Borussia perdía 0-3 y al final salvó un punto ante un Paderborn audaz

A los 4′ el bullicio, la expectativa, la increíble atmósfera que siempre rodea al Signal Iduna Park cuando juega Borussia Dortmund, se vio sacudida por un baldazo de agua helada. Se escapó Proger por derecha, pasó en velocidad a su marcador, Sculz, y lanzó un centro para la entrada solitaria de Mamba que con un remate corto y certero derrotó a Bürki y abrió el marcador: 0-1 para Paderborn, recién ascendido y último en las posiciones. Sorpresa tremenda en el inicio de la jornada número 12 de la Bundesliga.

Dortmund intentaba con más fervor que fútbol; Sancho, Reus y Guerreiro en la posición habitual de medias puntas, con rotación, habilidad y búsqueda de conexión con Paco Alcácer. A partir del golpe, intentó acomodarse y apoyarse en esos cuatro hombres que elaboraban juego para intentar torcer la historia.

Era una mezcla rara de empuje, fervor y desorden. Paderborn se mostraba concentrado y amenazante con cada contragolpe. Entre las dos propuestas, el partido era intenso, abierto y jugado con buenas intenciones, francas y ambiciosas. A los 24′ tuvo una clara oportunidad el local, con un centro de Piszczeck y la aparición de Guerreiro, pero el remate del portugués se fue pegado al palo izquierdo del arco visitante.

A los 36′ llegó una nueva puñalada. Con el local volcado hacia el ataque, el Paderborn metió una contra letal: pelotazo largo para Mamba, quien dio el paso atrás para partir desde su campo y evitar el off-side, y se lanzó en una larga carrera, donde controló la pelota, la llevó, supero en velocidad a Weigl y Hummels, y cuando llegó al área sacó un violento rio que señaló el 0-2. Un golpe tremendo para un equipo que iba a ciegas, decidido, pero sin tomar recaudos ni serenidad.

Pero las sorpresas no se terminaban en ese tremendo primer tiempo. Otro contragolpe y otra puñalada; pelotazo de Collins a Holtmann por la banda izquierda, arranque del wing por su sector, supera en velocidad a Piszczeck y cuando salía el arquero Bürki, Holtmann resuelve con un toque suave y marca el 0-3 a los 42′ de juego.

Para colmo Paco Alcácer no podía continuar y Borussia perdía a su centrodelantero, reemplazado por Julian Brandt. El primer tiempo se cerraba con ese resultado catastrófico y un inmenso coro de silbidos para el local, que tenía que planificar un segundo tiempo que le permitiera revertir la historia.

Dos cambios más para arrancar el segundo tiempo metió Lucien Favre: Hakimi y Hazard por Schulz y Dahoud. Toda la carne al asador, las tres variantes y a matar o morir.

A los 46′, el descuento por intermedio de Sancho. El partido quedaba 1-3 y parecía que Paderborn sentía el esfuerzo de la primera parte y había empezado sin tanta concentración. Como fuera, el partido tomaba otro color y crecía en emociones. Dortmund lucía más sereno que en el primer tiempo; más pensante, con más tiempo para elaborar las jugadas. Era un equipo menos apurado, con menos vértigo y eso le permitía generar mejor volumen de juego, además de controlar más las acciones en cuanto a prever contras u otras maniobras del visitante. Estaba mejor Dortmund con respecto a sí mismo, a lo que había hecho en el primer tiempo. A los 55′ Hummels tuvo un cabezazo que se fue cerca. Lucía mejor el equipo local. Más aplomado.

Paderborn no podía salir; le costaba cruzar la mitad de la cancha y a los 63′ se fue Holtmann, lesionado, reemplazado por Anti-Adjej. Y cuando lo pudo hacer, cuando pudo volver a inquietar al Dormund, recién a los 64′, Mamba se perdió un gol casi hecho, porque quedó solo ante el arquero local y su tiro se fue apenas desviado, muy cerca del poste derecho.

Y esa jugada le dio confianza al visitante. Vio que podía, que no se había agotado su poder de fuego. Pareció entender que la mejor defensa sería volver a atacar, como en la primera parte. De ese modo, el partido se equilibró un poco más. Dortmund insistía con búsqueda por los costados y Paderborn amenazaba en cada contra que encabezaba Mamba, veloz y escurridizo. En los diez minutos finales empezó a sentir el rigor del partido y el paso del tiempo y decidió arriesgar más. Fue a buscar con lo que quedaba. Zingerle, el arquero visitante, crecía en cada intervención; le sacó un remate cruzado a Brandt y atrapó un disparo de Sancho. Pero no pudo con un centro más y a los 83′ Witsel marcó de cabeza. Dortmund quedaba 2-3 y con tiempo para ir en la búsqueda de la salvación del honor.

Sancho sacó un tiro que se fue cerca a los 86′. Dortmund iba y abría espacios a su espalda. Pero no le quedaba opción. Tenía que jugarse por salvar algo en un viernes oscuro. Y en la agonía encontró el tercero. Sancho encontró un rechazo defectuoso, recibió por izquierda, sacó el centro al medio del área chica y Reus de cabeza marcó el empate, cuando iban 90+1′. 3 a 3 y aún dos minutitos por jugarse.

La última la tuvo Paderborn, pero Mamba no quedó cómodo para sacar el remate final. Y la igualdad no se modificó. El partido fue entretenido y atractivo para los neutrales. Dortmund, a pesar de la remontada, sintió que había sumado sólo una unidad. Paderborn, que llegaba último y firmaba el empate antes de empezar, sintió el sinsabor de haber resignado la victoria tras haber estado 3 goles arriba e incluso, llegaba 1-3 cuando restaban siete minutos. Y al final, dejó dos puntos que pensaba que ya estaban en su cuenta.

Pero los neutrales, ganamos. Por el partido, los goles, el ritmo y la generosidad de otro encuentro vibrante de la fabulosa Bundesliga.


Hernán O’Donnell