Primero hay que saber sufrir, después jugar, después ganar…

Como el famoso tango, “Naranjo en Flor”, Jaguares tuvo una tarde con todos los vaivenes. Supo dominar, después lo apretaron, pudo mantener la distancia en el marcador, pero no escaparse. Siempre aparecía Stormers con sus penales para acercarse al marcador. Y después sufrir un rato hasta abrazarse a la victoria, la cuarta consecutiva…

El equipo salió decidido y se propuso jugar en el campo adversario. Jaguares dominó con claridad los primeros diez minutos, firme en la ofensiva, seguro en los tackles y con mucho atrevimiento en el juego con la pelota.

Así llegó el primer try del partido, tras una buena maniobra combinada entre Cubelli que abre de un ruck, Miotti, Bofelli que sorprendió con su ingreso en el espacio y el pique hacia el in-goal adversario para habilitar a Pablo Matera, quien apoyó para sumar los primeros 5 puntos cuando iban 3′ de juego. Convirtió Domingo Miotti, luego tuvo un penal a favor y entonces Jaguares se ponía 10-0 mientras la visita casi no había inquietado.

Pero, de a poco, el equipo perdió el dominio y empezó a cometer penales (algo que se repetiría como una constante durante todo el partido) y la franquicia sudafricana se acercó en el marcador.

Tres penales del apertura du Plesis lo arrimaron a un parcial de 10-9. Y si pensamos que no pudo concretar otro desde mita de la cancha, nos encontramos que Jaguares, que había manejado muy bien el inicio, podía estar abajo en el marcador.

Sobre el cierre, llegó otro penal para Jaguares y Miotti elevó la cuenta a 13-9. Era un pequeño respiro luego de un decaimiento en la primera etapa, con dos knock on consecutivos, problemas en el manejo y un rival que no esquivaba el roce con su famoso segunda línea Eben Etzebeth primero en la línea de fuego.

Stormers volvió a acercarse con un penal y el resultado quedaba 13-12 . No conseguía Jaguares abrirse en el marcador. Pero llegó la jugada de Cancelliere, la conducción de Cubelli, el pase de derecha hasta la punta izquierda, con la entrada de Creevy, la apertura para Miotti, el pase a Orlando y el hábil Moyano sorteó un tackle y con un rápido movimiento de su brazo apoyó, con lo justo, pegado a la bandera. Miotti convirtió desde una posición muy difícil y el score quedaba 20-12. Podía ser el momento de afirmarse, pero costó porque se reiteraron los penales y las oportunidades para Stormers. Enseguida fue 20-15 y después 20-18 por el pie de su full back Willemse. Un penal de Miotti llevó el score al 23 a 18 y un try penal por knock on intencional elevó la cuenta a 30-18.

Todo debió haberse terminado allí, pero había un momento más para sufrir. Con un hombre menos, Stormers salió rápido de un scrum a favor y su medio scrum Justin Philips quien hizo una brillante corrida, habilitó a Leyds y este abrió para el wing Senatla, quien apoyó el try. Convirtió Willemse y el partido quedaba otra vez en un apretado 30-25.

Ahí, cuando faltaban 3 minutos y el partido entraba en peligro. Ahí, cuando la pelota la tenían los sudafricanos. En ese momento, cuando el cansancio físico y mental aflora, cuando ya no queda aire ni piernas. En ese tiempo en que ya no hay tiempo. Es tacklear y aguantar. Y tratar de obtener la pelota cuando suena la sirena para poder terminar la anugustia. Ahí apareció una vez más el alma del equipo para saber sufrir y aguantar. Y después, otra vez, con el orgullo a flor de piel, volver a sentir la hermosa sensación de ganar…



Hernán O’Donnell