parecía que sería un cierre perfecto para un recorrido brillante.

Pero el equipo perdió el ritmo y la dinámica de los partidos anteriores. Había hecho una buena primera ronda y un excelente hexagonal final, llegó a la última fecha con mucha holgura y múltiples variantes para alzarse con el campeonato. Y aún con la goleada en contra, el equipo se llevó el primer puesto.

A los 57′ igualó Johan Mina de penal. Ecuador encontró una ilusión y fue por ella. Enseguida Mina tuvo una chance clara, que el arquero Losas detuvo en dos tiempos. Y a partir de allí creció el “MiniTri”. Puso el acento en la velocidad y encontró espacios para superar a la defensa albiceleste.

Mercado dio vuelta el resultado tras una buena maniobra entre Angulo, Mina, Mejía. Y ante la errónea salida de Losas, Mejía habilitó a Mercado, quien marcó el 2 a 1 a los 64′.

Y por si fuera poco, la noche de errores de la Argentina derivó en el tercer gol ecuatoriano. A los 66′ Losas quiso despejar una pelota y su remate dio en el pecho de Mejía y Ecuadro se encontró arriba 3 a 1.

Argentina se desesperó y fue con todo al ataque. Buscó salvar el honor, mostrar que el equipo quería hasta el final, que no se conformaba con alcanzar la gloria con un mal resultado. Y ofreció espacios que la velocidad de los jugadores ecuatorianos supieron aprovechar. Fue un equipo, el albiceleste, que buscó sin luces, apurado, nervioso. Y dejó sus espaldas descubiertas.

A los 77′ llegó el cuarto gol de Ecuador. Mejía y un remate fuerte, cruzado, sentenció la jornada. La sorpresa se presentaba en Lima. El “MiniTri” llegaba al mundial. la Argentina pagaba caro sus errores en defensa.

Los minutos restantes encontraron al ganador bien metido atrás. Cerrado y al aguante del resultado. Los chicos argentinos fueron pero no encontraron los caminos. Y el resultado no se modificó.

Flotó en el ambiente la amargura de los chicos de Perú que quedaban afuera con este resultado. Sorpresivo, sí. Pero difícil de de ponerlo en la duda y la sospecha. Para quienes el resultado perjudicaba sus posibilidades, tejieron y manifestaron sus broncas y sus prejuicios. En el análisis, hubo errores defensivos en la Argentina, pero difícil de encasillar en la sospecha que para muchos surgen siempre en el fútbol. Sería letal que a esta edad sucedan cosas desagradables. Preferimos creer en la nobleza.

Como no se modifica el concepto de un equipo juvenil que brilló durante todo el campeonato, jugó de manera espléndida y demostró una excelente conducta deportiva, que no se oscurece aún con una noche negra como fue la última.



Hernán O’Donnell