España llenó de fútbol y goles la tarde de Vitória

Se presentó con autoridad, con vocación ofensiva, con ambición, con mucha madurez. Desplegó un fútbol delicioso, lleno de toques, triangulaciones, muchas diagonales y actuaciones individuales destacadísimas.

España salió a ganar el partido desde el inicio. Se paró bien adelante, sus zagueros se ubicaron en la mitad de la cancha y apretaron a Tayikistán contra su arco. A los 3′ abrieron el marcador; Roberto Navarro inició una maniobra desde la derecha hacia el centro, gambeteó a dos rivales y filtró un pase hacia la izquierda para la entrada libre de Valera, que con un remate seco convirtió el 1 a 0.

No se conformó. Mantuvo la línea de juego, el estilo y el dominio a través de la posesión sostenida en forma permanente, A los 13′ tuvo un disparo en el travesaño y a los 19′ Navarro marcó el 2 a 0 para España.

Tayikistán poco podía hacer. No encontraba la pelota, que se movía de lateral a lateral por medio de triangulaciones y sorprendía en cada diagonal que se les metía a las espaldas. Intentó una reacción: a los 21′ tuvo un cabezazo de Litfullaev y a los 23′ una arremetida de Kamolov.

Era un monólogo de España a pesar de esas aproximaciones del rival. A a los 34′ apareció una de las grandes promesas del torneo: Pablo Moreno, tras realizar una linda pared con Moriba Ilaix, señaló el tercer gol. 3 a 0 y nada detenía a la Roja.

Hasta el descuento de Tayikistán lo hizo España: pelotazo largo desde el fondo del equipo blanco, Carrillo quiere cerrar con el arquero y juega hacia atrás de memoria, pero su compañero Martínez había salido y la pelota se introdujo en la propia valla. 3 a 1 a los 36′ de juego.

España ni se preocupó. Otra jugada espectacular de Moreno, pase habilitante a Larrubia, que había ingresado por Valera, y remate desde un ángulo difícil para cerrar el primer tiempo 4 a 1 cuando iban 45′ de partido. Un festival de fútbol y goles.

El complemento fue muy parecido. Una continuidad del dominio español, sostenido en un prolijo juego colectivo y una técnica individual muy destacable.

Porque no era la jerarquía la que desequilibraba, sino el sentido permanente de juego colectivo, en conjunto, del equipo ibérico.

A los 57′ intentó sorprender Zairov desde lejos, tras aprovechar una salida de Martínez lejos de su arco, pero se recuperó el arquero y controló con seguridad. Había, por entonces, bajado un poco el ritmo y la intensidad del partido.

A los 63′ cayó otro golazo. Se fue Javi López por izquierda, armó una pared con Larrubia, recibió López y sacó el centro para la entrada limpia de Navarro quien remató y venció las manos del arquero de Tayikistán para marcar el 5 a 1 a favor de España.

Cuando se jugaban 75′ Pablo Moreno reventó el palo izquierdo de Qirghizboev con un violento remate. Parecía que España cuando aceleraba, liquidaba.

Pero ya no aceleró. prefirió guardar energías, rotar el balón y dejar que el tiempo pasará con tranquilidad. El momento de ganar el partido, de ir a buscarlo, de convertir los goles, marcar las diferencias, ya había pasado. Construyó una tremenda goleada por 5 a 1 y se enfocó en el partido que viene y el futuro del torneo.


Hernán O’Donnell

(Enviado Especial a Vitória, Espirito Santo, Brasil)