Brasil va por el reencuentro con la gloria

Es tan grande, tiene tanto potencial, tantos futbolistas, tantas posibilidades de conformar un gran plantel, que desde que Tité anunció la lista de 23 jugadores que actuarán en la Copa América Brasil 2019, se ha hablado, discutido y analizado más a los que quedaron afuera que a los que integran la nómina.

Algunos medios hasta han formado un equipo con los nombres excluídos; como si no tuviera cuestiones Tité, con las complicaciones lógicas de formar el equipo, armar el plantel, elegir los titulares y tener contentos a los suplentes, también tiene un equipo imaginario suplente.

Lo cierto es que de tanta abundancia es lógico que muchos jugadores de enorme capacidad se queden afuera de la lista: Los defensores David Luiz (Chelsea), Marcelo (Real Madrid), el volante Fabinho (de extraordinaria temporada en Liverpool), Felipe Anderson del West Ham, o los potentes hombres de ataque como Douglas Costa de la Juventus, Lucas Moura, finalista de la Champions con el Tottenham Hotspur, Willian del Chelsea, el joven Vinicius Jr. del Real Madrid…

Pero nada de eso preocupa a Tité. Sabe que tiene por delante una tarea inmensa, distinta a cualquiera que se le pueda presentar en estos tiempos, porque jugar un torneo de semejante envergadura en condición de local lo obliga a tener una buena performance. Y más que eso. Hay una historia de frustraciones de las que en Brasil ya no quieren hablar. La tristeza de haber perdido la final de la Copa del Mundo de la FIFA-Brasil 1950 y de haber quedado en semifinales ante Alemania con una goleada ignominiosa en la Copa del Mundo de la FIFA-Brasil 2014, hace que ya no se hable de ser candidatos ni se lo pongan como un objetivo de limpiar aquellas frustraciones. Casi no se habla del título y la candidatura. Se prefiere mantener la calma, la serenidad y apostar por un trabajo serio que le permita alzar la novena Copa América.

Para eso se apoya en un grupo de futbolistas excepcional. Alisson, el gran arquero de Liverpool, debe ser uno de los mejores del mundo en su posición. Quizás en el mismo escalón del alemán Ter Stegen. Muy cerca de él está Ederson del Manchester City y el muy conocido en nuestro país, Casio, quien actúa en Corinthians.

En la defensa tiene muchas variantes. Dani Alves, de los mejores laterales del mundo, actuó en Sevilla, Barcelona, Juventus y ahora en PSG a veces lo hace como extremo. Alex Sandro de Juventus y Filipe Luis de Atlético de Madrid competirán por el lateral izquierdo. Y entre los centrales se destacan Marquinhos, Miranda, Fagner, Thiago Silva…

Puede jugar con un sólo volante central: Casemiro está acostumbrado a esa función en el Real Madrid. También podría hacerlo Fernandinho del Manchester City.

Arthur, de Barcelona, Lucas Paquetá del Milán, son volantes de buen pie, de manejo, creativos. Philipe Coutinho puede jugar de volante izquierdo o de puntero por esa banda.

Y la abundancia está en los delanteros. Neymar no necesita presentaciones. Roberto Firmino es de los mejores centrodelanteros del mundo, otro de los que tuvo una brillante temporada en el brillante Liverpool. David Neres es una de las joyas del sorprendente Ajax de Amsterdam. Gabriel Jesús, campeón de la Premier con el Manchester City; Richarlison, delantero del Everton.

Un compendio de cracks para afrontar la Copa en casa. Debutará en el partido inaugural en Sao Paulo ante Bolivia el viernes 14; después, jugará con Venezuela el martes 18 en Salvador y el sábado 22 volverá a Sao Paulo para medirse con Perú.

Ya está la lista, los amistosos confirmados y todo el plan de trabajo establecido. Tité trabaja en silencio y con calma. Sabe que necesita enfocarse en el torneo, en cada partido, olvidarse de las presiones y alejar fantasmas. “Alegría y responsabilidad”, fueron las dos palabras que eligió el entrenador para definir lo que deben sentir sus jugadores. Sabe que debe mirar hacia adelante. Que el pasado no tiene arreglo ni tampoco retorno. Va por un Brasil ganador, que pueda consagrarse en su tierra y las frustraciones de otros tiempos queden en un olvido definitivo.


Hernán O’Donnell