Ryan García, la promesa del boxeo, vuelve a llamar para otra función

La sangre mexicana dirá presente otra vez este sábado. En un festival donde todos los reflectores están puestos en Jaime Munguía, la promesa más grande del boxeo, Ryan García volverá a subir al cuadrilátero para medirse ante el estadounidense Avery Sparrow. Será el semifondo de entre el tijuanense Jaime Munguía y el africano Patrick Allotey, en el Dignity Health Sports Park, de Carson, California.

Otra oportunidad para ver al muchacho que quiere entrar en la galería de los grandes, tal como lo hemos presentado hace muy poco en la Revista “Ring Side”.

Nació en Victorville, California, el 8 de agosto de 1998. El destino le tenía guardado su futuro: su papá, Henry había soñado con ser boxeador, pero no pudo realizar esa meta y  su camino en el deporte se desarrolló como entrenador. Y empezó a trabajar con su hijo cuando Ryan tenía apenas 7 años. Henry y su esposa Lisa tuvieron 4 hijas mujeres y dos varones: Ryan y Sean, quien también es pugilista. Ryan aprendió rápido los secretos del boxeo y muy pronto empezó su carrera amateur, donde se observaron sus progresos y sus enormes habilidades para esta disciplina. Su padre trabajaba con él de modo permanente, y el garaje de su casa era su gimnasio, al cual acudía muchas horas por día. Allí comenzó a alimentar sus sueños de campeón: “Siempre creí en mí mismo, siempre creí en que puedo llegar a ser campeón; la confianza es lo más importante que uno pueda tener”, afirmó cuando comenzó a tomar notoriedad. “Pase lo que pase, siempre debes creer en ti mismo”.

El 9 de junio de 2016 hizo su debut profesional con un KOT a Edgar Meza en Tijuana, California. Ryan es estadounidense pero siente mucho la patria de sus padres y en varias oportunidades ha ingresado al ring con la bandera de México, y ha hecho honores a dicho país.

A partir de esa victoria, empezó una carrera fructífera, jalonada de triunfos y con un número de fanáticos creciente. “No sólo quiero ser campeón” afirmó en la TV. “Me gustaría poder ser un ejemplo para los jóvenes, para mis seguidores. Que no tomen, que no fumen, que se cuiden y lleven una vida sana”. Y tiempo más tarde, agregó más contenido  esa filosofía de vida: “Quiero aprovechar el boxeo para ofrecer otras cosas; siento que Dios me ha bendecido, y estoy listo para usar lo que El me dio por un cambio, para mejor. Mucha gente quiere decir cosas pero no se les escucha porque no son populares. Dios me ha bendecido para hacerlo. Quiero ayudar a cambiar el mundo y quiero ser Campeón Mundial muy pronto”.

Su manager Roger Ruiz sintió que estaba ante un diamante en bruto apenas lo vió por primera vez: “Apenas lo vi me di cuenta que era diferente. Que podía ver una pelea pero en sus ojos estaba el deseo de estar arriba del ring, listo para boxear”, le señaló a la TV de México.

Se sumó a las huestes de Oscar de la Hoya y Golden Boy Promotions tomó su representación. “Oscar es un boxeador que yo admiraba cuando era chico; pero hay algo que yo siempre sentí. A los 7 años ya sabía que quería ser boxeador”.

Su carrera sumó éxito tras éxito; cuando llegó a su 11ra victoria consecutiva ante Miguel Carrizoza logró el título Liviano Jr de la NABF (North American Boxing Federation), un organismo que otorga títulos de boxeo regionales. Es una federación de boxeo dentro del Consejo Mundial de Boxeo (CMB).

Allí se hizo conocido en el ambiente. Y sumó muchos seguidores, pero como todo éxito siempre está acompañado de un precio elevado, también aparecieron los detractores: muchos sostuvieron que no tenía grandes nombres enfrente, que no había peleado con figuras de cartel, que los humos se le habían subido a la cabeza antes de ser campeón del mundo…Ryan siguió y los triunfos también siguieron. Multiplicó los seguidores en las redes sociales, Facebook, Instagram y Twitter, pero también se sumaron voces críticas.

Tiene habilidades increíbles que se observan no sólo en sus combates, sino en sus entrenamientos. Los videos que sube a YouTube contienen escenas llamativas, espectaculares. Su habilidad y velocidad son para destacar. Mide 1,78 m y pesa 78 kilos. Se prepara para las grandes contiendas. Además de esas imágenes que sube a  YouTube, tiene una vida activa en las redes sociales. Es algo que le enorgullece: sus seguidores en Twitter e Instagram aumentan día a día. Incluso tuvo mucha repercusión un “like” que le dio el famoso futbolista Sergio “Kun” Agüero a una imagen suya donde le pegaba a la bolsa en un entrenamiento. Eran los días de julio, mes de vacaciones o comienzos de pretemporada para los jugadores de fútbol que actúan en Europa, y el delantero se hizo un tiempo para destacar la foto de la joven promesa del boxeo.

Le dicen “The Flash” por su velocidad, tiene ambición y sueña con volver a subirse pronto a un ring, tras su última pelea, el 30 de marzo de este año, cuando derrotó en 3 rounds a José López, en Indio, California. Claro que para que eso suceda tendrá que resolver su situación con su Manager, Roger Ruiz. El pugilista afirmó a la prensa que había terminado con él, pero Ruiz afirmó que esto no era así, que el vínculo seguía y de hecho la situación la llevó a arbitraje en la Comisión Atlética del Estado de California. “El contrato no está roto. No sé si conoce la historia o sus antecedentes, pero lamento que reciba muy malos consejos de las personas cercanas a él. Esto crea un problema. Trato de ser lo más amable posible porque he trabajado mucho por él y lo hemos construido bien, creo. Salió rápido y es uno de los mejores prospectos en el boxeo; ahora sólo tenemos que encontrar una manera de volver a encarrilar su carrera”, afirmó Ruiz a la página BoxingScene.com hace pocos días.

Discusiones habituales en materias de negocios. Desacuerdos, reconciliaciones, desencuentros, acuerdos, malentendidos, forman parte del boxeo y de la vida misma. Todo parece encaminarse ahora cuando se ha anunciado que el 14 de septiembre enfrentará en Carsson, California, a la joven promesa de Filadelfia, Avery Sparrow, quien viene de vencer a Henry Lundy.  

Allí está Ryan García. Con el futuro a sus pies, con todo el camino por delante y con los ojos del mundo puestos en una nueva estrella que comienza a mostrar su figura.


Hernán O’Donnell