Entre el dolor y la frustración, la imagen de Argentina salió fortificada

“Si los argentinos nos damos cuenta de que, a veces, perder tiene cosas positivas, habremos dado un paso adelante”. Con estas palabras, Lionel Scaloni, DT del seleccionado nacional, intentó describir el lado positivo de una eliminación que dolió mucho porque el equipo estuvo a la altura de las circunstancias, jugó un buen partido, dominó al rival en el segundo tiempo y contó con varias situaciones para convertir. Y dejó una imagen gratificante, con los 11 que siempre estaban en la cancha, que pusieron el alma y el corazón.

La Argentina jugó un buen primer tiempo. Se vio sorprendida por el gol de Gabriel Jesús, todo mérito de Dani Alves, autor de una gran maniobra individual y algunos errores en la marca de la Argentina.

Lo cierto es que el golpe fue asimilado, y de a poco la selección empezó a tomar el control del partido. Costó en la mitad de la cancha, pero se desdoblaron De Paul y Acuña de modo permanente para equilibrar la mayor cantidad de volantes brasileños. Y Lautaro Martínez y Aguero comenzaron a presionar, a moverse, a colaborar.

Llegó el cabezazo de Aguero en el travesaño como una primera señal. Y después lo tuvo Aguero, en una gran jugada de Messi, pero el remate rebotó en el cierre de Marquinhos.

“Si hubo una selección que mereció llegar a la final, esa fue Argentina. No hay ninguna duda. El fútbol, a veces, es injusto. Brasil hizo sus cosas y está en la final, vale. Pero en cuánto al juego, creo que merecía Argentina jugar la final. Y ese pensamiento de hace cuanto que no se gana, creo que no ayuda. Hay que liberarse de eso, jugar sin pensar en eso”, agregó el DT.

En la segunda parte Brasil intentó definir. Salió a buscar el tanto, y tuvo una jugada en la que Philippe Coutinho entró solo, pero su remate se fue desviado. Iban 55′, después de ese momento la Argentina creció de la mano de Messi y provocó un retroceso local. Leo era el encargado de buscarla, se asociaba con Paredes y llevaba la pelota para adelante. Por los costados subían Tagliafico y Foyth y empezaron a aparecer las chances.

Un remate de Leo en el palo derecho de Alisson, un brillante tiro libre que descolgó de manera monumental el arquero de Liverpool, una pelota que se le adelantó a Di María, que había entrado por Acuña…y el peso del árbitro que no les gustó a nuestros futbolistas.

“El equipo estuvo a la altura, en momentos claves no tuvo suerte para anotar, y el árbitro fue una cosa de locos. No dio dos penales, al Kun y a Otamendi, y es raro porque en esta Copa se cansaron de cobrar tonterías, manos leves, penales por cualquier cosa, y acá jamás fue a ver al VAR”, dijo Messi.

Y no se quedó allí: “Todas las divididas fueron para ellos; los roces, las chiquitas. A la mínima nos ponía tarjeta; ellos cortaban los contragolpes y no tenían tarjeta. Nunca fue a ver al VAR cuando hubo dos penales claros; en el segundo fue el que vino la contra y el segundo gol de ellos..hoy la CONMEBOL la maneja Brasil y poco se puede hacer, pero creo que el árbitro nos faltó el respeto”, explotó Messi.

Lo cierto es que el equipo jugó bien y tuvo una levantada desde la mitad del primer tiempo hasta casi el final del partido: “Fue el mejor partido que jugamos; Brasil se encontró con un gol de la nada y después esa contra, que fue una jugada rara, nosotros pensábamos que cobraba el penal y nos quedamos parados, pero Brasil tiene muy buenos jugadores en todas sus líneas y nos liquidaron. Hay una base muy importante de estos chicos, hay que respetarlos y dejarlos crecer, porque van a representar muy bien a la Argentina”, dijo el capitán.

Así se fue la selección de la Copa América. Con ese contragolpe, que sentenció el marcador, pero no el desarrollo. Porque aún con el 2 a 0 en contra, la albiceleste fue una y otra vez. Dejó hasta la última gota de energía, hasta el último segundo corrió y luchó. Puso el alma y el corazón, pero se quedó con el premio consuelo de jugar por el tercer puesto. Dejó una gran imagen y una esperanza por el futuro que vendrá. Entre el dolor y la frustración, la Argentina emocionó en el esfuerzo y el compromiso.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Belo Horizonte, Minas Gerais, Brasil)