París salió adelante en Madrid y sueña con la conquista de Europa

Para muchos era una especie de final anticipada; o, por lo menos, un encuentro de candidatos, que bien podría ser un choque de semifinal, o de cuartos de final. Dos equipos plagados de estrellas, un gigante del mundo que sueña con una nueva conquista de la vieja Copa de Campeones, la que tantas veces conquistó a lo largo de las décadas. El otro, una constelación de grandes jugadores, que año tras año invierte millones y millones para alcanzar el sueño que desvela a todo París…

Un arranque a todo ritmo, con dos conjuntos atrevidos, hasta que Real Madrid hizo valer todo el peso de su historia y su casa, el mítico “Santiago Bernabéu”.

Iban 16′ cuando el encuentro alcanzó el primer grito; una jugada rápida, bien elaborada por Federico Valverde, el centro, el remate en el palo y Benzema que abre el pie para burlar la estirada de Kaylor Navas, cambiar el ángulo y meter el 1 a 0 para el local.

A partir de allí, tremendos 15 miuntos del equipo blanco. Con circulación, ritmo, la conducción de Isco y la movilidad de todos. Valverde por derecha, Kroos por izquierda, Hazard para asociarse y Benzemá para pesar fuerte en el centro del ataque. Cuando se sumaban los laterales, sobre todo Marcelo, era muy difícil para el equipo parisino poder sostenerse. Fallaban Gueye y Meunier por derecha, le costaba a los medios cerrarse y sufrieron embates que Navas pudo controlar.

Después, pasados los 33′ de juego, PSG se animó un poquito más. Con Mbappé rápido y movedizo, más algunos encuentros con Icardi, la inteligencia de Di María para ubicarse, el equipo de Tuchel mejoró y llegó al arco de Courtouis.

Igual, el peso de Madrid en el partido era más fuerte. Amenzaba más, lastimaba más. Se lo veía más sólido y más agresivo. Carvajal a los 38′ sacó un tiro terrible que Navas sacó al corner; a los 39′ Casemiro sacudió el techo del arco. Madrid sumaba oportunidades.

Era un gran primer tiempo, con un notable protagonista y un actor que no era “de reparto”; mantenía un papel de co-protagonista con aspiraciones de asumir el papel mayor. Y se le abrió una puerta en el minuto 42. Marcelo que pierde una pelota en ataque, rápido contragolpe, pelotazo para Icardi, salida larga de Courtouis y choque que mereció revisión del VAR. No fue penal, se retrotrajo la tarjeta roja al arquero para dejarlo limpio y foul previo a Marcelo. La jugada, al cabo, no cobró trascendencia, pero para PSG fue una señal de que podía animarse. Así se cerró el primer tiempo. Con un actor estelar y otro agazapado, que parecía secundario, pero que tenía aptitudes y cualidades como para aparecer en cualquier momento.

Neymar por Gueye en el segundo tiempo fue la variante que propuso París para torcer la historia. Un cambio posicional, Di María a la mitad de la cancha, y la intención de pelear el partido.

Madrid salió con la misma premisa y a los 30″ tuvo una chance con la aparición solitaria de Marcelo por izquierda, el centro y la llegada de Benzema. Después, el partido se empezó a apagar. A perder intensidad. Y el reloj empezó a correr a favor del local. Cuando promediaba el complemento, dos cambios más para PSG: Drexler por Di María, Pablo Sarabia por Mauro Icardi. Todo jugado, a buscar el empate. Mientras el local también se refrescaba: Bale por Hazard, después Modric por Valverde.

Todo parecía diluirse sin demasiadas novedades. Madrid controlaba y París no encontraba los caminos. Encima, una jugada de Modric, el toque de Isco, la aparición (otra vez!) de Marcelo por izquierda, el centro y el gol de Benzema a los 78′ que parecía sellar el resultado: 2 a 0. Rodrygo por Isco y el partido que parecía definirse, pero el fútbol siempre tiene una sorpresa escondida…

Tras la reanudación del segundo gol local, un error en la defensa, el centro que se desvía en Casemiro, Varane que quiere cerrar y le burla la pelota a la salida de su arquero Courtouis y se la deja servida a Mbappé para que achique a 2-1 cuando iban 80′.

Entusiasmado, PSG fue por más. Buena maniobra de Neymar por izquierda, el centro para Mbappé, el rebote le queda a Pablo Sarabia y el español mete un remate extraordinario al ángulo superior izquierdo del arco local. 2 a 2 y la sorpresa invadía la noche de Madrid.

Lo pudo ganar París con una corrida de Mbappé y lo tuvo en el último minuto agregado Bale con un tiro libre que pegó en el palo izquierdo de Kaylor Navas. Fue 2 a 2.

París Saint Germain sonrió en Madrid. Se llevó un punto impensado en una noche difícil, que le permite terminar primero en su grupo y mirar con optimismo el futuro en la Champions League, porque si bien no fue el protagonista principal, dio una muestra de carácter para no quedarse en un papel de reparto y poder soñar con la Copa que tanto desea.


Hernán O’Donnell